El tercer pico: la amenaza que antecede a la Semana Santa
El relajamiento de las medidas de bioseguridad y una baja percepción de riesgo por el inicio de la vacunación inciden en el aumento de casos.
Un fantasma que acecha con cautela. Una amenaza que ya se siente en otras latitudes del mundo y que ha empezado a agudizarse durante la última semana en el territorio colombiano, especialmente en Barranquilla y el Atlántico.
El sostenido crecimiento de contagios ha prendido una alerta entre las autoridades sanitarias, los gremios médicos y la comunidad en general. Tan solo en Barranquilla, durante los últimos siete días, se han reportado 3.303 nuevos casos. Una cifra que rememora los momentos más críticos de la primera ola.
La cercanía de la Semana Santa y un “evidente” relajamiento en las medidas de autocuidado han incrementado esta alarma, al punto de que algunos sectores han solicitado a las autoridades que se adopten medidas restrictivas y así desacelerar el crecimiento de la curva de contagio.
“Tenemos una tendencia al aumento y el panorama no es el mejor. Día a día, el número de casos ha venido aumentado. La razón principal es el desorden de las personas, muchos han bajado la guardia o piensan que son inmunes porque tuvieron el virus”, aseguró el médico epidemiólogo Juan Pablo Moreno.
En su concepto, la reactivación de la economía también implica un incremento en las dinámicas de movimiento de los ciudadanos, lo que también aumenta las interacciones sociales y, por ende, el riesgo de contagio.
“Muchas personas han regresado a sus labores, pero lo importante es hacerlo con responsabilidad. La economía se restablece en la medida que la tendencia al aumento no se mantenga; si continúa el incremento se deben tomar medidas restrictivas”, agregó el experto.
Hernando Baquero, decano de la división de Ciencias de la Salud de la Universidad del Norte, explicó que en el departamento existe un número importante de personas susceptibles, por lo cual “seguimos expuestos al aumento de casos”.
A pesar del incremento en el número de casos, el médico Baquero sostuvo que “no tenemos aún suficiente información para afirmar de manera contundente que estamos enfrentando una tercera ola de contagios”.
El experto fue enfático al sostener que una nueva ola de contagios llevará a “una mayor ocupación hospitalaria, y debemos estar vigilantes para poder reajustar la oferta y tener la tranquilidad de generar las capacidades para poder atender todos los casos que puedan presentarse”.
Hablan autoridades
La Semana Santa se ha convertido en un reto para las autoridades, teniendo en cuenta las tradiciones relacionadas con esta conmemoración religiosa, tales como procesiones y eventos de culto masivos, que a la postre se convierten en posibles focos de contagio.
Humberto Mendoza, secretario de Salud del Distrito, indicó que –a nivel mundial– se ha identificado un descenso en la percepción de riesgo por el inicio de la vacunación. Sin duda, una tendencia que también se presenta en la capital del Atlántico.
“El inicio de la vacunación no es el control de la enfermedad. El virus sigue y el exceso de confianza es perjudicial para la salud”, sostuvo el funcionario.
A su turno, Alma Solano, secretaria de Salud del Atlántico, explicó que existe una alerta por la posibilidad de que la temporada de Semana Santa dispare la tendencia en municipios que vienen presentando un crecimiento en la curva de contagio.
“No podemos convertir la Semana Santa en un evento de riesgo. A las personas que van a viajar, les recomendamos no alojarse en la casa de familiares y lo mejor es hacerlo en hoteles”, dijo.
Por esa razón, no se descartan medidas restrictivas y así lo ha expresado el alcalde Jaime Pumarejo, quien hizo un llamado para mantener la prevención.
“Para Semana Santa anunciaremos medidas si son necesarias, si vemos que el comportamiento no mejora, pero en este momento el llamado es a usar el tapabocas y a recordar que esta herramienta da vida, da empleo, da salud, así que usémosla porque todos la tenemos a la mano”, dijo Pumarejo.
El Ministerio de Salud y Protección Social ha venido reforzando las actividades de prevención en todo el país para evitar que la Semana Santa se constituya en un “acelerador” en la dinámica de contagio por covid-19.
Claudia Moreno Barrera, directora de Promoción y Prevención de dicha entidad, indicó que vienen trabajando de la mano con autoridades locales, especialmente de ciudades de alto impacto turístico, para la adopción –en el caso de ser necesarias– de medidas restrictivas durante dicha temporada.
“Barranquilla, Cartagena, Santa Marta y Montería son ciudades que son destinos de muchos colombianos y no podemos bajar la guardia porque no podemos bajar la guardia”, expuso la funcionaria en diálogo con EL HERALDO.
Moreno Barrera sostuvo, además, que no está recomendado que durante la Semana Santa se adelanten actos multitudinarios como las procesiones, puesto que son considerados como espacios para aglomeraciones.
Además, dijo que –en la medida de lo posible– las reuniones deben realizarse con las personas del núcleo familiar y que no se descuiden las medidas de prevención.
“Hay que cuidar a la población con riesgo y en este momento estamos en un pico de enfermedades respiratorias, que esta temporada ha estado más controlada debido a la pandemia”, agregó la directora de Promoción y Prevención del Ministerio de Salud y Protección Social.
