La fascinación por las pantallas
Si ha intentado ver la pantalla del teléfono de su vecino de asiento sabe de qué estamos hablando.
¿Ha notado cómo al entrar a una sala las cabezas giran buscando aquella fuente del sonido con dejos eléctricos con el único fin de saber qué está transmitiendo la caja mágica?, o, por la misma vía, ¿ha intentado leer la pantalla del celular de alguien más?
Las pantallas nos fascinan, no hay que darle muchas vueltas al asunto y las comprobaciones solo requieren entrar a una sala de espera de algún consultorio, un restaurante a medio día o un avión a punto de despegar.
La información que se transmite no es tan relevante como el hecho mismo de la pantalla encendida.
‘Somos una especie visual’, hoy en día la apuesta de los productores de contenidos es encontrar formas cada vez más gráficas de narrar, de ahí el auge de las infografías y las múltiples formas de visualización de datos.
Pero, ¿qué es lo que nos engancha de las pantallas?
Herederas de la televisión, y bien nutridas por el cine, las pantallas se convirtieron en el último medio siglo en el escenario donde la cotidianidad encontraba un escape. Antes era la novela o el musical, ahora son las redes sociales, la información inmediata y los juegos.
Las pantallas nos encantan porque nos hacen pensar que nos brindarán información útil, pero tristemente eso dejó de pasar en el mismo último medio siglo.
Ahora, en un ámbito más personal, las pantallas, especialmente las de los teléfonos y los computadores, resultan ser una ventana a la vida íntima de las personas, y en esta medida aquel morbo por saber qué sucede con el otro - que parece ser parte de la condición humana -, se ve tentado por la suma de electrones brillantes (y aquí no se sabe si es más intrigante la pantalla de un conocido o de alguien con quien solo nos cruzaremos en el bus camino a casa).
Nos fascinan las pantallas y entre más grandes mejor. Así lo confirma un estudio de Accenture, publicado por Xataka, sobre el tamaño de las pantallas en dispositivos móviles, en el cual el 57% de los mexicanos aseguró estar interesado en tener un smartphone con pantallas de entre 5 y 7 pulgadas.
“Los consumidores que desean estilos de vida más conectados digitalmente prefieren en gran medida las phablets debido al tamaño de la pantalla. Esta tendencia también le dice mucho a las compañías que tienen iniciativas digitales, para que puedan colocar recursos oportunamente y satisfacer esta demanda que están haciendo los usuarios en el mercado de los teléfonos inteligentes”.
Se prenderán y veremos.