El profesor y el cochecito
Quiero, desde hace varios años, filmar un documental sobre una señora que lleva a su bebé en un cochecito por Barranquilla.
La ciudad peatonal. Diversos niveles y dimensiones de andenes y garajes; uso y abuso de jardines y antejardines como parqueaderos; ventorrillos atravesados, peñones sueltos y huecos; todo eso haría dramático el recorrido de la señora del cochecito, la llevaría a bajarse del andén y caminar un largo trecho con su bebé tras la tufarada de un camión.
La idea del documental volvió a mí esta semana leyendo las declaraciones del profesor Antoni Remesar Betlloch, director del Máster de Diseño Urbano en la Universidad de Barcelona, a Martha Guarín, de EL HERALDO.
Para el profesor Remesar, caminar por Barranquilla es “una especie de extraña maratón, con problemas de altura en las aceras, por causa de los arroyos que no están bien solucionados. Yo pienso en una persona andando por ahí con un coche de bebés”.
Lamento no haber podido asistir a la conferencia del profesor en el IV Foro Internacional de Arte en Espacio Público, convocado por Cayena, de la Universidad del Norte. Tenemos una escena y varios puntos en común.
Remesar nos recuerda que no solo los parques y otras zonas verdes son espacio público. También las calles en mejores condiciones, los andenes más amplios, los antejardines…
Certero su pensamiento sobre la estatua a Shakira. “Es inconcebible que alguien que esté vivo tenga un monumento”, dijo. “Shakira podría tener una placa en el sitio donde nació, pero un monumento para alguien que apenas tiene 37 años de edad no tiene mucho sentido”.
El profesor opina que mínimo cinco años se necesitan tras la muerte de un personaje para decidir qué y cómo sería el monumento en su nombre. “Es cuando puedes tener una distancia de análisis”.
¿Y qué otros monumentos no se pueden hacer?, le preguntó Martha. “Monumentos clásicos, el que está en la carrera 54 es una urna. Esto no se hubiera hecho nunca en Barcelona. No se puede hacer arte figurativo para solucionar problemas que se solucionan muy abstractamente, si no quieres molestar a mucha gente”. Aquí estuvo muy abstracto el profesor, pero estoy cien por ciento con él en que antes de pensar en monumentos debemos garantizar espacios públicos. Y que no todo espacio público hay que ocuparlo con un monumento.
El profesor pide criterio a los artistas. Ver toda la escena, el parque completo, la ciudad. No solo el monumento. “Sería mejor que se dedicaran a ayudar a sus colegas técnicos de otras disciplinas en pavimentos, vallas, elementos propiamente urbanos”.
Para Remesar Betlloch, la mayor responsabilidad es de los políticos, que deben escuchar todas las voces antes de decidir sobre lo público. “Pero si el político no da el marco, lo que queda es la protesta o algo mucho peor, el nepotismo”. El profesor apunta: “No puede ser que aquí se repita tanto el nombre de un artista, esto pasaba en el franquismo. Aquí hay algo porque se repite el nombre en corto tiempo”. Y sugiere: “El periodismo tiene que decir algo”.
Estoy de acuerdo. Hablaré con otro profesor, el colega Alfredo Sabbagh, a ver si empezamos, por ejemplo, a filmar el documental del cochecito.
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