El turismo cuenta
Dicen que en noviembre de 1739, el almirante Edward Vernon fue nombrado comandante en jefe de las fuerzas navales británicas en las Indias Occidentales. En su primera acción de guerra, el inglés habría destruido el desprotegido puerto español de Portobello, en Panamá. Y eso lo habría convertido en héroe nacional.
En 1741, al mando de una de las mayores flotas de la historia (186 naves, 23.600 hombres), Vernon se propuso saquear y destruir a Cartagena de Indias, principal puerto del Virreinato de Nueva Granada. Mientras se acercaba hizo llegar un correo al rey Jorge II, atribuyéndose de antemano una victoria que resonó en Inglaterra mucho más que la de Portobello.
Para desgracia de Vernon, la de Cartagena sería la más aplastante derrota de toda la historia de la armada inglesa, frente a un Blas de Lezo con seis barcos y tres mil defensores, soldados y residentes de la ciudad.
Tras otros ataques fallidos a Cuba y Panamá, Vernon debió volver a su país a confesar que no había ganado en Cartagena, que los españoles lo habían derrotado. La noticia causó tanta vergüenza al rey, que este prohibió a sus historiadores no escribir jamás sobre ello.
No lo hicieron, de modo que un gran número de ingleses no sabe que su armada invencible estuvo y perdió en Cartagena. Si lo supieran –y esto seguro lo pensó el exministro Sabas Pretelt– muchos podrían venir de curiosos a La Heroica, a conocer el lugar donde sus compatriotas habrían “batallado”. Nada mejor para el turismo local que aprovechar la visita del príncipe Carlos, heredero al trono, para introducir de manera oficial el sitio de Cartagena en la historia de Inglaterra. Ahora no solo vendrían españoles a revivir el episodio. También los ingleses.
Preocupado por lograr la aceptación del príncipe, el exministro olvidó la sensibilidad y los sentimientos de sus coterráneos, no les contó sus planes y dejó en manos de un mal redactor el texto en la placa.
Lo peor fue su insistencia en que la misma rendía homenaje a los cartageneros que perdieron ahí la vida. “La placa lo dice claro”, afirmó. Y no había tal. Los muertos homenajeados son los de Vernon. Además, como señaló León Trujillo Vélez, presidente de la Academia de Historia de Cartagena, la presentación manda un mensaje equivocado: “Parece que los ingleses hubieran sufrido un percance por el medio ambiente y las condiciones climáticas del sitio. No por la estrategia militar de Blas de Lezo”.
Según Sabas Pretelt, el pequeño acto, propiciado por su Centro Histórico, estimulará la visita de muchos cruceros ingleses a Cartagena, que vendrán a conocer el lugar donde cayeron sus compatriotas. A propósito, Lawrence Washington, medio hermano de George, primer presidente de EE.UU., combatió como inglés junto a Vernon en Cartagena. En los planes de Pretelt figuran también los cruceros que vendrían de Estados Unidos a conocer la ciudad sitiada por Vernon cuando los gringos eran ingleses.
Pretelt ha dicho querer invitar a algunos Washington descendientes. Lo que no sabemos es cuánto, por ambición turística, el exministro (y con él, buena parte del país) esté dispuesto a modificar nuestra Historia. Y la historia de la Historia.
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