El Heraldo
Acompañado por el novelista de Aracataca, el librero Álvaro Castillo, propietario del ejemplar hurtado.
Cultura

Roban ejemplar de la primera edición de ‘Cien años de soledad’

Un ejemplar de la primera edición de ‘Cien años de soledad’ fue robado de una vitrina del pabellón Macondo, en la Feria Internacional del Libro de Bogotá, que hoy finaliza tras 12 días con llenos a reventar. El propietario, el librero Álvaro Castillo,

Para Álvaro Castillo, el librovejero como ayer y como hoy”. La frase hace parte de la dedicatoria que el nobel estampara en uno de los ocho mil ejemplares de la primera edición de 1967 de Cien años de soledad que adquirió el librero un día de 2006 en Montevideo (Uruguay). El tomo fue hurtado de una de las vitrinas de exposición del pabellón Macondo el sábado anterior hacia las seis de la tarde, durante el desarrollo de la Feria Internacional del Libro de Bogotá.

Mientras las autoridades adelantan las investigaciones para esclarecer este capìtulo dramático del evento cultural que congrega a escritores y lectores,  el propietario hace un llamado al ladrón para que devuelvan el libro porque, según  le dijo a EL HERALDO, el daño no sólo se lo están haciendo a él, sino a la Filbo y a la Asociación Colombiana de Libreros Independientes. “El libro hace parte del patrimonio de la Nación”, expresó  Castillo Granada mientras atendía las diligencias de rigor ante la Policía.

Aunque  se ha mencionado que el precio de la obra autografiada podría  estar en los sesenta mil dólares, para su propietario es “inmedible” su valor sentimental.

“Es un libro imposible de comercializar”,  mencionó el experimentado librero bogotano que durante muchos años le consiguió ejemplares por encargo al escritor de Aracataca. Castillo Granada, lector y crítico consumado, tiene veintisiete años de experiencia en  la consecución de libros viejos, nuevos y raros.

Más allá de revelar cómo adquirió  el tomo de la novela nobel, Álvaro Castillo se abstuvo de revelar cuánto le costó y dónde y cómo fue el encuentro en el que Gabriel García Márquez rubricó la dedicatoria. “Lo único que le puedo decir es que le han dado una puñalada a los libreros independientes que han hecho un gran esfuerzo por montar un stand en la Feria Internacional del Libro”, lamentó.

“Con estupor e incredulidad”, así dice sentirse Castillo Granada, de la misma manera como recibió la noticia el sábado hacia las 6:30 p.m., mientras atendía el expendio de obras de San Librario que montó en la Filbo.

Según Camilo Orozco, su asistente, tan pronto colgó el teléfono, Álvaro Castillo palideció y quedó en silencio. Sólo  le contó la verdad de lo ocurrido a la mañana siguiente.

Tan compungido como el librovejero se mostró Enrique González Villa, presidente de la Cámara Colombiana del Libro, quien al tiempo que deploró un pasaje que parece sacado de la fantasía, hizo un llamado público con el fin de que a través de los medios de comunicación y las redes sociales se emprenda una campaña para que se recupere el libro. González Villa no quiere que esta suerte de sacrilegio empañe el éxito obtenido por la Feria del Libro que termina este lunes.

La Filbo 2015, un homenaje al país de Macondo y a Gabo, se cierra hoy con entrada gratuita a partir de las horas vespertinas. Álvaro Castillo, Enrique González y los amantes de la lectura confían en que en esta última jornada, de entre el tropel de visitantes, emerja el ladrón de Cien años de soledad. Tal vez no tenga una última oportunidad en esta feria macondiana.

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