"Tatiana, María Alejandra y Marcela sufrieron, pero al final gozaron con el triunfo del Unión Magdalena.

Tatiana, María Alejandra, Marcela y Lina, a la distancia, fueron artífices del triunfo del Unión Magdalena ante Uniautónoma, en Riohacha. Con sus oraciones y sus “¡vamos, vamos, campeones!”, alentaron a sus esposos Erwin Alpinito Carrillo, Jhonatan Muñoz, Julián Parra y Óscar Villarreal, respectivamente.

En una clara muestra de unidad y de que el Ciclón Bananero es un auténtico equipo, por dentro y por fuera de las canchas, las cuatro familias se reunieron en una sola casa para observar el partido y unir sus oraciones y fuerza moral.

El lugar de la cita fue el hogar de Erwin Carrillo, en El Rodadero Sur. Tatiana Grajales, la anfitriona, preparó los pasabocas y organizó el escenario. La sala de la vivienda estaba acondicionada para festejar. La derrota nunca pasó por sus pensamientos. Pero el centro de la reunión no lo eran ellas, tampoco los tíos, primos y abuelos; mucho menos lo era el televisor.

Cada gesto de alegría, cada muestra de alborozo y cada grito de gol, terminaban en un beso a quienes realmente eran el eje del encuentro: Luciana y Maximiliano, los bebés, de 20 días y 2 meses, respectivamente, hijos de Parra y Alpinito Carrillo.

Pero no siempre todo fue alegría, hubo momentos en que la preocupación rondó a todos. Uniautónoma se acercaba a la portería rival y eso inquietaba. Las uñas eran el mejor revulsivo para calmar la ansiedad y el desespero, especialmente en las mujeres.

Cuando Óscar Villarreal anotó el gol de pena máxima, y el Unión pegaba primero, hubo abrazos. “Ahora viene otro”, se le escuchó decir a María Alejandra Córdoba, el amor de Jhonatan Muñoz.

Pero al cabo rato vino el empate del visitante y la desazón invadió el recinto. “No puede ser… por Dios”, dijo Tatiana Grajales.

El silencio era total, el triunfo samario parecía ser esquivo. Pero a pocos minutos de finalizar el juego, llegó el gol del triunfo. Y quien con más derecho para celebrarlo que Marcela Rivera, la esposa del autor: Julián Parra.

La dedicatoria a Luciana – su hija - la observó todo el país, pues el goleador la hizo ante la cámara de Win Sport.

Cuando el partido finalizó Lina Zulúaga,  se tapó la cara con sus manos, bajó la cabeza y entre un emocionado sollozo, le dio gracias a Dios.

El lunes nuevamente estarán juntas para observar el último partido, pero con la diferencia de que no será en una casa, sino en el portentoso estadio Metropolitano de Barranquilla. “Todos integramos una familia que se llama Unión Magdalena”, dijeron las mujeres.

Por Agustín Iguarán

Facebook
Twitter
Messenger
Whatsapp
Convierta a El Heraldo en su fuente de noticias
X
COMO REPORTAR A WASAPEA
1. Agrega a tu celular el número de Wasapea a EL HERALDO: +57 310 438 3838
2. Envía tus reportes, denuncias y opiniones a través de textos, fotografías y videos. Recuerda grabar y fotografiar los hechos horizontalmente.
3. EL HERALDO se encargará de hacer seguimiento a la información para luego publicarla en nuestros sitio web.
4. Recuerda que puedes enviarnos un video selfie relatándonos la situación.