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El arma con que se cometió crímen en Miramar fue encontrada en la mano de Bossio Ayala: Policía

Alfredo Yesid Bossio Ayala y Katherine Miranda Parra.

En hechos que son materia de investigación por parte de la Policía, un hombre, identificado como Alfredo Yesid Bossio Ayala, habría matado a su esposa, Katherine Miranda Parra, a su hijo y luego se habría suicidado. 

Los hechos ocurrieron en el apartamento 422 apartamento del edificio Tozcana, ubicado en la Transversal 44 No. 100-81, sector de Miramar, en el norte de Barranquilla.

De acuerdo con las primeras versiones, el caso habría ocurrido en la madrugada del miércoles, pero solo hasta anoche fueron hallados los cuerpos.

Así lo confirmó Gonzalo Carrero, subcomandante operativo de la Policía Metropolitana de Barranquilla, quien aseguró que "los investigadores lograron observar la rigidez de los cuerpos". 

Carrero, que  calificó este hecho como una situación "muy lamentable", explicó que en el arma, la cual fue encontrada en la mano de Bossio Ayala, "había sido legalmente aquirida, con salvoconducto, y era propiedad del señor".

Vecinos que no quisieron dar su identidad le contaron a EL HERALDO que los familiares de las víctimas habían llegado hasta el apartamento, hacia las 9 p.m., para saber si les había ocurrido algo, pues habían tratado de comunicarse con ellos durante el día, pero había sido imposible.

Al llegar al apartamento, contó un vecino, una mujer tocó insistentemente el timbre, pero nunca abrieron. Ante esa circunstancia, procedieron a ingresar al inmueble, donde se encontraron con la lamentable escena.

Los cuerpos sin vida de Alfredo Bossio, Katherine Miranda y de su hijo que fueron encontrados en la habitación principal, presentaban disparos en la cabeza producidos “por un revolver”, según se conoció.

La Policía informó que tanto la mujer como el niño de cuatro años de edad recibieron cada uno un disparo, mientras que el cuerpo de Bossio Ayala tenía un impacto en la sien, lo que haría suponer un suicidio.

Hasta el lugar se hicieron presentes miembros de la Sijín para realizar las labores de levantamiento de los cadáveres e iniciar las investigaciones del caso, teniendo en cuenta que también podría tratarse de un triple homicidio.

Esta última versión surge del hecho de que ni los vecinos ni la vigilancia privada del edificio escucharon las detonaciones. Además, al parecer, tampoco se oyeron disputas al interior del inmueble.

Para los investigadores que se hicieron presentes en la escena del crimen también resulta curioso que nadie haya escuchado nada.

Algunos de los familiares de las víctimas, así como vecinos del edificio se reunieron en el parqueadero intentando explicarse lo ocurrido. Incluso, los residentes se mostraron sorprendidos por el hecho, pues los describieron como una familia sin problemas.

 

Por Redacción Judicial

 

 

 

 

 

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