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John Carlos Marín Ojeda, de 29 años, estaba viendo una película en la casa de un vecino en Palmar de Varela, cuando un sujeto entró a la vivienda y lo baleó. Archivo
Judicial

Homicidios a domicilio: ni en sus casas se salvaron

Durante el 2014 se han registrado 198 casos de sicariato, 36 son bajo esta modalidad. “Utilizan a conocidos que los sacan o les disparan desde las ventanas de las casas”: Policía.

Homicidios a domicilio sería la denominación perfecta para el modus operandi que están utilizando los pistoleros a efectos de garantizar el éxito de su objetivo criminal.

Este año se han registrado en Barranquilla y su Área Metropolitana 36 asesinatos en los que las víctimas han sido ultimadas dentro de sus viviendas, un lugar donde cualquiera persona se sentiría segura

Hay que aclarar que esta cifra, suministrada por la Policía, no incluye los casos en los que las víctimas han sido asesinadas en medio de riñas.

El último atentado de este tipo ocurrió esta semana en el barrio Santa María, en el sur de la ciudad.

Allí el blanco fue José Luis Ortega Ayala, asesinado de tres balazos mientras veía televisión.

Según sus familiares el responsable fue un pariente lejano de su compañera sentimental. El sujeto está prófugo.

Conocidos de las víctimas los entregan

Con respecto a estos hechos criminales, el comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, general José Vicente Segura, declaró a AL DÍA que en este tipo de homicidios existe un elemento en común, y es que en la mayoría de las veces quien materializa el asesinato es alguien conocido de la víctima.

“Tienen algún vínculo, y por eso se les facilita acceder a la casas de sus víctimas”, explicó el alto oficial.

El general Segura afirmó que los móviles de estos homicidios, en la gran mayoría de los cassos son por ajustes de cuentas y deudas de por medio.

“Les queda más fácil ubicarlos en su residencia, y normalmente viven cerca de sus víctimas. Consideran que las casas son un sitio más tranquilo y de menos riesgo para ellos”, subrayó Segura.

Durante este año se han registrado en Barranquilla y el Área Metropolitana 198 casos de sicariato, en los que están incluidos los 36 que se han cometido ‘a domicilio’, que representan el 18 % dentro de la estadística que lleva la Policía Metropolitana.

Otro de los detalles que han encontrado los investigadores es que comunmente son cometidos en horas de la noche, cuando el objetivo está descansando y es presa fácil para el actuar de los criminales.

“Para el sicario también hay riesgos. La víctima dentro de su casa puede estar armada. Por eso utilizan a conocidos para que los llamen y la persona salga con toda confianza a la terraza de la casa, o les disparan desde las ventanas de las viviendas”, agregó el comandante de la Policía Metropolitana.

Es más fácil individualizar al asesino

El criminal que comete el asesinato sabe que dentro de los riesgos que corre está el ser identificado, puesto que siempre hay gente que los reconoce, ya sea un vecino o un mismo familiar.

“Dejan un línea para la investigación, además los familiares por lo general saben si la víctima tenía problemas, y esto ayuda a que los investigadores puedan llegar a los responsables”, precisó también el general José Vicente Segura.

Este tipo de situaciones genera temor en la comunidad; sin embargo, no hay que olvidar que detrás de estos homicidios siempre hay un móvil relacionado con amenazas, problemas pasionales, ajustes de cuentas o vínculos con actividades ilícitas, manifiesta el jefe policial.

Recuento de 14 casos

Este es un recuento de 14 de los casos más relevantes que se han cometido en el año. Siete tuvieron lugar en Soledad, cinco en Barranquilla,  Galapa y Palmar de Varela registran un solo caso.

26 de febrero. David Ulises Bustos Serge fue asesinado en la sala de su apartamento por un sujeto con el que estaba dialogando. El homicidio se cometió en el barrio Montes.

29 de mayo. John Carlos Marín Ojeda, de 29 años, estaba viendo una película en la casa de un vecino en Palmar de Varela, cuando un sujeto entró a la vivienda y lo baleó.

19 de junio. Marceliano Padilla, de 33 años, veía televisión en la habitación principal de su casa en el barrio Ferrocarril, y su asesino, por la ventana que da hacía la calle, le disparó.

25 de junio. Vladimir González Montero fue asesinado de varias puñaladas por un hombre y una mujer que se metieron hasta su habitación en el barrio Villa Estadio.

9 de julio. Haider Humberto Portela Murillo veía televisión en su habitación cuando un sujeto lo baleó. El asesinato se registró en el barrio Villa Selene, en Soledad.

21 de julio. Rubén Darío Medina Pertuz, estaba de visita en una casa en el barrio Villa Soledad, y desde la ventana de la casa le propinaron  varios disparos.

1 de agosto. Steven Pedro Niebles Zambrano estaba probando un picó en la terraza de su casa en el barrio Montes, y hasta allí llegaron los asesinos a matarlo.

18 de agosto. El profesor Carmelo Gutiérrez fue asesinado por un sujeto que ingresó a su casa en Nuevo Éxito, en Soledad. Estaba calificando exámenes cuando lo balearon.

15 de octubre. Ruby Esther Arrieta Herrera estaba con sus hijos en la sala de su hogar, y un sujeto la llamó por la ventana, pero al atenderlo le propinó varios disparos.

15 de octubre. José Luis Miranda Marín lo asesinó un tipo que ingresó hasta la sala de su casa en el barrio San Francisco, en Galapa. Veían televisión en la sala de la vivienda.

20 de octubre. Kelly Caamaño Gómez, fue asesinada en la puerta de su casa frente a sus hijos en el barrio Soledad 2000. La víctima tenía pocos meses de vivir en el sector.

25 de octubre. Manuel Enrique González Sáenz veía televisión en su casa en el barrio El Bosque, y desde la ventana que da a la calle le propinaron 13 balazos.

6 de noviembre. Jesús Alberto Rocha Vanegas reposaba el almuerzo en la sala de su casa en Sourdis, pero el rato de descanso se lo acabaron de seis balazos.

20 de noviembre. José Luis Ayala Ortega, de 29 años, veía televisión en la sala de su casa en Santa María, y fue sorprendido a balazos por un primo lejano de su mujer.
 

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