El Heraldo
NÉSTOR DE ÁVILA.
La Guajira

Así permanecen 980 internos en una cárcel diseñada para 256

La lucha por el espacio en la cárcel judicial de Valledupar se traduce en riñas y enfermedades. “Al Inpec lo han dejado solo”, dice director del penal. Representante a la Cámara Eloy Quintero promueve debate en el Congreso sobre hacinamiento.

Los días se hacen largos para los 980 reclusos de la cárcel judicial en Valledupar. Allí el hacinamiento supera el 300% de su capacidad real que es de 256 internos. En medio de altas temperaturas conviven con la incomodidad, duermen prácticamente unos encima de otros y muchos están enfermos.

La situación es alarmante, al punto que la misma lucha del espacio desencadena en riñas y problemas de drogadicción.

“Aquí vivimos mal”, señala Óscar Andrés Barrios, detenido en el patio dos, donde se encuentran otros 230 hombres, a pesar que este pabellón solo está acondicionado para 60 personas.

“No nos llega agua, a veces uno está durmiendo en las colchonetas que tiramos al piso y nos pasan por encima otros internos y eso da motivo para peleas”, advierte.

EL HERALDO recorrió ayer los patios de la Judicial, uno a uno,  por lo que pudo palpar las condiciones deplorables en que se encuentra la población. En compañía de una comisión integrada porla Personería de Valledupar, la Procuraduría regional del Cesar, de la Alcaldía, la Defensoría del Pueblo, del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, y el congresista Eloy Quintero, las quejas de los privados de la libertad fueron escuchadas.

Éver Ramírez, otro interno, dice que “pedimos soluciones, y clamamos que se resuelva el paro judicial porque muchos internos están esperando la libertad y no le han dado salida”.

En el patio dos, la capacidad es para 60 internos y conviven 230, en medio de temperaturas que superan los 40 grados.



LA CONVIVENCIA ES DIFÍCIL. En el pabellón de las mujeres la situación es difícil, tiene una capacidad para 22 internas y en la actualidad hay 75. El relato de Shirley Flórez Torres es más descarnado. “No hay espacio ni para las visitas conyugales, cuando vienen nuestros compañeros tenemos que tener relaciones en el baño, mientras otras vigilan para avisar cuando viene la guardia”.
  
El personero Alfonso Campo, señaló que “la percepción que nos llevamos de esta visita es la ratificación de las denuncias que hemos hecho los entes que hoy estamos aquí”.

El representante a la Cámara, Eloy Quintero Romero, quien propició la visita a este centro carcelario, señaló que se prepara un debate en el Congreso para resolver el tema del hacinamiento en las penitenciarías del país. “
  
El director de la cárcel judicial, capitán Luis Perdomo, señaló que al Inpec lo han dejado solo en el manejo de los reclusos, cuando también es responsabilidad de los entes territoriales.

En el patio dos, la capacidad es para 60 internos y conviven 230, en medio de temperaturas que superan los 40 grados.

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