Alemán taló 80 árboles para construir vía hasta su finca, confirma Corpamag
Ernest Weber insiste en que tenía permiso de la autoridad ambiental.
El alemán Michael Ernest Erwin Weber Oswald, señalado de ser el autor del denominado desastre ecológico de la Sierra Nevada, al talar más de 80 árboles nativos para abrir una vía en la vereda el Campano, jurisdicción de Minca, aseveró que hubo una autorización de Corpamag para proceder en un tramo de mil metros.
La afirmación del extranjero fue controvertida por el ente ambiental, que a través del coordinador del ecosistema Sierra Nevada, Juan Carlos Aarón Ordóñez, precisó que “este señor ni hizo solicitud ni se le otorgó permiso alguno para hacer la actividad”.
Weber – como le dicen en el área - indicó que “dimos un permiso de servidumbre para que un vecino hiciera la prolongación de una carretera, de tal forma que pudiese llegar en vehículo hasta el predio”.
Permiso para 5 árboles
Al respecto Jeison Pulido Mancipe, subdirector jurídico de la Fundación Proaves - entidad que denunció la tala – manifestó que el permiso de que el ciudadano alemán habla al parecer era para talar 5 árboles en un kilómetro, pero al final fueron más de 80.
“Con una máquina excavadora y un buldózer se atravesó la carretera aproximadamente en 11 kilómetros destruyendo el bosque nativo”, anotó.
“El daño causado por el señor Weber es de un gran impacto afectando directamente todos los procesos de conservación que Parques Nacionales y la Proaves vienen adelantando en esta importante zona por décadas”, dijo la Fundación.
¿Lío de tierras?
Lo que EL HERALDO conoció es que entre el alemán y la Fundación Proaves de Colombia existen diferencias por tierras. El extranjero comentó que esta entidad “se adjudica un territorio que hoy está en manos de los jueces”.
Explicó que del predio La Victoria –de su propiedad– por un convenio pactado con Proaves se les cedieron 511 hectáreas de reserva forestal, pero supuestamente éstos rebasaron los linderos.
Añadió que La Victoria–una finca cafetera– tenía 1.223 hectáreas, de las cuales pasaron a la Fundación 511, pero ésta se adjudicó 386 hectáreas adicionales.
“Este tema está en manos de los jueces para que se regre se a los linderos originales”, señaló.
Weber recalcó que “fuimos nosotros quienes promovimos la protección de la fauna y la flora al cederles ese número de tierras”, comentó.
Las denuncias de ProAves publicadas en la edición de ayer ocasionaron además una marcha pacífica de protesta por la tala de bosques. “Nuestro territorio es sagrado”, coincidieron.
