El Heraldo
Miembros de la institución policial les hicieron una calle de honor a Lucas y Ganster, para homenajearlos.
Magdalena

Como héroes, la Policía pensionó a ‘Lucas’ y a ‘Gánster’

Estos perros antiexplosivos cumplieron 10 años de servicio y trabajaron 29.200 horas. “Forman parte de nuestras vidas”, dicen sus adiestradores.

Con calle de honor y en medio de pétalos de flores rojas,  fueron ‘pensionados’ Lucas y Ganster, perros insignias de la Policía Nacional  que durante 9 años les sirvieron a la Patria. En la plaza de armas de la institución, en Santa Marta, se les dijo adiós.

Sus adiestradores, el intendente Adalberto Pinedo Delghans y el patrullero Milton Fierro, respectivamente, dejaron ver en sus rostros la tristeza por la obligada separación, pero al mismo tiempo su alegría porque sus leales compañeros cumplieron cabalmente con su deber, hasta el final.

“Es como un hijo o un hermano; es parte de mi vida, es mi familia”, dijo el suboficial Pinedo, guía canino de Lucas.

La sensibilidad de quienes asistieron al acto quedó al descubierto cuando al momento de decirles adiós a los veteranos sabuesos, se les dio la bienvenida a Isis y a Ioga,  los pastores belgas importados que los reemplazan y quienes apenas empiezan a olfatear el peligro para la defensa y seguridad de la ciudadanía.

El retiro de Lucas y Ganster, con 10 años de vida (70 en un ser humano)  se dio luego de que ambos llegasen a los 9 años de servicio, acumulando cada uno 29.200 horas de trabajo.

Lucas es un labrador criollo nacido en Santa Marta y Ganster, un pastor importado de Bélgica. Ambos están especializados en antiexplosivos, sin embargo el primero, tiene también la facultad de desarrollar tareas antidrogas, algo que, según su adiestrador, “se da en uno de cada cien perros”.

Lucas y Ganster, con sus uniformes de la Policía.

Durante el servicio fueron enviados a misiones especiales, en Bogotá, Cartagena, Barranquilla y otras ciudades colombianas. Velaron por la seguridad de personajes del mundo como los ex presidentes de Estados Unidos Bill Clinton y George Bush; el actual mandatario de ese país Barak Obama;  la familia Real de España, el fallecido gobernante de Venezuela, Hugo Chávez y otros jefes de estados latinoamericanos.

A ellos se les ‘pensionan’  porque cumplieron con los años de servicio establecidos por la institución (9) y porque por la edad que tienen han perdido gran parte de su capacidad de olfato.

Nostalgia. El intendente Adalberto Pinedo, es quizás quien más motivos tiene para sentirse nostálgico, pues él fue quien siendo apenas Lucas un cachorro lo recibió en sus brazos. Desde ese momento no se habían separado.

Y es que este perro fue testigo de los ascensos y las superaciones de su amo. Desde cuando era patrullero, luego como subintendente y ahora como intendente. Hoy el suboficial Pinedo es el jefe de la unidad canina de la Policía Metropolitana de Santa Marta.
“Mi vida y la de Lucas van ligadas y aunque no estemos juntos en el servicio lo podré visitar en los patios de la Policía Antinarcóticos en donde descansa a plenitud”, comentó.

Afirma que su hijo Iván José, de 9 años, ama al perro, tanto como a cualquier miembro de la familia,  al punto de que “antes de decir papá o mamá, la primera palabra que el niño dijo fue: Lucas”.

“Nos deja un vacío, pero nos queda la satisfacción que está vivo y que lo podemos visitar cada vez que queramos”, agregó.

Paradójicamente el intendente Adalberto Pinedo no tiene perro en su casa, aunque dice que tiene 16, es decir, el total de caninos con que cuenta la Policía Metropolitana de Santa Marta.

Consuelo. Ahora que están retirados de la vida militar, Lucas y Ganster serán paseados, vivirán cómodos y tranquilos gozando de los placeres de la vida perruna. Próximamente serán objeto de un reconocimiento en la Dirección general de la Policía, en Bogotá.
“Tenemos sentimientos encontrados, pues nos invade la nostalgia por su ida, pero al mismo tiempo nos llena de felicidad porque van a un merecido descanso”, dijo el intendente Pinedo.

Por lo pronto Isis e Ioga, tienen el reto de no ser inferiores a quienes reemplazan.

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