El Heraldo
José Puente
Magdalena

La gente “parece que disfrutó” del linchamiento del vigilante: Policía

Santa Marta repudia la lapidación de un hombre el pasado domingo en el barrio El Parque y clama justicia. Sicólogos hablan de una “sociedad enferma”. 

Rabia, consternación y repudio es lo que en la mayoría de los samarios ha causado la lapidación (muerte a piedras) de un vigilante, el pasado domingo en la urbanización El Parque, al sur oriente de Santa Marta, a manos de un grupo de jóvenes presuntamente drogados. Dos de estos fueron capturados.

La falta de solidaridad de la multitud que observó el atroz crimen incrementó el sentimiento de rechazo de la sociedad, por tanto las voces de quienes desaprobaron la manera como mataron a Rafael Alejandro Viloria Franco, de 42 años, no se hicieron esperar.

Tampoco tardaron en escucharse las expresiones de censura ante la falta de solidaridad de los testigos que prefirieron grabar, tomar fotografías, azuzar y mirar con complicidad,  antes que evitar que la víctima muriera en estado de indefensión.
“Quizás pudo más el miedo que el coraje para salvarle la vida al vigilante”, dijo el psicólogo  Álvaro Solano, quien explicó que esta conducta requiere de un análisis de fondo.

“¿Porqué esa misma gente que observó el hecho no se levantó contra los criminales?”, preguntó.
 
Sin antecedentes

El suceso ha marcado nefastamente a Santa Marta, pues en la ciudad no hay anttecedentes recientes de un homicidio similar, es decir, en la calle de un barrio popular, a plena luz del día y con público.

“En otra dimensiones este suceso nos hizo recordar el circo romano”, anotó el  científico e  historiador Armando Lacera Rúa, quien dijo no tener en su memoria un hecho similar o parecido.

El profesor de sociología, Darío Navarro, afirmó que la sevicia con la que actuaron los homicidas y la frialdad que mostraron quienes estaban como observadores “es el significado de una sociedad enferma, de una humanidad que pareciera estar ávida de sangre”.

“Fue un asesinato cometido con satisfacción y complacencia”, añadió.

El abogado Eduardo Correa, quien ha dedicado tiempo de su profesión al estudio de los Derechos Humanos, se preguntó: “¿Qué clase de sociedad tenemos?”; y acto seguido cuestionó la falta de solidaridad y la forma cómo en algunos casos las redes sociales estimulan el masoquismo.

“¡Por Dios!... ¿en qué clase de seres humanos nos hemos convertido?”, anotó el jurista.

En este sitio ocurrió la lapidación. José Puente

“Estaba advertido”

El concejal Jaime Linero Ladino, morador del barrio donde ocurrió el atroz crimen, y quien fuera presidente de su junta de acción comunal, dijo que lo sucedido “es la crónica de un homicidio anunciado”.

Aseveró que en reiteradas ocasiones le hizo saber a la Policía Nacional, en cabeza de la entonces comandante en la ciudad, coronel Sandra Vallejos, que era urgente cambiar el sistema de cuadrantes, que había que instalar cámaras de seguridad y que se mirara el consumo de alucinógenos en la población juvenil, pues el incremento de ello era evidencia que en el sector estaban los expendios.

Padres de familia de la escuela del barrio han denunciado la venta de estupefacientes, incluso, aseguran que “en un árbol de trupillo que está detrás del campo de fútbol se dan cita consumidores y mercaderes”.

¿En qué clase de seres humanos nos hemos convertido

Medidas
El comandante de la policía metropolitana de Santa Marta, coronel Gustavo Berdugo, reclamó por la falta de solidaridad de la comunidad para con la víctima y señaló que es increíble que en vez de evitar, “lo que hicieron fue disfrutar el crimen como si fuera un espectáculo”.

Por ello para el jueves venidero se hará una audiencia comunal con el fin de implementar entre policía y habitantes estrategias de seguridad, pero también llevar acciones educativas encaminadas a la convivencia.

Lo que está claro es que a partir de la fecha se reforzará la seguridad en el sector y se trabajará en prevención al consumo de sustancias psicoactivas.

A su turno Priscila Zúñiga, consejera de seguridad y convivencia del Distrito rechazó  - como todos - el hecho de que los testigos del homicidio “prefirieron grabar la agonía de la víctima en vez socorrerlo”.

“Lamentamos profundamente este hecho, siendo los samarios personas de bien. Desde la Alcaldía hemos implementado los Comités Barriales de Seguridad en 19 sectores, pero habrá que extenderlos o ampliarlos”, comentó.

Pidió a la Fiscalía que este caso no quede en la impunidad, sin embargo recalcó en que “hay mucha indignación por la insensibilidad que hubo”.

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