Isla Salamanca: un aeropuerto mundial de aves en riesgo por el fuego
En este ecosistema se han registrado 47 incendios desde el 2014 que han afectado 275,7 hectáreas, según Parques Nacionales.
Las 56.200 hectáreas que componen la Vía Parque Isla Salamanca son el terreno ideal para más de 199 especies entre aves endémicas y otras que anualmente estacionan en su tránsito migratorio.
Esta categoría de “Vía Parque”, única en el Sistema de Parques Nacionales Naturales de Colombia, responde a las características de “faja de terreno con carretera, con bellezas panorámicas singulares y valores naturales”.
Denominado como el “aeropuerto internacional de las aves”, este ecosistema está en riesgo debido a los constantes incendios que le afectan. Esto, además, genera una gran afectación en la fauna y flora de la zona.
De acuerdo con Parques Nacionales, del 2014 hasta la fecha se han registrado 47 incendios que han afectado 275,7 hectáreas.
Además de las aves, el efecto de las conflagraciones afecta a 17 familias de reptiles como la boa constrictora, el caimán aguja, iguana, culebra cascabel, tortuga cana, tortuga verde, entre otras.
Dos de las especies de aves endémicas de la zona, que se ven severamente afectadas y que se encuentran categorizadas como amenazadas, son el colibrí cienaguero y el golofio.
El biólogo Antonio Ayala, teniendo en cuenta que el hábitat del colibrí es precisamente el manglar y este hace parte de la flora amenazada por las quemas, advierte en su trabajo ‘Ecología del colibrí cienaguero y el colibrí zafirino en la vía parque nacional natural isla de Salamanca - Ciénaga grande de Santa Marta’, que dichas quemas y las talas ponen en riesgo la existencia de estas especies.
Estas son las aves en riesgo por el fuego en Isla Salamanca
Más de 199 especies, entre aves endémicas y migratorias, que corren peligro.
Impacto mortal
La bióloga Jimena Bohórquez explica que estos incendios influyen en la migración y salud de las aves. Esta situación puede alterar de manera drástica los procesos migratorios que son muy específicos cada año.
La calidad de vida de los animales también se ve afectada con estas conflagraciones de manera grave porque alteran todo el ecosistema.
“Al igual que a los humanos, esto afecta a las especies. Por ejemplo, en Barranquilla tenemos alerta máxima de calidad de aire cuando hay un incendio. Imaginemos los animales que viven ahí porque ellos también pueden sufrir enfermedades a raíz de ello”.
El resto de la fauna también se ha visto desplazada por dichas conflagraciones en el ecosistema de manglar.
El educador ambiental Eric Deulufeut explica que las aves migratorias llegan a la Isla Salamanca porque saben que en ese lugar van a encontrar comida y hospedaje, por lo que las quemas ponen en riesgo el bienestar de las mismas.
Algunas aves pueden llegar a confundirse y cambiar su rumbo en caso de que en medio del proceso se tropiecen con una quema.
Daño irreparable
La vegetación es también una de las más afectadas por los incendios. De acuerdo con Bohórquez, daños de este tipo pueden tardar décadas en recuperarse.
“Teniendo en cuenta nuestro estilo de vida, el uso del suelo en Isla Salamanca y el objetivo de estas quemas, podría creerse que el daño es irreparable, pero normalmente la quema de vegetación también produce suelos relativamente fértiles que si se cuidan deben renovarse, pero toma mucho tiempo”.
La experta señala que el daño en esta zona sí podría considerarse como “irreparable” porque “sabemos de antemano que esos suelos van a ser usados para actividades que no van a permitir la restauración ecológica que hay después de una quema”.
La bióloga explica que si al ecosistema se le permitiera restaurarse este lo haría, pero al saberse de entrada qué es lo que pasará con estas tierras “no hay nada que hacer porque las van a destruir por completo, van a dejar infértiles los suelos”.
En condiciones naturales muchas quemas ayudan al ecosistema a repararse de manera natural, pero en el país y en especial en Isla Salamanca no se tienen esas garantías.
Ultimátum
De acuerdo con el Reporte de Riesgos Globales 2020 del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), estamos llegando al punto de no retorno y la humanidad va a superar la capacidad de renovación de recursos.
“Aunque gobiernos, empresas y ciudadanos han adoptado acciones para reducir su huella ecológica, el daño causado por la intervención humana parece ser irreparable”, advierte WEF.
Frente a este escenario, Bohórquez y Ayala coinciden en que las constantes quemas en Isla Salamanca agravan más la situación debido al desequilibrio natural que estas generan.
Los expertos además concuerdan en que lo que sucede en una parte del mundo altera el equilibrio natural debido a la “interconexión” que existe entre los ecosistemas.
Cabe recordar que Isla Salamanca fue declarada como área de protección en 1964 y posteriormente en 1998 fue reconocida como humedal de importancia mundial. En este 2020 se cumplen 20 años de haber sido declarada reserva del hombre y la biósfera por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
En la actualidad esta área está priorizada por el Sistema Regional de Áreas Protegidas (SIRAP) Caribe.
