"Hace años aquí estuvo el Seminario Mayor, en el barrio Daniel Lemaitre. Desde 1976 es la sede del Liceo de Bolívar.

Fue el orgullo de todos los cartageneros y los bolivarenses. De todas partes de la Región Caribe cada año padres de familia llegaban hasta sus puertas y hacían filas inmensas para lograr un cupo para sus hijos en el colegio público que los preparaba como ciudadanos, los hacía críticos y competentes para el país.

Así recuerdan los egresados, docentes y exprofesores del Liceo de Bolívar, una institución educativa con más de seis décadas de fundada y que en otrora fue una de las mejores del país.
Hoy, el Liceo lucha por salir de los últimos puestos de calidad educativa con un país y una realidad diferente a la que lo hizo famoso por sacar bachilleres de lujo, quienes pasaban en todas las universidades de Colombia con calificaciones superiores en sus exámenes de admisión.

La historia del Liceo de Bolívar, como lo reconocen sus egresados y el profesorado, ha estado marcada por periodos largos de superioridad académica y otros de muy baja calidad. Según los archivos de la institución educativa, ubicada en la actualidad en el barrio Daniel Lemaitre, en 1944 el colegio sufrió una crisis administrativa que le hizo perder de aprobación oficial. Esa crisis se prologó hasta 1950 y estuvo caracterizada por la adulteración de los libros de control y calificaciones.

Fue entonces cuando la institución se volvió la Facultad de Bachillerato de la Universidad de Cartagena, que más tarde se llamaría Colegio Departamental de Bachillerato.

Cambió al nombre de Liceo de Bolívar mediante el Decreto 49 del 31 de enero de 1950, expedido por el gobernador de la época, Alfredo Araújo Grau, quien nombró como primer rector a Moisés Melo y decidió que el colegio sería solo un plantel de enseñanza secundaria.

“La primera sede fue en el Cuartel del Fijo, edificio en el que funciona actualmente los juzgados. Desde sus inicios el Liceo de Bolívar se convirtió en uno de los más importantes planteles públicos de la Región Caribe por la calidad de su enseñanza y el empuje de sus estudiantes, quienes estuvieron muy activos no solo en lo académico sino en la lucha estudiantil que aspiró a derrocar la dictadura de Rojas Pinilla en 1957”, comentó el profesor Edison Posso, uno de los más antiguos docentes del Liceo.

Posso recordó que los liceístas, como se le conoce a los egresados de esta institución, se caracterizaron por liderar y ser solidarios con las causas populares y el cuestionamientos de las políticas educativas nacionales, que en muchas ocasiones generó protestas con cierres temporales del establecimiento.

“A pesar de esta situación el nivel académico se mantenía y eso dio como resultado profesionales de mucha calidad, con figuración en la vida política y cultural de su nación y el exterior”, explicó Posso.

Entre esos estudiantes destacados y egresados del Liceo de Bolívar está el famoso neurocirujano Luis Yarzagaray, jefe de Cirugía y del Laboratorio de Investigación y Microcirugía del Edward Hospital y del MacNeal Hospital, de Chicago.
También fue médico personal de los presidentes de Estados Unidos Jimmy Carter y George Bush (padre).

1976, un año cruel. Para los profesores y egresados consultados por EL HERALDO, el año 1976 fue crucial para el futuro del Liceo de Bolívar. Afirman que ese año la fuerza pública combatió con violencia las luchas del movimiento estudiantil.

“El Ministerio envió como rector a Antonio Castaño, quien llegó con carta blanca para clausurar los estudios. Los estudiantes lo apodaron Pinochet, porque desde su llegada muchos estudiantes fueron perseguidos, encarcelados y expulsados, al igual que varios  profesores”, recordó el docente Posso.

Luchan por subir el nivel. La realidad del plantel educativo en la actualidad es distinta. Los estudiantes no han sacado los mejores resultados en las pruebas de Estado, pese al esfuerzo que vienen realizando los profesores, quienes además de ser docentes, tienen que ser también padres de los jóvenes que llegan al colegio, en su mayoría, de hogares desintegrados y de barrios donde la violencia y las pandillas son ley.

“Son muchos los esfuerzos que tenemos que hacer y con mucha disciplina y organización hemos logrado en los últimos años crear y mantener activa la escuela de padres, donde hacemos reuniones con ellos para cultivar valores en la familia y orientar a los progenitores para enfrentar los problemas”, explicó Nury Troncoso, coordinadora de la jornada de la mañana en el Liceo de Bolívar.  
Infraestructura deficiente. La actual sede del Liceo de Bolívar, ubicada en el barrio Daniel Lemaitre, fue en otrora el Seminario Mayor, donde funcionó primero el Colegio Departamental Femenino Nuestra Señora del Carmen.

En 1976, para evitar que los estudiantes del Liceo bloquearan la avenida Pedro de Heredia en cada protesta y con ello a la ciudad, el Gobierno departamental decidió hacer un intercambio y pasar al Departamental Femenino hacia el edificio del Liceo de Bolívar en la Pedro de Heredia y al Liceo hacia el barrio Daniel Lemaitre, donde funcionaba el colegio para señoritas.

“Esta semana estoy recibiendo la rectoría, tengo escasos tres días, pero ya te puedo decir que existe una evidencia del mal estado en varios sectores de la edificación actual que están muy deteriorados en puntos clave como columnas  y techos, en especial el del tercer piso. Vamos a solicitar recursos al Distrito para subsanar esta situación”, aseguró  Danilo Acosta, nuevo rector del Liceo de Bolívar.

Acosta explicó que además de los problemas estructurales en la sede principal, las subsedes como la del 7 de Agosto también están abandonadas y adolecen de espacios recreativos e, incluso, una de ellas quedó junto a un hospital, lo que también preocupa a la comunidad educativa.

Los profesores también piden el retorno de los servicios médicos, de enfermería y odontología, los cuales fueron retirados por la Secretaría de Educación Distrital desde hace varios años.

Por Elvis Martínez Bermúdez
 

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