Tolú no tiene ni bañistas ni pescadores
Cerraron 4.5 kms de playas de Berrugas, en San Onofre.
En la mente de los pescadores aún permanece fresca la imagen de aquellos años en que ver pedazos de petróleo en la playa era sinónimo de prosperidad, pero hoy es la razón que motivó al alcalde del puerto turístico a tomar una decisión sin precedentes: cerrar 5 de las playas por tiempo indefinido.
Pedro Padilla recuerda que cuando niño recibía lo que hoy representa $20 mil por recoger manchas negras que traía el mar, no sabía de qué material se trataba, pero siempre supo en qué invertir el dinero, que “era un montón de plata”.
La mirada de los nativos es otra, en la actualidad por la recolección les cancelan $80 mil, pero algunos como Padilla no son niños y los que sí lo son conocen la importancia del medio ambiente, “es que a los toludeños nos duele el Golfo de Morrosquillo, no queremos dinero, solo que las petroleras hagan lo que tengan que hacer para recuperarlo”, dice Julián Medina, presidente de la Asociación de Pescadores.
Jaime Zúñiga, historiador, asegura que desde 1951 cuando llegaron las primeras petroleras iniciaron los derrames, pero en pequeñas proporciones.
En 479 años de Tolú solo se había prohibido el ingreso de bañistas solo una vez por la presencia de un ‘tiburón’. “En enero 1995 no permitían bañarse porque un supuesto tiburón asustó a un odontólogo y a un niño, después decían que era un caimán y al final coincidieron en que era un buzo. La verdad nunca se supo, pero fue una temporada de muchas pérdidas porque los únicos que se atrevían a bañarse eran los nativos”, relata Zúñiga.