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La preparación de Paulina Vega para lograr el título de Señorita Colombia comenzó meses antes de llegar a Cartagena. Josefina Villarreal
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Atlántico, una fábrica de reinas

Con once coronas obtenidas el Comité de Belleza del departamento se ha convertido en una industria para seleccionar y preparar a la candidatas. Acá le contamos de dónde sale tanta belleza.

Con once coronas de Señorita Colombia, el Atlántico ratifica su fama como una tierra en la que crecen mujeres hermosas con cuerpos sanos y armoniosos. “Yo diría que las mujeres barranquilleras son las más bellas de Colombia” sostiene Alfredo Barraza “porque los comités que han estado detrás del Concurso Nacional de Belleza desde los años setenta, ochenta, noventa y hasta ahora siempre han seleccionado a la niña indicada para ganar la corona de Señorita Colombia”.

Definitivamente el Comité de Belleza del Atlántico tiene el ojo clínico para escoger quien será la candidata que le traerá el título al departamento y sin lugar a dudas ellos son quienes poseen más motivos para celebrar estos once triunfos, según expresa su presidente Ramón Jesurun. “Para nosotros es una inmensa responsabilidad escoger quien será la próxima Señorita Atlántico. Hemos trabajado mucho para nombrarlas con anticipación y así se puedan preparar mejor para el concurso”.

El Comité de Belleza del Atlántico recibe anualmente docenas de hojas de vida de aspirantes de todo el departamento y entre ellas escoge quiénes serán las candidatas llamadas a una selección. “Este trabajo comienza año tras año, como en el mes de enero, y vamos viendo varias hojas de vida hasta tomar una decisión final”, expone Jesurun.  El comité no está de acuerdo con los  concursos abiertos porque “Eso nos permite ser más selectivos a la hora de escoger a la candidata”, señala Jesurun.

Apenas el comité le pone el ojo a una posible Miss Atlántico, está pendiente de su preparación, incluso hasta con dos años de anticipación, para que llegue pisando fuerte el 11 de noviembre al Centro de Convenciones.

Esta entidad se encarga además de reunir fondos con varios patrocinadores para proporcionar el ajuar que llevará la candidata a Cartagena, consistente en el traje artesanal y el vestido de coronación, porque el resto del vestuario lo aporta del Concurso Nacional de Belleza. “La preparación y el vestuario siempre se han hecho en Barranquilla. Generalmente los diseñadores han sido Alfredo Barraza y Amalín de Hazbún”.

En los días previos al reinado, el comité, con ayuda de la Gobernación y el Distrito, desplazan a Cartagena una compleja logística que incluye dos stands y promoción turística de la ciudad y la candidata, como afirma Enrique Chapman, productor del comité. “Hacemos todo un lobby en el Hilton para animar a la candidata y a las comitivas en Cartagena, con el respaldo de la Gobernación y de la Alcaldía, porque no es fácil luchar una corona en Cartagena”.

Históricamente, esta entidad ha sido el motor para que el departamento se destaque en este certamen nacional. “Yo creo que el comité del Atlántico tiene muy claro los parámetros intelectuales y físicos que busca el Concurso Nacional de Belleza en una Señorita Colombia” afirma Adriana Tarud Señorita Colombia en 2004.

“El comité siempre nos exigía una preparación. Tenías que tener un peso específico y unas medidas que no tienen nada ver con las de ahora (risas). Ahora las candidatas son más delgadas, antes éramos más gorditas y así era el gusto del público en general, pero igual nos preparábamos”, recuerda María Luisa Lignarolo, Señorita Colombia en 1971.

En algunas ocasiones, la candidata del departamento fue elegida en un concurso abierto, como fue el caso de Lizeth Mahecha. “A mí me eligieron en un reinado departamental. Recuerdo que era la menor del grupo, porque tan solo contaba con 17 años. A pesar de que no tuve mucho tiempo para prepararme, conté con el apoyo de todo el departamento”.

Haga clic aquí para ver la galería de las 11 reinas nacionales de belleza salidas del Atlántico

Así Paulina ganó la corona. Meses de disciplina y concentración vivió Paulina antes de obtener el título de Señorita Colombia. “Paulina fue una niña que llegó a mi casa con una frase que me dejó pensativo mucho tiempo: yo vengo a donde ti, porque quiero ganar y me estaba dando una responsabilidad muy grande y creo que cumplimos”, expresa Alfredo Barraza.

La preparación de Paulina Vega Dieppa para el certamen de belleza más importante del país tuvo una nutrida agenda en Bogotá, en el Centro Integral de Belleza de Javier Murillo, considerado como la universidad de la reinas del país.
Esta asesoría en la capital contó con tres meses de preparación en manejo de cámaras, fotografía, maquillaje, etiqueta, protocolo, pasarela, teatro y hasta tuvo el acompañamiento de una psicóloga durante todo el proceso.

El día de Paulina comenzaba en el  gimnasio de lunes a viernes y después dedicaba una hora diaria a sus clases de pasarela con la exseñorita Colombia María Mónica Urbina. “Paulina aprendió muy rápido. Ella tiene algo que me encantaba mucho y es que era muy auténtica, fresca, natural y que tiene un estilo propio y eso es muy importante para marcar la diferencia”, dijo María Mónica.

De 2 de la tarde a 7 de la noche la nueva Señorita Colombia tomaba clases donde Javier Murillo. Estas sesiones eran parecidas a un reality, en el cual, citaban a un jurado externo con el fin de evaluar a las aspirantes. “Para esos encuentros llamamos a políticos, periodistas, médicos, psicólogos, fotógrafos y hasta diseñadores para calificar a las estudiantes”, cuenta Javier Murillo.

En Barranquilla Paulina también se preparó con el abogado y reinólogo José Gómez quien desde el 28 de febrero de este año hasta el día de la entrevista con el jurado estuvo junto a Paulina asesorándola en fogueo periodístico. “Hicimos una parte presencial en Barranquilla y la otra preparación se realizó por Skype”,  explica José.

La nueva Señorita Colombia a diario revisaba el New York Times y varios periódicos del mundo para estar atenta a la actualidad. Estas clases virtuales se hacían en inglés y en español con el propósito de “que aprovechen su naturalidad con los conocimientos que tienen y que expresen su autenticidad”, señala Gómez.

Desde la firma del decreto por parte del Gobernador encargador Jaime Berdugo y Ramón Jesurun comenzó la preparación de Paulina, el pasado 5 de abril.

Patrocinar la belleza. Mientras la industria de la belleza en Venezuela mueve millones de dólares en vestuario y cirugías los costos para ser Señorita Colombia han bajado considerablemente con el paso de los años. En otras épocas se llegó a cuantificar hasta en más de 150 millones de pesos, hoy en día prepararse para ser Señorita Colombia puede costar de 40 a 50 millones.

Entre clases de glamour, etiqueta y pasarela las candidatas al título pueden llegar a gastar de uno a cinco millones de pesos. “Nosotros también acogemos a candidatas de departamentos que no cuentan con los recursos necesarios para su preparación y aquí les ayudamos” explica Javier Murillo.

En la pasada elección de Miss Universo desfilaron vestidos que podían costar cientos de dólares, pero en Colombia un atuendo de coronación puede alcanzar desde los cinco hasta los diez millones de pesos.

Según impuestos se conoce que entre los departamentos que más destinan recursos para apoyar a sus reinas están Atlántico, Antioquia, Valle, los santanderes y Magdalena.

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