‘Miche’ vibró con el metal de Koyi K Utho
Los asistentes vibraron en una jornada musical de sana convivencia, en el marco de este festival realizado el sábado en la Plaza de la Paz.
Los cabellos de colores, los taches y las botas industriales se tomaron la Plaza de la Paz la tarde del sábado. Quienes los lucían estaban a la espera de que el festival de rock más importante del Caribe abriera sus puertas.
A las 4:00 p.m. se dio la señal de entrada al evento. Los jóvenes amantes de este género comenzaron a disfrutar del Miche Rock Festival.
La afluencia de personas a tempranas horas no era mucha. Sin embargo, la banda Triskel hizo mover los cuerpos con una primera tanda de metal.
En el extremo derecho de la Plaza de la Paz se adecuó ‘La Zona Extrema’, un complejo deportivo para los patinadores, quienes sobre ruedas sorprendieron a los asistentes con sus acrobacias.
Mientras la tarde caía, el público seguía llegando a la Plaza de la Paz, y desde la imponente tarima del Miche Rock se anunciaba la presentación de las bandas participantes.
Ninnagesh subió al escenario empezando la noche. A esa hora la plaza aún no alcanzaba su aforo, pero había euforia entre los asistentes, en especial después del tributo que Ninnagesh le rindió a la música del Caribe a ritmo de ‘guitarrazos’ distorsionados.
Lo más esperado. La organización del evento había anunciado, dentro de su cronograma, un seriado de metal, siendo la banda bogotana Koyi K Utho la más esperada.
La banda insigne del metal industrial colombiano, se presentó casi a las 9:00 de la noche, luego de la muestra de bandas barranquilleras como Verbena Army y Retro Feel, que hicieron mover al público con su música fusión.
Hubo un frenesí en la plaza cuando las luces empezaron a apagarse y encenderse. Era el prefacio para la puesta en escena de Koyi K Utho.
A lo lejos de la tarima se apreciaba flotando una motosierra. Los bogotanos iniciaron con un cover del grupo Sepultura que puso a brincar a los barranquilleros.
El concierto terminó con la presentación de Scarlet Reef y Sicotrópico.
Durante las diferentes presentaciones los asistentes poguearon. El ‘pogo’, baile característico entre quienes escuchan rock y consiste en empujarse unos con otros, se desarrolló sin inconvenientes.
Buen comportamiento. Álvaro Rodríguez es asistente continuo a este festival, y cuenta que este año se pudo ver una mejor producción. “El escenario fue lo mejor. Ya era hora de que Miche posicionara bien este evento”.
Como él, fueron muchos los asistentes asombrados con la puesta en escena, juego de luces, sonido nítido de la amplificación y las proyecciones realizadas en vivo.
Álvaro Granados, otro de los asistentes, resaltó el buen comportamiento del público, en especial, después de que en ediciones anteriores los asistentes protagonizaron desmanes que generaron la suspensión del festival.
En esta edición, el buen comportamiento se debió, en parte, a la organización dispuesta para el ingreso de los asistentes.
Las entradas al festival estuvieron custodiadas por personal del staff de Miche y agentes de la Policía Nacional.
La tolerancia con la diversidad también fue clave porque a pesar de que el plato fuerte del festival era el metal industrial de Koyi K Utho, los asistentes se mostraron tranquilos, disfrutando de las manifestaciones musicales que antecedieron la llegada de los bogotanos a la tarima.