Las tres hijas es una película que explora los complicados lazos familiares a través de la historia de Rachel (Natasha Lyonne), Katie (Carrie Coon) y Christina (Elizabeth Olsen), tres hermanas que se reúnen en el apartamento de su padre, Vincent (Jay O. Sanders), ante la inminente muerte de éste. Vincent sufre una enfermedad terminal, y el sonido constante de la máquina que mantiene su corazón en funcionamiento crea una atmósfera cargada de angustia y dolor.
Este ambiente tenso se ve aliviado por destellos de humor que surgen de lo cotidiano. El director Azazel Jacobs sabe equilibrar magistralmente ambos elementos, ofreciendo una mirada realista y a la vez compleja de lo que significa enfrentar la muerte dentro del contexto familiar.
Rachel, la “oveja negra” de la familia, es la única que ha permanecido al lado de su padre en su apartamento. Su relación con Katie, la hermana mayor, está marcada por la tensión y los desacuerdos. Katie, que vive cerca junto con su esposo y su hija adolescente, ha mantenido cierta distancia con Vincent. Sus monólogos catárticos parecen dirigidos más a desahogar sus frustraciones que a buscar una respuesta de Rachel. Por su parte, Christina actúa como la conciliadora, tratando de suavizar las tensiones poniendo sus propios sentimientos a un lado en aras de mantener la paz.
El guión se desarrolla con una agudeza notable, evitando caer en sentimentalismos innecesarios. La puesta en escena tiene una clara influencia teatral, favoreciendo los diálogos intensos y las interacciones entre los personajes. Además, el elenco secundario, compuesto por personajes como Angel (Rudy Galvan), la trabajadora de hospicio, Víctor (José Febus), el guardia de seguridad, y Benjy (Jovan Adepo), amigo de Rachel, enriquece la trama sin desentonar.
Aunque la película mantiene una atmósfera de constante tensión entre las hermanas, se percibe un proceso gradual de comprensión y acercamiento. Como suele suceder con los conflictos familiares no resueltos, las heridas siguen abiertas, lo que complica cualquier intento de reconciliación.
El filme toca temas universales como los lazos familiares, la adopción y las diferencias de clase socioeconómica, lo que lo convierte en un relato fácilmente identificable para el público. Son numerosas las historias sobre la muerte y familias disfuncionales, pero Las tres hijas se distingue por su sinceridad y honestidad.
Además, el guión plantea preguntas inquietantes sobre los valores y decisiones morales de los personajes. ¿Rachel cuida a su padre por un genuino sentido del deber o por conveniencia? ¿Cómo afectará la muerte de Vincent a la relación entre las hermanas? ¿Seguirán en contacto después de su desaparición?
Las tres hijas, está disponible en Netflix.