Un excelente artículo de Ricardo Ávila en El Tiempo nos muestra el complejo panorama sobre la vacuna de la Covid—19 que enfrentamos los colombianos. Decisiones del Congreso que liberan a las farmacéuticas de responsabilidad sobre las consecuencias de la vacuna son criticadas por sectores médicos. Otros especialistas en el tema aseguran que el manejo que el gobierno le está dando al tema no tiene la transparencia que se requiere. Analistas reconocidos ya habían anotado que estamos en la cola de la fila para tener acceso a ella, y Ricardo también señala que otros países latinoamericanos están mucho más avanzados que Colombia en el proceso de asegurar el número mínimo de vacunas para atender a quienes tienen el mayor riesgo, en el menor tiempo posible.

Un tema que puede pasar desapercibido pero que debe destacarse, y que el artículo recoge, es que en principio se le había entregado al sector privado el manejo de la compra de la vacuna pero que en septiembre renunciaron a esa tarea porque el gobierno entró en una especie de acuerdo que involucra a varios países para manejar de manera conjunta el tema. Esto lo que demuestra una vez más, es que cuando se trata de asuntos críticos que involucran a toda la población, el tema es del Estado y no del sector privado. Ahora la pregunta es si el gobierno puede manjar de manera eficiente la vacunación cuando los requisitos para cumplir bien esa tarea lo pueden desbordar fácilmente.

Es cierto que Colombia ha tenido una reconocida historia en vacunación, pero dependiendo del tipo de vacuna que se adquiera algunas de ellas suponen la existencia por ejemplo de redes de frio que el país no tiene y difícilmente puede adquirir en el corto plazo. Por estas y muchas razones el panorama sobre la posibilidad de no tener que esperar demasiado tiempo para aplicar la vacuna y no quedarnos de últimos como se ha anotado en algunos análisis sobre el tema, exige desde ya una estrategia eficiente.

Por todo lo anterior, y por muchos detalles que solo conocen los expertos, la recomendación de Ricardo Avila debe ser acogida de inmediato por el gobierno: nombrar ya una gerencia que asuma la difícil estrategia de asegurar el camino para que Colombia responda de manera eficiente a la tarea de construir la ruta de vacunación para la población colombiana. Que no se repitan las desigualdades profundas del país. Que no sean los sectores poderosos los primeros sino quienes realmente más lo necesitan como los miembros del sector salud que están en las primeras líneas del peligro de contagio, los adultos mayores y las personas que por su situación sean las mas expuestas al virus. En eso, la Región Caribe debe estar alerta para no quedar en segundo plano y que el primer esfuerzo se concentre solo en Bogota. Una gerencia idónea en un tema tan complejo como este pero que además, asegure celeridad, buen manejo de su distribución y sobre todo que logre algo que jamás se da en Colombia, equidad y transparencia en el manejo de un tema tan crítico. Colombia sigue sin reducir los altos niveles de contagio y de muerte por esta pandemia. Para empezar sería necesario que esta gerencia empiece por entender por qué, no cede este mal en el país.

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