La democracia en América Latina: un modelo en crisis” es el título de un libro que ve la luz desde hace pocos días, pero también es la reflexión que debemos hacer los colombianos en estos nuevos y azarosos tiempos. Pero esa dificultad puede ser una oportunidad: la de cambiar, mejorar y reflexionar. Si bien es un texto del abogado, filósofo y docente Juan Pabón Arrieta, se trata de un cuestionamiento y de un diagnóstico. Los dos a la vez.
El libro tiene una búsqueda propia al husmear entre ideologías y modelos de gobierno para poder conseguir la identificación de las causas que mantienen en una especie de eterna crisis a los países de Latinoamérica. A los “sudacas”, como despectivamente nos han llamado en otros continentes.
Pabón Arrieta es un espécimen de la extraña jungla tropical, que se encuentra entre el pensador, profesor, humanista, abogado administrativista, tertuliador eterno, e inclusive, dirigente deportivo. Una mezcla de ser humano algo atípico en estas latitudes. Tal vez esa extraña combinación le ha abierto de manera suficiente las entendederas para poner al descubierto que las crisis de la democracia en América Latina no son un problema coyuntural, sino permanente y estructural.
El autor, que es un optimista profesional y con carné, lanza un salvavidas y plantea que esas situaciones turbulentas no son un problema insuperable, sino como lo anotamos, se constituyen en una oportunidad para revisar la democracia y fortalecerla. Para lograrlo se debe escudriñar y analizar las instituciones políticas y las reglas del juego desde los más puros postulados democráticos.
En su diagnóstico el texto devela que ese hueco en el que hoy está la democracia en América Latina tiene como raíz común la débil separación y división de los poderes públicos y privados y la escasa garantía de los derechos humanos. Por estos últimos, violados hasta la saciedad desde la Colonia, el país se ha visto envuelto en sonados escándalos como el de los “falsos positivos”, los mismos que mancharon de sangre los verdes campos colombianos y enlutaron a cientos de familias hace varios años. Es la misma amenaza acechante, como lo reveló recientemente hace poco The New York Times y la polémica y cuestionadora columna de Daniel Coronel, mártir y héroe.
Bobbio, Pericles, Popper y otros tantos pensadores son citados por Pabón en su libro. Para él, la democracia ha sido secuestrada por los parlamentos a partir de que sus miembros consideran que el poder de la nación proviene de ellos mismos y no de la gente, dándole fuerza así al centralismo, como el que durante los siglos de vida de nuestra República, nos ha gobernado. Una especie de gigante débil, como lo califica el autor.
A partir de su lectura debemos recordar que los tiempos presentes nos han entregado una especie nueva, la de la ciudadanía universal de hombres y mujeres que cada vez exigen más el respeto por los derechos humanos y su garantía y realización.
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