Se estremece el mundo con la historia de quien podría ser en la vida real el personaje de la película La Huérfana, una cinta de terror estrenada en cines en 2010. Ahora, psiquiatras y psicólogos ponen sus ojos en un caso real que supera la ficción y es digno de estudio. Los portales, noticieros televisivos y diarios del mundo han publicado la noticia sobre el drama de Kristine y Michael Barnett, una pareja norteamericana acusada de abandonar a su hija adoptiva y haberse mudado desde Indiana a Canadá huyendo de lo que consideraban una pesadilla.

La historia empezó hace nueve años cuando la pareja adoptó a Natalie Grace en un orfanato de La Florida. Era, se presumía, una niña ucraniana de seis años. Con la llegada de Natalie al hogar comienzan a desarrollarse una serie de misteriosos eventos. Primero, tenía el periodo menstrual y vello púbico a pesar de su corta edad. Además adoptaba comportamientos “raros” y vocabulario agresivo, según el testimonio aterrador de su madre adoptiva.

La versión contada a los medios de comunicación por los Barnett parece calcada en buena parte del film dirigido por Jaume Collet-Serra. Los dibujos en los que pintaba a la familia no eran luminosos y cándidos como se presume lo haría una niña de seis años. Los que Natalie hacia reflejaban la psiquis de una psicópata que quería matar a sus padres adoptivos y a sus tres hijos biológicos.

Ahí comenzó el calvario de los Bernett, el cual se agravó después de unos rigurosos exámenes médicos, cuyos resultados fueron devastadores para la pareja y sus chicos: Natalie tenía 22 años, sufría de enanismo y de una mente perturbada quién sabe por qué.

Entonces vino otro paso difícil y riesgoso. Trataron de librarse de ella dejándola sola en un apartamento en 2013. Ahí vino la intervención de la justicia que acusó a la pareja de abandono infantil y negligencia grave. Después Michael y Kristine se divorciaron.

Algunas particularidades de este inusual y cinematográfico caso es que el sistema de salud de Indiana, certificó por los registros dentales y el desarrollo sexual, que realmente Natalie tenía 22 años y para rematar había estado internada en un hospital psiquiátrico por trastorno de personalidad.

Hay un halo de misterio más en la historia porque nunca se ha sabido cómo Natalia entró a Estados Unidos desde Ucrania. Se conocen datos fragmentados entregados por ella en los que afirma que llegó a ese país de la mano de una familia que la había adoptado.

La historia es patética y podría ser la de cualquier familia y no necesariamente aquella con hijos adoptados. En el mundo hay millares de seres humanos que son criados por padres no biológicos sin ninguna consecuencia negativa.

Están los ejemplos de Steve Jobs, Priscilla Presley, Jack Nicholson, el expresidente Gerald Ford, el actor Richard Burton y muchos más. Este es un caso excepcional que muestra algunas debilidades del sistema de adopción norteamericano, siempre tan riguroso en todos sus aspectos.

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