Semana Santa es por regla general época de reflexión, de unión, de perdón, de amor, de sufrimiento y de redención.

Vamos por partes: reflexión es lo que debemos hacer todos los colombianos para pensar si queremos una persona como Gustavo Petro, mal gerente, pésimo ejecutor, muy mal coequipero. Es el que los colombianos queremos para que dirija nuestro país, en lo personal no quiero que el timonel sea una persona que no respeta las decisiones judiciales, que desafía toda autoridad y se victimiza cuando es victimario de muchas tragedias pasadas y presentes. Unión es lo que deben encontrar varios candidatos para que no se permita que el verdadero candidato de las Farc, esto es Petro, pueda tener la opción de gobernar el país desde el palacio de Nariño, eso señoras y señores sería el acabose.

Pero no es en torno solamente a Iván Duque, tocayo nos decimos, sino que la segunda vuelta debe ser entre dos personas que nos den todas las garantías posibles para alejarnos del pésimo gobierno que está terminando, una segunda vuelta entre el tocayo y Germán Vargas alejaría todos los temores que no nos dejan dormir.

Perdón es lo que nosotros, compatriotas, debemos exigirle al presidente Santos por el acuerdo de La Habana, por seguir negociando con el Eln sin una agenda fuerte y clara. Perdón el que deben pedir de corazón los terroristas de las Farc antes de aspirar a cualquier cargo, perdón de verdad, perdón de rodillas, sin justificaciones y con la cabeza gacha; perdón el que deben pedir el ministro de Hacienda por su pésima gestión y la Cancillería, cuya gestión pasará a la historia como una de las más malas en el manejo de temas relacionados con las relaciones exteriores, sobre todo por su timidez y entrega a Maduro, dictador y violador recurrente de derechos humanos.

Amor, amor es el que siento por quien ahora me acompaña, amor que trasciende, que sublima, que une, que construye, que ilusiona, que brilla, que apoya, que da la mano, amor el que le tengo a ella, a mis hijas y a mi familia.

Sufrimiento el que podemos evitar votando por Duque o Vargas, no redimamos a terroristas que buscaron acabar con esta hermosa patria y que ahora quieren hacerse ver como los salvadores.

Estoy absolutamente seguro de que en Semana Santa Germán Vargas tendrá la suya, de la pasión que generaba hace menos de un año, cayó en la muerte, muchos esperaban que cayera, que se desplomara, que no pudiera andar más, lo crucificaron, le pidieron que se retirara; por el contrario, yo, desde esta columna le pido que resucite, que no desfallezca, que aguante porque es el líder que Colombia necesita.