La Gobernación ha expuesto un Plan de Mejoramiento vial en la antigua carretera a Puerto Colombia y en el Corredor Universitario, plan que espera financiar con la Contribución por Valorización por el Sistema de Beneficio Directo y Reflejo. Paradójicamente no fue de iniciativa gubernamental, un gobernante imponiendo una contribución, sino por petición ciudadana, o sea unos gobernados ofreciendo contribuir para que se les ejecute una obra de evidente necesidad.

Adicionalmente se plantearon otros dos proyectos, que son la prolongación del Corredor Portuario desde su empalme con el Puente Pumarejo, atravesando Soledad hasta el sitio conocido como ‘La Virgencita’ en la calle 30, y la zona de vía de la Segunda Circunvalar ampliarla de 60 a 120 metros, que los cachacos se negaron a darle esta amplitud que a futuro se requerirá para redes maestras de energía o acueducto, para escorrentías, para más calzadas, para el Tren de Cercanías, o para lo que la futura modernidad demande. Aunque estos últimos dos proyectos aún se encuentran en etapa de planteamiento, no hay ninguna duda del beneficio que a toda el Área Metropolitana implican en movilidad, accesibilidad y potencial de usos. Estamos, entonces, frente a un cambio de la mentalidad ‘añuñía’, para pensar en grande y a largo plazo. Bien por Verano.

Es evidente la necesidad de ampliar el ya congestionado Corredor Universitario. El diseño geométrico luce bien en términos generales, cuatro carriles de vías paralelas en el sector Circunvalar-Uniatlántico y doble calzada de dos carriles, cada una desde allí hasta Puerto Colombia, lo que significa que la Secretaría de Infraestructura y Edubar han sido juiciosos.

Empero, una cosa es el proyecto y otra su aprobación y aplicación. Aún hay que revisar la ubicación de glorietas y puntos de giro en U; igual el tratamiento en la entrada a Uniatlántico; el empalme con el adefesio de solución vial construido en la ‘Ye de los Chinos’ y otros detalles. Ojalá el trazado del acceso al casco urbano de Puerto se modifique para que con las mismas especificaciones de amplitud penetre, no solo hasta Pradomar, sino que llegue hasta la Plaza en el Centro Patrimonial, y a la vez se brinde una vía que sea escénica y con menores pendientes.

Punto aparte requiere la distribución de la contribución, tema álgido del que depende el éxito del proyecto. El área beneficiada y los montos a distribuir deben ser bien estudiados para que resulten razonables y acordes con la capacidad de pago de los propietarios, no sea que se frustre tan necesaria obra.

Coletilla:

Equívocos mensajes está enviando el nuevo gobierno apenas en el primer inning: Minhacienda plantea aumentar al Caribe las tarifas de energía, como si no fueran ya suficientemente caras; propusieron para la Unidad de Protección a alguien con comprobado historial de sesgos, y nombran viceministro de Vivienda al coautor ¡En el gobierno Santos! de las rechazadas cartillas de ideología de género. En fin, pareciera que el trompo aún estuviera ‘zarandete’.

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