Subsidios diferenciados

El sector agropecuario es normalmente subsidiado en muchos países. La intensidad depende del poder de presión o cercanía con “el dueño de la chequera”, como algún personaje recientemente aquí lo afirmó. Fedecafé consiguió asegurarse un apoyo de $100.000 millones antes de que viajara nuestro único Nobel viviente. En este primer mes de la era Duque, se han anunciado $30.000 millones para ayuda al almacenamiento de hasta 400.000 toneladas de arroz y $9.400 millones para guardar leche en polvo, mientras llega el momento de rehidratarla, por baja producción. Algo esperado por los pronósticos de sequía, motivo El Niño. Como hay 15.000 toneladas de maíz blanco y amarillo nacional, afectado por una baja de precio, el minagricultura Andrés Valencia les aprobó $1.500 millones. No he dicho que se los pagaron, sino que se aprobó apoyarlos con esa suma. El ministro Carrasquilla debe ingeniárselas. Por lo pronto, los afiladores de tijeras, ‘pa’los’ recortes del gasto, cuentan con demanda en el Ministerio de Hacienda. “Cuando toca, toca”.

La escasez de recursos

Para el Gobierno es tal, que no hay presupuesto aprobado para muchas necesidades nacionales, y lo peor, para lo que sí está presupuestado, al Tesoro no le alcanza lo que tiene, incluyendo lo que calcula que le va a ingresar para cerrar el año. Se intuye que habrá que vender algo, paralelamente a la ahora llamada ‘Ley de Financiamiento’ a proponer, dado que las Reformas Tributarias generan oposición y afectan la imagen en la encuestas. Habrán observado que las Reformas Agrarias ya no van, lo que va a tramitarse es una Reforma Rural Integral y una actualización del Catastro Rural. Como dijera el Presidente Barco: “Soluciones con acomodaciones semánticas”.

La Ley de Financiamiento

En la ley en trance de trámite se propondrán facultades para variar el porcentaje de impuestos y para vender bienes del Estado, por ejemplo, más algo de lo que quede de otras sociedades con inversión estatal o de Ecopetol o Vecol. Cuando las familias decaen económicamente, las “joyas de la abuela” pasan a otras afortunadas manos. Habrá recortes de ciertos gastos públicos y por último algo químicamente pragmático: Si las cosas no salen como Don Carrasquilla necesita, para enderezar el rumbo el Gobierno podría “por decreto” suspender los gastos autorizados, pero desfinanciados. ¿Volveríamos a una especie de Estado de Sitio fiscal, como en el Frente Nacional, cuando se gobernaba por decreto al amparo del artículo 121 de la Constitución? Por eso es que a la historia hay que conocerla. Generalmente a las novedades que a algunos aterran, tienen antecedentes olvidados o hasta ignorados por ellos.

Cuando el Estado no gasta

La economía tiende a estancarse. El tan llorado senador republicano McCain el de los tres funerales, en Arizona, Washington y Annapolis, antes de irse, a descansar “ad aeternum”, logró aprobar una ley de inversión y gasto militar de más de USD690.000 millones. Sin duda se moverá la industria bélica, los empleos, la investigación espacial y la economía. Pero ¿cuántos muertos se van a generar fuera de la frontera gringa?

Se fue don Eliécer Sredni

Este prominente empresario de la comunidad judía, establecido con sus hermanos Marcos y Moisés en Barranquilla, eran migrantes provenientes de Polonia desplazados por la II Guerra Mundial. Entre nosotros emprendieron empresas que generaron numerosos empleos, y actividades comerciales e industriales, con Industrias Colombia en la Calle de las Vacas y en Soledad, Siderúrgica del Norte en la Vía 40, el Hotel Caribana (antiguo edificio Gómez Plata) y Corpacero en Bogotá. Don Eliécer falleció a avanzada edad en Florida donde la familia Sredni se había retirado cuando él se apartó de la dirección de sus negocios. En los círculos empresariales de Barranquilla, y en los hombres de negocios mayores, no era necesario mencionar su apellido; con don Eliécer bastaba. Al igual que ocurría con Julio Mario, todos los mayores sabían quien se referían,“Al Señor de Águila”, aunque ahora los jóvenes solo lo asocian con el más importante Teatro colombiano que lleva su nombre como benefactor. “Sic transit gloria mundi”.

A los suyos, a sus numerosos colaboradores y exempleados que progresaron con sus enseñanzas de trabajo constante, de ahorro y de tesón, que seguramente lo recuerdan, un abrazo solidario.