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Una operación de mercados internacionales lanzó Colombia al emitir bonos de deuda externa por USD2.000 millones, cuyo objetivo es poder liberar recursos en el Presupuesto General de la Nación (PGN) de 2019 para destinarlos a gastos de inversión, informó ayer el Ministerio de Hacienda y Crédito Público.

La transacción consistió en la colocación de un nuevo bono global denominado en dólares por 1.500 millones, con vencimiento en marzo de 2029. Y una reapertura del mismo instrumento financiero con vencimiento en 2045 por USD500 millones, y una recompra de otro bono con plazo hasta marzo 2019 por USD1.000 millones.

El ministerio precisó que la colocación de bonos tiene como base la atracción del país para las inversionistas, el manejo macroeconómico y el cumplimiento de la regla fiscal. 

La emisión generó en una primera reacción de órdenes totales por USD9.680 millones de más de 300 inversionistas institucionales. 'Es una muy buena señal de la confianza que los mercados e inversionistas tienen en la economía colombiana', dijo el viceministro de Hacienda y Crédito Público, Andrés Pardo.

Sergio Olarte, jefe de Macro Research de BTG, analizó que la operación internacional de Colombia indica que esos cortes por los cuales se emitieron los bonos estuvieron por debajo de lo esperado. Pero agregó que la demanda de los bonos fue importante. 'Esto quiere decir que hay mucha confianza en Colombia. El país está aprovechando esos bonos, porque las tasas de interés en el mundo están subiendo. La mala noticia es que no pudieron recomprar todo lo que se ofreció en la deuda de corto plazo, que tocará pagar en algún momento'.

Andres Pardo explicó que la operación incluyó una recompra por USD1.000 millones de los bonos del 2019, lo cual quiere decir que estamos retirando $3 billones de amortizaciones de deuda de 2019, para abrir espacio para los montos de inversión del proyecto de Ley de Presupuesto'. 

La deuda pública del país representa el 41% del PIB, unos $900 billones, y Sergio Olarte afirma que Colombia no está bajando su obligación. 'Está alargando su duración. Lo que vamos a pagar en el 2019, lo estamos extendiendo al 2029 y 2045. La deuda quedó igual. Es un aplazamiento de los pagos por un proceso de flujo de caja que en el corto plazo, con el petróleo como está, es positivo para el país'.