Arrancó junio, un mes que será decisivo para dar pasos significativos en el proceso de reapertura de sectores productivos, actividades sociales y culturales del país, a punto de completar quince meses de cierres parciales o totales por la pandemia. Liberarlos de restricciones y aforos para superar su estancamiento económico, priorizando la salud por encima de todo, dependerá en buena medida de los progresos en la vacunación de los ciudadanos contemplados en la etapa tres, y en que se pueda dejar atrás el prolongado tercer pico que aún se extenderá durante las primeras semanas de este mes en varias regiones como Bogotá, Antioquia, Santander o Valle del Cauca, donde el virus se encuentra en plena expansión.

A diferencia de la crisis sanitaria que sacude a estos territorios, Barranquilla y los municipios del Atlántico continúan afianzando su plena reactivación socioeconómica como epicentro de empleo, desarrollo y bienestar para sus habitantes. Urge superar la pobreza y la inequidad. Un esfuerzo de largo aliento que nos exige ser conscientes de que el peligro no ha pasado. Por eso, debemos persistir en la implementación adecuada de las medidas de salud pública, el tiempo que haga falta, y sin dudar hay que acudir al turno de la vacunación. Es el mejor camino para resolver la pandemia.

La expectativa del Ministerio de Salud es buena. Por primera vez desde su inicio en febrero, la vacunación adquirió un ritmo notable de cerca de 220 mil dosis diarias aplicadas, entre el lunes 24 de mayo y el domingo 30, con un nuevo récord de 313.163 dosis, el sábado 29, cuando se cumplió la ‘vacunatón’ nacional para mayores de 55 años. En total, más de 1,5 millones de dosis durante la última semana en un contexto complejo por los bloqueos y alteraciones de orden público en distintos territorios. Una “senda de efectividad”, calificada así por el propio ministro Fernando Ruiz, que debe mantenerse, e incluso reforzarse, para inmunizar a la población más vulnerable, en particular a las personas mayores y con enfermedades de base.

Colombia ha administrado, a corte de 30 de mayo, casi 10 millones de dosis, logrando inmunidad en más de 3,2 millones de personas que cuentan con esquema completo. Avanzamos, pero todavía se está lejos de parámetros ideales. Atlántico aparece como la cuarta entidad territorial con mejor desempeño a nivel nacional, superando 565 mil dosis aplicadas, 365 mil en Barranquilla y 200 mil en los municipios, mientras que cerca de 190 mil ciudadanos tienen sus dos dosis. Se consolidan datos importantes que deben acelerarse de forma consistente ahora que el Distrito, EPS e IPS demostraron capacidad para vacunar a más de 13 mil personas en una sola jornada, como ocurrió en los 72 puntos habilitados en Barranquilla, el pasado sábado. Los nuevos grupos incorporados en el plan nacional de vacunación, de 50 a 54 años con o sin comorbilidades o entre 40 y 49 años con diagnóstico de enfermedad crónica, le han dado una nueva dinámica a este proceso que no debe perderse si se busca normalizar la vida de los ciudadanos en las próximas semanas.

Ahora que amplios sectores de la población se sienten seguros tras ser vacunados, se abren nuevos retos que también merecen la confianza ciudadana. A partir del 15 de julio, con los docentes inmunizados, se aspira al regreso presencial de los estudiantes de escuelas y colegios; estadios, coliseos y escenarios deportivos podrían reabrir sus puertas con aforo del 25 %; personas de 16 a 49 años con comorbilidades están siendo vacunadas y regresarían de forma segura a sus sitios de trabajo; el transporte público llegaría al 100 % de aforo con medidas de bioseguridad; y el turismo se reactivaría por completo.

Barranquilla y los municipios del Atlántico están listos para abrir sus puertas ahora que la ocupación de uci ha caído a menos del 70 % y el virus nos da un respiro frente al que nadie debe relajarse. Es un tiempo alentador de oportunidades que debemos aprovechar apelando a la responsabilidad y a la unidad. Que el ruido exterior no nos desvíe de lo importante. Seguir adelante es la meta para lograr la inmunidad colectiva, en todo sentido.