De 500 a 700 mil dólares cobraría Ricky Martin por concierto, señalan empresarios musicales consultados.
Existe la posibilidad de que el puertorriqueño, una de las estrellas latinas mejor pagadas del momento, cuyo patrimonio sobrepasa los 60 millones de dólares, se presente en el Festival de la Leyenda Vallenta, o por lo menos, la negociación está en etapa de cierre como lo confirman sus organizadores.
Frente a este gran evento que está por desarrollarse surge la pregunta: ¿Qué pasa con los grandes espectáculos en la capital del Atlántico? Andrés Artúz,melómano consumado, recuerda que la ciudad fue sede de grandes conciertos, de artistas que estaban en la cima de sus carreras como Chayanne, Maná, Ricardo Arjona, Vilma Palma e Vampiros, Soda Estéreo, entre otros.
'Barranquilla ha sido multicultural. Aquí se gestaron espectáculos con destacados artistas de todos los géneros, pero en los 90 empezó una recesión económica y el entretenimiento fue uno de los afectados', recordó Artuz.
Empresarios
Para el productor de eventos Oswaldo Ramos, sería muy bueno para la ciudad traer a estos artistas, el tema está en mirar cómo responden los barranquilleros.
'Una estrella de la talla de Ricky Martin podría llenar cualquier escenario. Estos son artistas muy costosos y asimismo sus exigencias son muy altas. Por ser el Festival un evento musical reconocido, que turísticamente atrae a muchos visitantes, debe tener patrocinadores interesados en traer artistas de renombre. La producción también debe ser muy robusta, al igual que los escenarios, audio e iluminación. Creo que en definitiva, Barranquilla necesita que se unan varias empresas para cumplir con la calidad que se requiere para estos eventos', señaló.
Por su parte, Angélica Jaramillo, gerente comercial de Miche Producciones dice que traer artistas a la ciudad más que difícil, es un trabajo que podría resultar riesgoso en cuanto a lo económico, porque se trata de un negocio.
'Los promotores nos arriesgamos para traer a la ciudad espectáculos de calidad y el público no siempre es consciente de eso, porque no existe una cultura de pago al apreciar el arte. Esto nos lleva a analizar en cuanto a expectativas de ciudad qué tanto está preparada Barranquilla para crecer', expresó.
Enrique Chapman, de Chapman producciones explica que el tamaño de la ciudad y el número de habitantes influye al momento de pactar un trato con los artistas.
'Hemos pensado en traerlo a Barranquilla, queremos reactivar los diálogos a mitad de año. Es un cantante de más de 500 mil dólares y para que venga se necesitan escenarios adecuados con aforos para más de 50.000 personas como lo es el Estadio Metropolitano. Se podrá buscar una negociación cuando los escenarios estén listos y reparados', puntualizó.
Escenarios
Según el secretario de Cultura distrital Juan José Jaramillo en la ciudad se construyen 13 nuevos escenarios deportivos, habilitados también para las artes cuando finalicen los Juegos Centroamericanos y del Caribe.
'Estos espacios podrán ser utilizados para eventos culturales cumpliendo con las pólizas y los cuidados a partir de julio. Tendrán diferentes aforos para adaptarse a cualquier público y espectáculo', dijo.
Plaza difícil
Fernán Martínez, mánager de talento y productor de grandes shows, nacido en Popayán opina que aunque Barranquilla tiene todos los recursos técnicos y profesionales para hacer grandes conciertos es una plaza muy difícil. 'En Barranquilla han acostumbrado al público a que los eventos son gratuitos y cuando hay un concierto pago saben que no se van a vender las boletas y esperan a que el promotor presionado por que el evento no se vea tan desocupado regale las entradas a través de las emisoras. Paradójico, porque la producción del Festival Vallenato la hacen compañías barranquilleras y hasta eventos de Bogotá contratan su producción por calidad y costos', especificó.