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Escobas a $2.000, traperos con la ‘melena’ al aire y demás artículos colgados en las calles desde estructuras que están soportadas con delgados palos de madera, poco a poco están siendo retirados de la vía pública.

El hecho corre por cuenta de la reubicación de los vendedores estacionarios que otrora ocuparon la Plaza de San Nicolás y que, al ser retirados durante la administración de Alejandro Char, luego de programas de recuperación del espacio público, fueron trasladados temporalmente en zonas aledañas.

Allí han permanecido mientras son construidos o recuperados algunos inmuebles a donde pasarán en algunos meses como comerciantes formales, el mismo modelo aplicado con los libreros que hoy están en Casa Vargas.

El espacio llamado popularmente como ‘el parqueadero Muvdi’, ubicado en la calle 32 con carrera 41, fue objeto de trabajos de recuperación por parte de la Alcaldía de Barranquilla para llevar hasta allí a 210 vendedores estacionarios que hicieron parte del grupo que fue retirado de la plaza San Nicolás en el 2009.

El lugar aún no tiene nombre, pero su bautizo no está lejos, pues la obra será entregada en unas cuatro o seis semanas. La elección de su nombre estará a cargo de los futuros inquilinos del edificio, quienes dejarán sus chazas en el Paseo Bolívar y en calles como la 32 sobre la carrera 42, para organizar su venta en un espacio del que no podrán ser desalojados.

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Vendedores estacionarios ubicados en la calle 33 con carrera 42, por la Plaza San Nicolás.

La secretaria de Control Urbano y Espacio Público, Diana Amaya, aseguró que le están dando prioridad a los comerciantes que fueron retirados años atrás de San Nicolás , tal como fue el compromiso que hizo la alcaldesa Elsa Noguera.

'Una vez esté listo el inmueble, iniciaremos con las obras de traslado y con las labores de espacio público, para esto también fueron involucrados otros vendedores del Paseo Bolívar', precisó Amaya.

La obra tuvo una inversión de 2.593 millones de pesos y su realización estuvo a cargo del contratista Lopeca Ltda.

Rafael Caraballo, uno de los trabajadores informales que cumple 33 años de tener un puesto en la esquina de la calle 32 con carrera 43, dice que está a la espera de que le anuncien la fecha de los traslados.

'En noviembre del 2013 pasaron haciendo un censo, yo espero que sea para eso y que pueda tener mi local allá adentro', comenta el hombre.

Afirma que siempre le ha generado temor el que lleguen funcionarios de Espacio Público y lo retiren del sitio en el que tiene su punto de venta. 'Lo mejor es aceptar esas ayudas para no tener problemas con la administración distrital', expresa.

Ahora, su meta está puesta en dejar de compartir espacio con los carros en plena vía pública en donde únicamente deben circular buses, taxis y vehículos particulares.

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Sobre la calle 32 con carrera 42 están ubicados algunos de los comerciantes que serán trasladados al nuevo edificio.

El traslado de las ollas y los platos. Las pilas de losas en las que no ha sido servido el primer alimento y las ollas de aluminio que no conocen el calor de la leña están próximas a culminar su estadía, que ya completa tres años, en la calle 31 con carrera 42.

Aquella ocupación en la vía, autorizada por el Distrito, ha sido blanco de críticas de quienes no se muestran de acuerdo con el cierre de esta calle a un empleo peatonal, lo que ha afectado a los arrendatarios de locales de la cuadra.

Juan Macea, presidente de la Casa del Vendedor Ambulante y Estacionario del Atlántico, y quien también vende losas, lídera las conversaciones con la Secretaría de Espacio Público para coordinar el traslado de 173 vendedores a las instalaciones del antiguo supermercado Robertico, ubicado en la calle 30 con carrera 42.

La edificación ya fue adquirida por la Alcaldía, pero su construcción iniciará a finales del mes de abril. Esta se encuentra avaluada en $4.935 millones y será ejecutada por Arquitectura y Macroproyectos S.A.S.

Macea señala que sus compañeros se encuentran satisfechos por las condiciones en las que han negociado el traslado con la administración.

'Estamos pidiendo capacitaciones y ayudas que pueden ser de capital semilla. Luego de negociar, nos dieron ocho meses de gracia para asumir los costos de administración, vigilancia y otras cosas del edificio', explica el líder del grupo.

Por su parte, la secretaria de Espacio Público reitera el objetivo de 'manejar un equilibrio' entre la reubicación de vendedores de San Nicolás y del Paseo Bolívar.

A la fecha, han sido reubicados 114 vendedores que antes ocupaban espacio público en dicho sector, repartidos así: 36 vendedores de flores en San Nicolás y 78 libreros en la Casa Cultural del Libro. Con los 210 que serán trasladados al parqueadero Muvdi y los 173 al antiguo Robertico, el grupo llegaría a los 497.