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Uno de los miembros de la ONG estadounidense Operation Underground Railroad, quien por su seguridad se hace llamar Mateo, participó en la coordinación de tres operativos celebrados de manera simultánea, el 11 de octubre pasado, en Cartagena, Medellín y Armenia.

En conversación telefónica con EL HERALDO, desde Estados Unidos, el integrante de esta organización relata cómo de la mano de Tim Ballard, exagente de la CIA y creador de la ONG, trabaja desde enero pasado en la desarticulación de bandas de explotación sexual de menores de edad. Los operativos en los que él, Tim y otros voluntarios estadounidenses como la actriz de The Walkind Dead, Laurie Holden, han participado este año, ya suman varios explotadores sexuales tras las rejas en Colombia, República Dominicana y Haití.

¿Cómo nació la ONG?

Nuestro fundador y CEO Tim Ballard pasó 12 años como oficial del gobierno de Estados Unidos, primero con la CIA, y luego con seguridad interior en Homeland Security. Él trabajó contra las redes de pedofilia y de traficantes de menores, pero estaba harto de la burocracia que existe, sobre todo en un gobierno como el nuestro. Hace casi un año, en octubre de 2013, tomó la decisión de renunciar y comenzar a trabajar por su cuenta. Durante 12 años, trabajando con el gobierno, pudo salvar de las redes de pedofilia a unos 70 niños, la mayoría de ellos de Centro América y Sur América.

Con nuestra ONG hemos salvado a unas 230 víctimas de la trata de personas, la mayoría son menores. En enero hicimos un rescate en Haití, en mayo hicimos otro en Cartagena, en agosto estuvimos en uno en la República Dominicana y el pasado 11 de octubre participamos en tres operaciones simultáneas en Colombia.

Estamos buscando ahora otros lugares para hacer más operaciones.

¿Quiénes más hacen parte de esta ONG?

Trabajamos de tiempo completo cuatro personas, pero tenemos muchos contratistas y voluntarios. Hay también personas de la industria de Hollywood que nos apoyan con sus donaciones, muchos son voluntarios anónimos. Acabamos de empezar, entonces poco a poco estamos consolidando nuestra organización. Nos mantenemos de donaciones y de las que recibimos a través de nuestro sitio web. El mayor porcentaje de esas donaciones va para realizar las operaciones de rescate.

¿Quiénes participan en esas operaciones?

En las operaciones participan unas 10 o 12 personas. Estuve liderando la operación en Armenia, el 11 de octubre, con otros 10 gringos y nuestros amigos del gobierno de Colombia. En Cartagena también participaron unas 12 personas de nuestra ONG y en Medellín 10 más.

¿Cómo inician las investigaciones previas para poder hacer los operativos de rescate?

Cada caso es diferente. En algunos casos tenemos las tecnologías que nos permiten encontrar a los pederastas que estén compartiendo los archivos de pornografía infantil en la red. Archivos con imágenes muy brutales, de violaciones de niños por ejemplo. Según los estudios que conocemos, si alguien está compartiendo este tipo de material en la red hay mucha probabilidad de que también esté involucrado en el negocio de la trata de personas. Teniendo esa información trabajamos siempre con la Embajada de los Estados Unidos y con las autoridades locales para iniciar las investigaciones.

En algunos casos nosotros les damos la información a las autoridades y en otros casos son los gobiernos que ya tienen información recopilada y nos piden ayuda para armar las fiestas en las que caen los pedófilos.

¿Cómo fueron las operaciones del 11 de octubre en Colombia?

Solo pasando tiempo en la playa, en Cartagena, en junio pasado. Encontramos a un señor vendiendo cualquier tipo de mercancía: desde paseos en caballo hasta droga, mujeres y niños. Le seguimos la pista y encontramos información sobre los precios que ofrecían por los niños. Esa información se la dimos al CTI y después de una semana, el CTI había identificado a ese señor como parte de una red, de una célula de traficantes de menores.

Nosotros habíamos regresado a Cartagena después de la operación que nuestra ONG había tenido en mayo. Regresamos para ver qué más información podíamos encontrar sobre las redes de pedofilia en Cartagena.

Mientras tanto, los agentes del CTI encontraron en Facebook anuncios de una fiesta privada en Medellín y después de unas semanas tomaron la decisión de hacer dos operaciones simultáneas, la de Cartagena y la de Medellín. Hay que aclarar que ninguna de estas redes tenía relación entre ellas porque eran redes pequeñas. El CTI quiso hacer las operaciones simultáneas para no despertar sospechas.

Después los agentes del CTI nos cuentan que tienen información sobre el Eje Cafetero, que cerca de Armenia había un señor reclutando niños para fiestas en fincas. Nos pidieron hacer una tercera operación simultánea. Así fue como hicimos este triple play.

Cuéntenos más detalles de la operación en Cartagena

Todo el trabajo fue hecho por el CTI, a través de un agente encubierto. Él se hizo pasar por nuestro enlace, diciendo que conocía a muchos gringos que querían venir a Cartagena a estar con niños. Entonces el vendedor contactó a su jefe (Mateo asegura que se trata de Eduardo Ortega, uno de los cinco capturados en Islas del Rosario).

Los agentes colombianos hicieron el trabajo de inteligencia. Lo que hicimos nosotros fue viajar en septiembre a Cartagena para que nos vieran la cara y dijeran: ¡Oh, tres gringos interesados! Les dijimos que estaríamos el 11 de octubre y que llegaríamos con muchas personas más. Por eso les pedimos entre 40 y 50 menores, porque les dijimos que seríamos muchos gringos en la fiesta. Solo les pagamos 200 mil pesos para comenzar el negocio, pero él (Eduardo) vio una oportunidad para ganar mucho dinero y con su avaricia se cegó ante cualquier riesgo.

¿Cuál era el trabajo de la reina popular capturada en Cartagena?

Ella estuvo con Eduardo y, según Eduardo, ella era la reclutadora y la mujer que controlaba a las niñas, que las preparaba. Les enseñaba cómo hacer las cosas con los clientes.

¿Era ella la encargada de buscar a los 50 menores para la fiesta?

Ese era un trabajo en equipo, pero todo a través de una supuesta agencia de modelaje. Ellos nos dijeron que tenían experiencia en este tipo de negocios, pero que como se trataba de menores tenían que proceder con cautela.

¿En algún momento los líderes de la red les ofrecieron a los menores para que se los llevaran?

No, en este caso el negocio era solo por unas horas. Alquilaríamos a los menores por unas horas.

¿Les mostraron fotos de los menores?

Fotos y también nos llevaron a unas chicas, que según él, Eduardo, tenían entre 12 y 13 años.

¿Quiénes eran los supuestos clientes que participarían en la fiesta en Islas del Rosario?

Tres o cuatro de nosotros que estuvimos en septiembre en Cartagena planeando todo. También les dijimos que participarían personas de mucha riqueza, de mucha influencia, de los Estados Unidos, que exigieron alta privacidad y por eso necesitábamos que la fiesta se hiciera en una isla. En estas operaciones además de los 10 personas de nuestra organización que participan, haciendo los papeles de los clientes para mostrarles a los 'malos' la cara gringa, decimos que hay muchos más gringos en las recámaras preparándose para recibir a los menores. Les exigimos una cantidad muy alta de menores para poder rescatarlos.

Yo estuve en la operación de Armenia, pero conozco los detalles de la operación de Cartagena. Una vez hecho el acuerdo y el dinero intercambiado, unos agentes encubiertos de Colombia, que estuvieron haciéndose pasar por meseros y personal de limpieza, les dieron la señal a sus compañeros para que entraran a la casa. ¡Todos al suelo, manos arriba! Y qué susto las caras de los niños. Nosotros también tuvimos que ser detenidos para seguir el montaje.

En cada una de las tres operaciones hubo muchas mujeres del Icbf que participaron calmando a los niños y niñas, para asegurarles que no iban a ser detenidos y llevarlos a unos refugios para que estuvieran seguros. Les explicaron que no habían hecho nada malo.

Este es un avance de la entrevista que publicará EL HERALDO en su versión impresa de mañana.