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En Colombia, el asesinato de líderes sociales y defensores de derechos humanos no cesa. El país superó el centenar de homicidios en lo que va corrido del 2022 y en su mayoría, la violencia llega contra los que alzan la voz y muy particularmente a los pueblos indígenas.

El pasado 7 de julio fue asesinado en un municipio de Arauca, Raúl Alonso García, quien se suma a una trágica lista a la que este martes también se añadió Jaime Losada en el Putumayo.

'Este año ha sido mucho más grave que el año pasado, está cada vez peor, casi con los índices del peor año desde la firma del acuerdo de paz que fue 2019', aseguró Leonardo González, coordinador del Instituto de Desarrollo de Estudios para la Paz (Indepaz), que monitorea los homicidios en su observatorio.

La cifra de Indepaz es superior a la de la oficina de la ONU para los Derechos Humanos en Colombia, que hasta el 31 de mayo había recibido 89 alegaciones o quejas de homicidios de personas defensoras de derechos humanos, de las cuales solo habían podido verificar 21.