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Un artículo publicado hace 20 años sigue siendo el peor enemigo de la aplicación de las vacunas en todo el mundo, el mismo que, según especialistas, sigue siendo usado para sustentar de manera irresponsable la ‘campaña’ global en contra de la inmunización. Se trata de un texto firmado por Andrew Wakefield, médico canadiense, quien hace una relación entre la vacuna trivalente (sarampión, parotiditis y rubéola) con un aumento del riesgo de tener autismo. La revista The Lancet tuvo que hacer un ‘seguimiento’ noticioso posterior en el que admitían que era una investigación falsa.

Aunque aún se encuentre en su web con enormes letras rojas que avisan Retracted (retractado) y se hayan desarrollado investigaciones que desestiman por completo esta relación, los denominados ‘grupos antivacunas’ se fortalecieron bajo ese y otros argumentos para rechazar la vacunación de sus hijos. Los casos se cuentan por miles, tal como el brote de sarampión que se presentó en el parque de atracciones de Disney, en California, el cual comenzó por un visitante enfermo.

¿Ha escuchado en algún momento preguntas cómo —me dijeron que al amigo del hijo de una amiga de la prima de mi hermano—, seguida del padecimiento de un efecto adverso por un medicamento o una vacuna? Son voces que se difunden oralmente o por cadenas de whatsapp sin verificación alguna y que dejan en el ambiente ciertas dudas respecto a efectividad y seguridad.

Las consecuencias de estos grupos, cuyo fundamento es una investigación inventada por un profesional de la salud –al cual Reino Unido le prohibió ejercer, por tener, además, múltiples evidencias de pagos por organizaciones contra la vacunación–, se han podido ver a lo largo de estos años con el resurgimiento de enfermedades para las que existe una vacuna, pero que no son aplicadas.

Para la comunidad científica las vacunas son el mayor avance en el tema de salud a nivel mundial. Estas, sin duda, han reducido notablemente las cifras de fallecimientos por contagios de múltiples enfermedades.

La misma Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que 'lamentablemente, esa publicación creó un estado de pánico que produjo una disminución de las tasas de inmunización y posteriores brotes de esas enfermedades. No hay ninguna prueba de la existencia de una relación entre la vacuna triple vírica y el autismo o los trastornos del espectro autista'.

'Si hubiera relación, suspendemos la vacuna y se acaba el autismo. No hay ninguna asociación demostrada', agrega el infectólogo pediatra Jorge Pérez.

En Colombia

El esquema nacional de vacunación, señala Sandra Beltrán, infectóloga pediatra de la Clínica Pediátrica de Colsanitas y asesora para el Ministerio de Salud, 'es uno de los más completos de Latinoamérica'. Al decir lo anterior la especialista recalca que son gratis 'no porque se traten de un ensayo o lo que sobra en Estados Unidos, sino que sale del presupuesto de nuestros impuestos: las pagamos todos'. Además, son vacunas seguras, que pasan antes por comité técnico asesor del Ministerio y un estudio previo que garantiza la seguridad del paciente.

Todas las vacunas aprobadas, indica la OMS, son sometidas a pruebas rigurosas a lo largo de las diferentes fases de los ensayos clínicos, y siguen siendo evaluadas regularmente una vez comercializadas.

'Si bien las vacunas pueden producir efectos adversos muy ocasionalmente, los beneficios y la cantidad de personas beneficiadas superan ampliamente esos pocos casos', apunta Pérez, médico adscrito a la clínica Portoazul.

En el contexto de Venezuela, ejemplifica la especialista, 'no hay vacunas', por lo cual se han reactivado enfermedades como el sarampión, de los cuales la mayoría de casos confirmados son importados del vecino país.

'Ellos son el típico ejemplo de las personas que no se vacunan. Los casos que se han presentado en Colombia son de venezolanos no vacunados y van desde bebés hasta adultos. También hay casos de difteria, que en Colombia son importados'.

El problema radica, apunta, en que los médicos hace mucho tiempo no ven estas enfermedades y 'toca actualizar nuevamente sus conocimientos porque posiblemente nunca las han visto'.

Mundial

El Plan de Acción Mundial sobre vacunas 2011-2020, de la OMS, recalca que a lo largo de los últimos decenios la inmunización ha logrado muchas cosas incluyendo la erradicación de la viruela, 'llamado uno de los mayores logros de la humanidad. Las vacunas han salvado incontables vidas, han reducido la incidencia mundial de la polio en un 99% y reducido la enfermedad, discapacidad y muerte a causa de la difteria, tétanos, el sarampión, la tos ferina, Haemophilus influenzae de tipo b y la meningitis meningocócia'.

La visión para el Decenio de las Vacunas es la de un mundo en el que todos los individuos y comunidades 'disfruten de una vida libre de enfermedades prevenibles por vacunación'.

Hoy en día, en solo tres países (Afganistán, Nigeria y Pakistán) la polio sigue siendo endémica, frente a más de 125 en 1988, según informes de la OMS.

Sin embargo, sea por acceso o ‘movimientos antivacunas’, en el mundo hay más de 19 millones de niños no vacunados o vacunados de forma incompleta, por lo cual la OMS advierte que corren un serio riesgo de contraer enfermedades potencialmente mortales. 'Uno de cada 10 de estos niños en el mundo nunca llega a recibir ninguna vacuna y probablemente nunca haya tenido contacto con el sistema de salud'.

Efectos

Todas las vacunas pueden producir efectos secundarios leves, como dolor e inflamación en el sitio de la aplicación, indica Pérez, 'menos del 3% puede presentar aumento de la temperatura y malestar general'.

Componentes de las vacunas como antibióticos, aluminio, proteínas derivadas del huevo, otras preparadas en embrión de pollo que pueden producir una alergia. Sin embargo, la única forma de rechazar la vacuna es que se presente una alergia severa a algún componente (shock en dosis previas), dice el galeno.

'En caso de reacciones severas debe consultar con su médico. Existen vacunas que presentan menos efectos adversos, esas podrían ser la solución para algunos pacientes. Estas se pueden solicitar una vez demostrada la alergia severa', explica Pérez.

Adultos

Aunque se piense que la vacunación se da en los primeros años de vida, esta también se presenta en población adulta. El infectólogo Iván Zuluaga, médico adscrito a la clínica Portoazul, explica que 'la vacunación contra influenza está claramente indicada en población cautiva', tales como hogares geriátricos o comedores comunitarios.

Además, 'todos los adultos de cualquier edad y con condiciones de inmunocompromiso o comorbilidades deben ser inmunizados contra neumococo'.

Otras vacunas que se deben aplicar en la edad adulta, indica Zuluaga, son las de herpes zoster, meningococo, tétano, difteria y tos ferina.