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El gobernador de Sucre, Édgar Martínez Romero, se mostró partidario de una intervención 'de fondo' e, incluso, de la liquidación del Hospital Universitario de Sincelejo (HUS) por parte del Gobierno nacional, de no haber en marzo próximo una solución a la honda crisis financiera del ente.

El mandatario señaló que el departamento no es capaz de generar recursos por el orden de los $45.000 millones en los que están estimadas las deudas acumuladas del HUS, y que afectan, principalmente, a los trabajadores del área asistencial que estuvo en paro hasta el viernes.

'El Gobierno nacional tiene esa responsabilidad. Hay que decirle a la ciudadanía que, cuando el Gobierno nacional abrió las puertas para que hubiese un saneamiento fiscal de todos los hospitales y la secretaría de Salud de la Gobernación, los que estaban en su momento no hicieron los papeles como debía ser, porque no había contabilidad confiable', indicó el gobernador.

La deuda del HUS con los empleados se remonta al 2012 y pasa por los años siguientes hasta el actual, de cual les deben seis meses a los empleados de la cooperativa Recursos Activos. La situación de estos empleados es particularmente riesgosa: aunque trabajan en el área de la salud, no están afiliados a ninguna EPS.

Sobre cooperativas como esta, que provee un numeroso grupo de trabajadores al Hospital, el gobernante descartó terminarle el contrato y, por el contrario, justificó la falta de pago de la misma en que 'los brazos financieros se les van acabando y no tienen cómo responder'.

'Tenemos unas cuentas para la Asamblea Departamental. Les van a llegar al Hospital de esos millones de pesos que se están solicitando, unos $800 millones aproximadamente, pero parece que la Asamblea está en sus días finales y no será tramitado esto', añadió Martínez sobre la deuda laboral.

El Hospital estuvo hasta el 16 de noviembre de 2017 bajo vigilancia especial por parte de la Superintendencia Nacional de Salud, con lo cual logró inversión en infraestructura y otras áreas. Acabada esta vigilancia, que duró un año, la crisis ha regresado.