Google anunció el cierre de su servicio de noticias en España. Con esta decisión saltan una vez más a la palestra las preguntas de un debate que sigue sin consenso en países como Colombia: ¿Son válidos los agregadores de contenido en el ecosistema digital? o ¿Tienen, acaso, una batalla perdida los medios tradicionales al intentar bloquear estos sitios?
El 11 de diciembre, Google anunció en su blog europeo que este martes cerrará el sitio news.google.es, dejará de indexar los contenidos de los medios españoles en los 35 idiomas que tiene disponibles Google News, y no continuará mostrando los enlaces en las 70 ediciones internacionales de esa plataforma. (Ver infografía).
La decisión de la empresa de Larry Page obedece a la Ley española de propiedad intelectual, que entra en vigor el primero de enero. Esta 'legislación obliga a cualquier publicación española a cobrar una remuneración quiera o no, a servicios como Google News por mostrar el más mínimo fragmento de sus publicaciones', dijo en el comunicado Richard Gingras, director del servicio noticioso de Google.
Gingras hizo referencia al artículo 32 de la Ley, que introduce el derecho 'irrenunciable' de los editores de cobrar una tasa a sitios que hacen agregaduría de contenidos.
Ante estas nuevas reglas de juego, Google aseguró que es insostenible mantener activo el servicio en España porque este no genera ingresos.
Aspecto del primer agregador que existe en Colombia.
Los principales medios, agrupados en la Asociación de Editores de Periódicos Españoles (Aede), respondieron con un comunicado, difundido el viernes por abc.es. 'No equivale al cierre de un servicio más, dada su posición dominante en el mercado', dijo la entidad, de la que hacen parte, entre otros, El País, Marca, El Mundo y La Razón.
En el mismo comunicado, Aede presagió 'un impacto negativo en los ciudadanos y las empresas españolas' y reclamó la intervención de las autoridades españolas y la Unión Europea para 'proteger de manera eficaz los derechos de los ciudadanos y de las empresas'.
Desde el jueves, la etiqueta #CanonAEDE es tendencia en Twitter. Así han bautizado los internautas españoles la legislación al considerarla el resultado del lobby hecho por los medios tradicionales en aras de sacar provecho económico. Vaticinan, sin embargo, que terminará perjudicándolos al dejar de recibir desde el martes el tráfico que el servicio noticioso de Google les genera.
En otros países de la UE. Bélgica, Francia y Alemania también han tenido desencuentros con la empresa californiana. De los editores alemanes, Google obtuvo permiso para que indexara sus materiales sin tener que pagarles.
El año pasado, Alemania aprobó una Ley de propiedad intelectual, considerada de las más restrictivas en Europa. Con Francia, Google zanjó su disputa en 2013 tras desembolsar 60 millones de euros como el capital semilla de un fondo de desarrollo web para ayudar a los medios en su transición digital. Google tomó esa decisión ante los millones que obtiene por cuenta de la publicidad gala.
Antes, en 2012, la empresa había hecho las paces con los medios belgas después de seis años de confrontaciones. Los contenidos de los principales medios de Bélgica volvieron a Google News sin que la firma tuviera que pagarles por enlazarlos, pero firmó con ellos distintos acuerdos de colaboración para ayudarles a aprovechar mejor sus servicios.
Este agregador fue creado por Arianna Huffington.
En EEUU. En un artículo publicado en 2009 por la Asociación Mundial de Periódicos y Nuevos Medios se plantea que 'Internet ha revolucionado la manera como la gente lee la información y la agregación va indudablemente a continuar siendo parte del escenario mediático. La cuestión estará en si serán los medios o terceros quienes se encargarán de manejar ese sistema'.
El Instituto Poynter, entidad estadounidense que promueve la excelencia periodística, expone en uno de sus artículos que, en medio de la abundancia web, 'alguien debe sacarle sentido a todo ello. Alguien debe mirar más allá de su propia sala de redacción y darles a los lectores un resumen completo. Las organizaciones que lo entiendan así se convertirán en la primera y más frecuente parada de los lectores'.
La discusión llega a Colombia. Hace un año nació Pulzo, el primer agregador noticioso que existe en el país. El 19 de mayo pasado, Guillermo Franco, su director, recibió una carta firmada por los medios que integran Andiarios, entre ellos EL HERALDO. En ella, los gerentes le pidieron que se abstuviera de utilizar sus contenidos porque 'solo quienes dirigimos las empresas que tienen por objeto la generación y edición de contenidos, tenemos la potestad de decidir dónde y cuándo se publican los mismos'.
Franco respondió con una carta pública en la que aseguró manifestarse extrañado 'por una solicitud que va en contravía no solo de la realidad tecnológica, a la que Colombia no es ajena, sino de las buenas prácticas de agregación y curaduría de contenidos (como se conoce técnicamente lo que hacemos) que han caracterizado a Pulzo.com'.
En entrevista telefónica, Franco recordó este episodio y aseguró que la agregación de contenido es una práctica que está amparada por el derecho de cita y de utilizar a los medios como fuente.
El director de Pulzo, uno de los colombianos que más se ha especializado en periodismo digital, dijo que es casi un derecho para los lectores que existan medios que les digan que 'dentro de todo el exceso de información es esto lo que realmente es relevante'.
A nadie se le ocurriría en EEUU, continuó Franco, proponer que The Huffington Post debe cerrar. Para él la discusión en ese país está superada.
Diferentes tipos
Están los sitios web que hacen agregación automática, es decir, se valen de algoritmos para encontrar contenido y agruparlo, como Google News; los lectores web o apps que presentan la compilación en línea o a través de los dispositivos, y los medios 'agregadores', que usan como fuente el material producido por otros y procuran agregarle valor.
Buenas prácticas
Sitios como Poynter Institute y el laboratorio periodístico de la Universidad de Harvard, Nieman Lab, diferencian la agregaduría del plagio en la correcta atribución de los contenidos. Entrecomillar la información, dar el crédito, no reproducir todo el material y enlazar para generarle tráfico al sitio original hacen parte de esas buenas prácticas. Guillermo Franco afirma que parte de la función que busca un agregador de contenido es darle más valor a la información con el contraste de fuentes, la contextualización y la adición de imágenes o videos. 'La gente debería reconocer que la agregaduría de contenido es una práctica estándar. No deben asustarse ante ella'.