En la calle Pasos de Abadía del barrio Torices de Cartagena hay un silencio que no es habitual en una mañana de sábado. El canto ya convertido en susurro por el inevitable paso de los años de Eliseo Herrera se apagó en la madrugada de ayer, en su casa de esquina de esta calle que lo vio formarse y crecer como artista.
Un infarto fulminante extinguió la vida del ‘Rey del Trabalenguas’, dicen los vecinos y amigos que rodean la entrada de la casa, que en otrora era epicentro de grandes festejos cada vez que Eliseo se alzaba con un Disco de Oro o de Platino por las multitudinarias ventas de sus canciones, o mejor aún, cada vez que el legendario integrante de Los Corraleros de Majagual sumaba un nuevo año de vida. Este 14 de junio de 2016 llegaría a sus 91 primaveras.
El sábado 5 de marzo será recordado con tristeza no solo en las calles de Torices sino en toda Colombia. El legado del virtuoso corralero trascendió el Caribe con éxitos como El vampiro, La adivinanza, Tamborito de carnaval, Tres tristes tigres, La yerbita, La matica de mafafa, El pájaro picón picón, Culebra cascabel, La bonga, La Burrita y una larga lista de éxitos, que le merecieron al ‘Rey del Trabalenguas’ ocupar una silla entre los más grandes del folclor colombiano.
'Se nos va un pilar de la música colombiana, un excelente padre, un amigo insuperable, y un ser humano como pocos, alegre y lleno de mucho amor', asegura con tristeza, pero también con mucho orgullo, uno de sus hijos, Orlando Herrera.
El compositor (centro) en medio de un homenaje que le rindió la Universidad de Cartagena en el año 2010.
La partida del cantante y compositor, oriundo de la isla de Bocachica, tomó por sorpresa a la numerosa familia Herrera, pese a que desde hace 11 años el artista padecía quebrantos de salud heredados de un derrame cerebral que le impedía el movimiento del 50% de su cuerpo.
'Él ya tenía achaques propios de su edad, pero siempre fue un hombre con muchas ganas de vivir y así lo vamos a recordar', afirma Romelia Vega, su segunda esposa y madre de tres de los 12 hijos de Herrera.
Alfredo Gutiérrez, quien fuera uno de los amigos más cercanos en vida de Eliseo Herrera y también uno de sus compañeros en Los Corralejos de Majagual, fue uno de los primeros en ponerse en contacto con la familia. La llamada, que fue recibida entre el llanto de su esposa y sus hijos, les recordó que el ‘Rey del Trabalenguas’ quería ser despedido entre alegría y música.
'Esta pérdida duele mucho En poco tiempo se nos han ido unos bárbaros, como Chico Cervantes, Calixto Ochoa y ahora Eliseo, así que lo único que puedo afirmar es que la música de nuestra región está quedando huérfana. Es duro este golpe de Eliseo, un hombre original en todo el sentido de la palabra', dijo Gutiérrez en diálogo con EL HERALDO, al tiempo que advirtió: 'ojo que se están yendo los padres del folclor, porque la música de hoy perdió el sentido, es puro ruido y ya no hay sentimiento, sino necesidad por componer'.
De cargador de estibas a leyenda del folclor. El inicio de Eliseo Herrera en la música profesional es una muestra más de su incomparable talento. Según recogen varios textos periodísticos y cuentan sus propios hijos, Herrera se encontró de frente con el éxito musical sin buscarlo.
'Eliseo era estibador en el Puerto de Cartagena, y al tiempo que tiraba bulto, cantaba sobre todo lo que veía y lo que estaba pasando. Un día Marco T. Barros, el jefe de personal del puerto, quedó tan perplejo con su talento que no dudó en buscarle una cita en Discos Fuentes con el mismo Toño Fuentes, donde de inmediato pasó a grabar varias de sus composiciones y a integrar los muy reconocidos Corraleros de Majagual junto a Calixto Ochoa, Alfredo Gutiérrez y Lisandro Meza, entre otras estrellas', explica el periodista y gestor cultural Juan Carlos Díaz.
Su hijo, Orlando Herrera, también relató que fue la madre de Eliseo, Eufrosina Junco, quien inició al hoy fallecido artista en el arte de componer y recitar trabalenguas. La humilde ama de casa enseñó desde temprana edad a sus hijos a comunicarse en jerigonza, un lenguaje que ella utilizaba entre los miembros de su familia para esconder sus verdaderas palabras de los extraños.
Desde su llegada a los Corraleros, la que siempre fue la agrupación de sus amores y que nunca quiso abandonar pese a tener propuestas de reconocidas orquestas internacionales, Eliseo marcó diferencia. El carisma en escena, su particular voz y ese talento para parafrasear lo que para otros era indecible hizo de Eliseo todo un hito en la mítica agrupación de los años 60.
'Una vez yo hice un trabalenguas y no me lo pudo cantar. Me decía que no lo sentía y así le quedaba difícil, que él mejor hacía los suyos que le quedaban elegantes. Eso me dejó pensativo, porque el mío era sencillo, mientras que los que él hacía eran demasiado largos', narró Lisandro Meza, quien llegó a Los Corraleros de Majagual en 1965 como el reemplazo de Alfredo Gutiérrez.
'Cuando llegué a los Corraleros encontré un gran apoyo en Eliseo, porque no fue nada fácil. Él me animó a hacerle varios arreglos a sus temas, como La burrita y otras seis canciones más', agregó.
Homenajes en su nombre
Antes de que Cartagena le de su último adiós al ‘Rey del Trabalenguas’, que tendrá lugar este lunes a las 11 de la mañana en el Cementerio Jardines de Cartagena, el Instituto de Patrimonio y Cultura de la ciudad tiene programado rendirle un tributo. El cuerpo del maestro del folclor se velará hoy en cámara ardiente en el coliseo Bernardo Caraballo, desde el 9 a.m. Los Lanceros de la Independencia harán guardia de honor y músicos de la ciudad cantarán sus éxitos.