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El pasado 29 de enero, los colombianos recibieron la noticia de que el creador de grandes historias que les robaron lágrimas y sonrisas falleció a los 58 años.

Fernando Gaitán fue un productor ejecutivo y guionista de telenovelas y series de televisión dedicado fervientemente al oficio de escribir y de contar historias que reflejaban la realidad de la sociedad colombiana. Su legado está cimentado en el vuelco que le dio a las producciones televisivas y al hecho de haber irrumpido entregando a los espectadores un producto con un formato diferente al que estaban acostumbrados a ver.

Personajes excepcionales

Las novelas escritas por Gaitán tenían, entre tantas cosas, un sello muy característico y era la construcción de sus personajes.

'Una de las máximas herencias que deja Fernando a los guionistas y realizadores audiovisuales es la forma en cómo construía sus personajes. Aunque abordara personajes arquetípicos, lo hacía con variantes y una mirada siempre inteligente', así lo expresa Roberto Flores, director, productor y guionista barranquillero.

Gaitán se convirtió en un 'referente obligado' para quienes escriben historias que luego se materializan en la pantalla, según comenta Javier Saltarín, también productor y director de cine, teatro y tv.

Por su parte, Pacho Bottía, director y guionista de cine, le atribuye el éxito de las producciones de Gaitán al hecho de que tenía personajes 'muy vívidos, y cercanos a las personas'.

'No eran estereotipos ni prototipos. Estaban llenos de particularidades que acercaban al espectador al producto. Por ejemplo, Yo soy Betty la fea iba en contravía de lo que era la novela en general, pero al mismo tiempo respetaba el género', asegura Bottía.

Un gran referente

El bogotano traspasó fronteras y se convirtió en un referente de la telenovela a nivel internacional.

Juan Manuel Buelvas, gerente del canal Telecaribe, asegura que Gaitán es 'muy referenciado' fuera del país porque siempre 'se preocupó por el fondo, por arrojarse a inventar nuevas estructuras y por tener una manera de contar historias desde otras perspectivas'.

Para John Robert Guerrero, escritor del programa El confesionario, las novelas de Gaitán sobresalieron porque fue el primero en contar historias poderosas e interesantes sin necesidad de disparar una sola bala y sin hacer uso de la violencia para llegar al televidente.

La influencia Caribe

Según comenta Yuldor Gutiérrez, actor, director y productor de televisión, Fernando, aunque fuera un 'cachaco', tenía un espíritu caribeño muy marcado y cuando estaba en la Costa se sentía más costeño que todos. 'En su obra, él combinaba el humor caribe y el humor bogotano', concluye Gutiérrez.

Hay que recordar que Gaitán escribió Guajira y en capítulos trascendentales de Betty incluyó a personalidades del Caribe como el padre Linero y Silvia Tcherassi.

Humor fino

'Así Fernando estuviera contando la historia más triste del mundo siempre imprimía un humor muy fino y delicado', asegura Adriana Villamizar, quien trabajó con él haciendo el script en Café con aroma de mujer.

'Nos enseñó a vernos al espejo y burlarnos de manera respetuosa, pero con creatividad e inteligencia, porque los colombianos somos muy particulares. Ese era el principal eje de todas sus producciones', asegura Juan Carlos Troncoso, escritor de varias novelas como En los tacones de Eva. Troncoso se considera, junto a Fernán Rivera, también escritor de novelas, como los discípulos de Gaitán. 'Yo siempre le recalqué la alegría que él le llevaba al país', agrega Rivera.

El guionista barranquillero Álvaro Serje comenta que Gaitán dejó una huella indeleble en la narrativa colombiana porque fue 'un cronista de lo que es ser colombiano'.

El adiós. Colombia y el mundo entero hoy se despiden de este gran genio de la televisión colombiana. Sus exequias serán en la capilla del Gimnasio Moderno, en Bogotá.