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Devolverle el río Guatapurí a la ciudad y la ciudad al río es la apuesta de la Alcaldía de Valledupar con la construcción de un ecoparque lineal en la margen derecha de este afluente que nace a 4.400 metros de altura sobre el nivel del mar en la Sierra Nevada, y que conforma el principal eje turístico de la capital del Cesar. Las obras, según manifestó el alcalde Augusto Ramírez, alcanzan una inversión superior a los $50 mil millones, para las cuales la firma Geografías Urbanas contratada por la Financiera para el Desarrollo Territorial, Findeter, realizó los diseños que conjugan modernas estructuras con el entorno paisajístico del lugar. Serán ocho kilómetros de longitud los que se intervendrán, desde el balneario Hurtado hasta las lagunas del Tarullal.

Se trata del Plan Maestro del Ecoparque Lineal del río Guatapurí, afluente que es reconocido como un importante ícono ambiental y cultural sobre el cual se estructura, históricamente, el desarrollo de Valledupar. 'El ecoparque es un proyecto ambicioso, protector a la cuenca del río, que pretende masificar el ecoturismo, que quienes quieran ir al río se sientan en un espacio ordenado, digno y con todas las condiciones. Lo que fue la Ronda del Sinú para Montería, será el Ecoparque del Guatapurí para Valledupar', afirmó el alcalde Augusto Ramírez.

La cuenca baja de este río se encuentra a 250 metros sobre el nivel del mar, altura en la que se localiza la ciudad en un tramo de ribera de ocho kilómetros, y un tramo adicional de unos dos kilómetros, hacia el sur occidente de Valledupar, desembocando en el río Cesar. El ecoparque lineal es uno de los proyectos más significativos del Plan de Ordenamiento Territorial que junto con el Plan Maestro de Espacio Público que se propone en el primer eje estratégico del Plan de Acción, planean generar una serie de corredores ambientales y verdes que interconectan todos los espacios públicos emblemáticos.

La creación de espacio público de alta calidad, conectado con la región y con el potencial de desarrollo cultural, económico, productivo y de investigación e innovación, va en concordancia con las propuestas que propone el proyecto del DiamanteCaribe y Santanderes. La propuesta conceptual del proyecto potencia la vocación tradicional del río como lugar de encuentro e intercambio cultural. El ecoparque será el lugar por excelencia para distintos eventos barriales, metropolitanos y regionales. Además será multifuncional y diverso, como un parque público exitoso, partiendo de un diseño que incluye actividades incluyentes, para atraer público y provocar nuevas oportunidades económicas, culturales, deportivas y educativas, además de una mejor movilidad.

La estrategia de movilidad se configura a partir de cuatro elementos: Vía paisajística, que es un corredor ligero paralelo al río que articula la ciudad de norte a sur a través de un sistema de transporte público, una ciclovía y senderos peatonales arborizados que articulan las franjas entre sí y crean circuitos internos entre cada nodo. Estos senderos en piedra acompañan todas las acequias existentes como un mecanismo de protección de estas; aprovechan los gaviones; y bordean al sistema de humedales que sirven como amortiguación y límite del río Se propone concebir el parque a partir del establecimiento de franjas de oportunidad, las cuales se configuran a partir del análisis de los distintos modos de recorrido y velocidades (por ejemplo: caminando, en bicicleta, en automóvil o en transporte público), y define el ecoparque como una serie de líneas, cuya vocación ecológica, se articula gradualmente con una identidad y una dinámica propias de las actividades urbanas en el contexto inmediato.

FRANJAS DE OPORTUNIDAD

Lo anterior trasciende de concebir la franja del río como una unidad de tratamiento homogéneo, a un concepto de linealidad gradual asociando los elementos de los sistemas ambiental y funcional en la ciudad. Dichas franjas cuentan con entre 300 y 500 metros desde el frente urbano, por 1.500 metros que, en términos de movilidad, corresponden a 18 minutos caminando, 6 minutos en bicicleta y a 3.5 minutos en transporte público.

Estas son: el Parque de La Leyenda Vallenata, el Parque Lineal (Playa Maravilla), en la cual se debe propender por la regularización del comercio informal; el bosque del Amor Amor, una franja paisajística atractiva para el turismo; Centro Histórico y barrios informales, que corresponde al Centro Histórico, cultural y comercial de Valledupar. Es una zona económica principal y un área de renovación y construcción de nuevas viviendas. En el margen del río, se ubican varios barrios informales en riesgo de inundación. En la franja 3 hay vías sin pavimentar y cuenta con baja cobertura de servicios públicos.

La zona comercial y vivero municipal es otra franja a intervenir, se trata de un área de renovación y construcción de nuevas viviendas. Esta es el espacio comercial por excelencia, donde se ubica la Galería Popular y parte de sus predios corresponden a donde hasta hace unos años funcionaba el vivero municipal. La comuna dos y Los Mayales, de acuerdo con el Plan de Ordenamiento Territorial es un área de renovación urbana de carácter comercial de la ciudad. Tiene el potencial de ser un área mixta y activa de esta capital. Sobre esta franja se encuentran varios barrios informales en la zona de inundación del río. Es una zona densa, con alta tasa de desempleo, y aunque cuenta con varios equipamientos, estos no son suficientes para la gran demanda de población que se concentra en ésta.

Y las lagunas de tarullal, es una zona sin urbanizar, con grandes ventajas como polo de crecimiento inmobiliario y hotelero por su cercanía al aeropuerto. Tienen una baja densidad de población, predios de grandes extensiones con capacidad de desarrollo y acceso a los servicios públicos. La restauración ecológica de las lagunas y la creación de un gran parque público para la ciudad es estratégica para el desarrollo urbano teniendo en cuenta que el área suroriental corresponde al área de expansión de Valledupar.