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Un fiscal de la Dirección de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario ordenó la captura con fines de indagatoria de 14 militares, dentro de una investigación para esclarecer 16 posibles homicidios de campesinos presentados como muertos en combates en el departamento del Cesar.

Los presuntos implicados en estos hechos, según la Fiscalía, son un coronel en retiro, un teniente coronel, cinco mayores, dos de ellos retirados; un capitán, un teniente retirado, un subteniente, un sargento viceprimero, dos sargento segundo y un cabo, cinco de ellos detenidos por otros procesos y dos particulares quienes fungieron como reclutadores de las posibles víctimas.

Algunos de los casos que investiga la Fiscalía ya están en procesos que se encuentran en diferentes despachos y algunos de ellos en la Justicia Penal Militar, en hechos ocurridos en 2007 en jurisdicción del Batallón Especial Energético y Vial, José María Cancino del Ejército Nacional, con sede en La Jagua de Ibirico (Cesar).

El proceso se inició tras la denuncia de varios miembros de la fuerza pública en la que revelaron cómo se organizaron dentro del batallón para contactar a los particulares que se encargarían del reclutamiento de las víctimas, para el pago de las recompensas y presentar los positivos de los distintos pelotones de esa unidad militar en supuestos enfrentamientos armados o combates durante el desarrollo de aparentes operaciones emitidas por la comandancia de dicho batallón.

Los militares y particulares vinculados mediante indagatoria serán procesados por concierto para delinquir agravado para cometer delitos de homicidio.

Llaman a juicio a 8 militares

En otro caso, dos tenientes coronel, uno de ellos retirado; un capitán, un sargento segundo; tres soldados profesionales, uno de ellos retirado, y un mayor, fueron llamados a juicio como presuntos coautores del delito de homicidio en persona protegida y desaparición forzada en el departamento de Antioquia.

De acuerdo con la investigación, el 29 de septiembre de 2004, tropas del Batallón de Contraguerrillas No. 4 adscrito a la Cuarta Brigada del Ejército, fueron sorprendidas por una facción de subversivos de las Farc, en la vereda San Gregorio, jurisdicción de Nariño (Antioquia), cuyo resultado arrojó dos subversivos N.N abatidos, así como la incautación de material de guerra e intendencia.

Las personas que el personal militar reportó como muertos en combate, fueron reportadas como desaparecidas por parte de sus familiares en el municipio de La Ceja (Antioquia), e identificadas posteriormente como Julio César Molina Ríos y Diego León Montoya López.