El 28 de junio del 2011 se anunció en EL HERALDO que los alcaldes de Barranquilla, Cartagena y Santa Marta crearían la Asociación de Distritos Especiales del Caribe, para concretar las aspiraciones de estas tres ciudades en el marco de la nueva Ley de Ordenamiento Territorial (LOOT) expedida por el Congreso. Como sabemos, dicha Ley, prometida por Santos en una reunión en Valledupar en medio de la campaña presidencial pasada, se convirtió en una gran frustración para el Caribe, al permitir la creación de Regiones Administraciones de Planificación (RAP) siempre que nuestros paupérrimos departamentos las financiaran. Ningún recurso del Gobierno nacional o regalías podría usarse para ello. Por lo anterior, dichas RAP nacieron muertas.

Ahora que otra vez Santos firma un acuerdo con Eduardo Verano, representante luchador de Colombia País de Regiones (CPR), para comprometerse a avanzar en el tema, es lógico que el escepticismo cunda en quienes conocemos del tema. Cuesta trabajo creerle a la dupla Santos-Vargas cuando precisamente le incumplieron al Caribe hace cuatro años.

Del anuncio del 2011 no sabemos que se haya concretado nada. Por ello, fue sano revisar el tema de Ciudad-Región en el marco del Foro convocado por Barranquilla Cómo Vamos, Red de Ciudades Cómo Vamos, Avina y la Fundación Corona. El concepto de Ciudad-Región siempre ha sido algo gaseoso, difícil de concretar, pero como dice el urbanista Florian Koch, de Uninorte, se puede medir por el grado de interconectividad en carga y pasajeros entre ciudades vecinas. Hay experiencias diversas en el Valle del Cauca (G-11), Ecuador y Brasil con Curitiba. El tema se estudió acá en la Costa en junio del 2010, mediante trabajo del Panel de Integración Regional y Ordenamiento Territorial para la Región Caribe, por parte de Naciones Unidas y el INTA. De allí salieron algunas líneas iniciales para la propuesta del tren de cercanías, proyecto que ya fue presentado recientemente por el DNP, el cual, a mi juicio, puede tener serios problemas de factibilidad. Si todavía no hemos visto la II Fase de Transmetro ni el nuevo puente sobre el río Magdalena, pues habrá que esperar el otro cuatrienio, este proyecto pertenece más a la esfera de los sueños del Caribe.

De nuevo nos sorprendió el Valle de Aburrá con lo que han alcanzado en trabajo conjunto en su Área Metropolitana. Han logrado consolidar un Plan Integral de Desarrollo 2008-2020, y cuentan con un Observatorio Metropolitano del Valle de Aburrá, digno de emular, con información muy completa de sus diversos componentes. Han definido crearle un cinturón verde a este valle.

Cuentan con una batería de indicadores por municipio muy completa, con 45 estaciones para medir la calidad del aire y con un software que le hace seguimiento a los planes de desarrollo. El Observatorio del Caribe presentó su Corredor Caribe para el turismo, propuesta más aterrizada, y el Área Metropolitana de Barranquilla expuso su visión del tema. Dejemos tanta retórica y empecemos a concretar lo posible, siempre que no remplace a la regionalización del Caribe sino que la complemente.