Mariano Rajoy y Pedro Passos Coelho van a reunirse esta semana aprovechando el Congreso del Partido Popular Europeo que se celebra en Madrid. Podría ser la última vez que los jefes de gobierno de España y Portugal se ven las caras en el ejercicio de sus cargos, ya que ambos temen la posibilidad de perder el poder. Rajoy se enfrenta a un panorama muy incierto en las elecciones generales del próximo 20 de diciembre, mientras que Passos Coelho no tiene todavía garantizado un segundo mandato como jefe de gobierno, a pesar de su victoria en las urnas del pasado 4 de octubre. Su coalición conservadora ganó el 38% de los votos pero se quedó corta de la mayoría de diputados en el Parlamento. Por ello, el líder de los socialistas, António Costa, ha pactado con los dos partidos a su izquierda –el Bloco de Esquerda y los comunistas– una alianza que podría desbancar a Passos Coelho del gobierno.
El primer ministro portugués, aún en funciones, protesta y argumenta que hay que respetar la voluntad de la ciudadanía que ha convertido a los conservadores en la fuerza más votada, y que, por ende, tienen el derecho a gobernar. Costa, por su parte, alega que las tres fuerzas más de izquierda suman juntos más de la mitad de los votos y de los escaños, y que por ello les corresponde a ellos el gobierno. El socialista afirma que los portugueses con su voto han respaldado la oposición –aunque con matices considerables– que estos tres grupos políticos han hecho a los recortes sociales de los conservadores.
En España, mientras tanto, se cruzan los mismos argumentos y con similares motivos. El presidente Rajoy insiste en la idea de que tras las elecciones de diciembre deberá gobernar la lista más votada porque le parece “lo democrático”. Más que una cuestión de principios se trata de oportunismo político si se mira el escenario que pintan los sondeos de intención de voto. El Partido Popular de Rajoy sería primera fuerza, pero a poca distancia de los socialistas (PSOE) y de Ciudadanos, el partido de centro liberal que ha crecido como la espuma recientemente y que podría tener la llave a la Presidencia. Los expertos en politología creen bastante más probable un pacto entre PSOE y Ciudadanos para gobernar. Y Rajoy también se lo teme cuando afirma que Sánchez “se aliará con cualquiera con tal de que no gobierne la lista más votada”.
De hecho, los gobiernos de coalición son una novedad en España, con muy contadas excepciones a nivel regional. En Alemania, el socialdemócrata Helmut Schmidt estuvo ocho años en la cancillería (1974-1982) gracias al apoyo de los liberales y a pesar de que los democristianos eran el partido con más escaños. Nadie entonces decía que no era “lo democrático”. Así funcionan los sistemas de democracia parlamentaria, frente a otros sistemas como los presidenciales, caso de Colombia. Aprovechando una frase que el propio Rajoy ha usado mucho en el contexto de las reivindicaciones de los independentistas catalanes: las leyes son las que hay y si no te gustan debes cambiarlas.
@thiloschafer