Saben muy bien los lectores habituales de estas columnas deportivas, que hemos comentado tal vez sobradamente el caso de Barry Bonds, el toletero que tiene ahora mismo el récord mundial de cuadrangulares. Hoy queremos ocuparnos nuevamente de este sonado caso de Barry Bonds entre otras cosas por qué no hemos conocido una medida en contra de un bateador, sin que se haya esbozado un caso parecido al de Bonds.

Nos causó una gran alegría cuando recibimos de parte de nuestro hijo Aníbal, radicado hace muchos años en los Estados Unidos una nueva porción de periódicos americanos, en cuyas páginas deportivas se anuncia con frecuencia el insuceso de Bonds. Más, ¡Oh desilusión que no esperábamos! Encontramos, sí un artículo en un periódico floridano en cuyo título se decía que Bonds había perdido el caso irremediablemente.

Como lo saben también muchos, el caso de Barry Bonds es un prodigio de gravedad a la hora de las acusaciones. Y este artículo que hemos encontrado se los gana a todos. Por ninguno de sus párrafos se dice por qué perdió Barry Bonds la causa. Simplemente, se alega que el jonronero está liquidado en el proceso, pero repetimos no se dice una sílaba para acusarlo concretamente.

Apenas para refrescar la memoria de nuestros lectores, Bonds fue acusado de usar drogas anabolizantes, especialmente aquellas que aumentan el poder de los bateadores. La única conclusión que sacó el comisionado del béisbol de las Grandes Ligas es que un pelotero como Bonds bateó muchos más jonrones cuando tenía 34 y 36 años que cuando tuvo lo que se suponía era el mejor periodo beisbolero de su vida, esto es cuando andaba entre 24 y 28 años. Eso naturalmente no es fácil de entender y mucho menos de aceptar.

No somos ni de riesgo defensores de ningún acusado sin pruebas o con estas; mantenemos una cierta equidistancia, dejándole a las autoridades beisboleras los argumentos del caso. Pero si nos damos cuenta que Bonds ha sido sancionado de por vida sin que se haya esbozado si quiera una prueba acusatoria. Ya veremos, con el paso del tiempo y de investigaciones –si es que todavía persiste el proceso que sacó del béisbol a un jonronero tan tremendo como Barry Bonds– si más adelante se esclarece el caso y se determina si Bonds es culpable o inocente.

Por lo pronto hay un debate bastante fuerte en la prensa estadounidense, dividida en dos bandos mejor ubicados: si el pelotero es en realidad responsable de prácticas ilegales y desmoralizadoras, o es una víctima más de una legislación previa para condenarlo.