No se entiende el porqué los inefables del fútbol programaron para hoy partidos de eliminatoria. ¿Para realzar la pasión de mañana? O por brutos. Porque hoy es día para rezar, meditar, y no para juegos. Así que no recemos por la Selección, porque a la final no es tema importante, y porque en Bolivia también rezan, el resultado es cosa de los jugadores. Hay que meditar, no solo sobre la pasión y muerte de Cristo, sino también sobre los perdidos valores. Y rezar a los santos, y por Santos, el nuestro, que buena falta le hace.

Corresponde rezar por Santos a quien, pese a las apariencias, hay que creerle su buena fe. Nadie le cree nada, por su incapacidad para comunicar, por la torpeza de sus asesores y, claro, porque dice demasiadas mentiras. “A la gente hay que creerle”, decía Laureano Gómez, así que creámosle, y recemos para que entienda. Para bajarle la intensidad en lo de los diálogos, lo primero es que entienda que si hay Premio Nobel no será para él solito, sino que al tiempo también lo otorgarán a alias Timochenko, y de pronto también a algún representante de las víctimas. O sea, será conjunto, compartido, dividido entre tres y, como él es malo comunicando, el protagonismo lo tendrán el guerrillo y la víctima, él quedará relegado; le tocará entonces repartir los honores, y los billetes del premio. Acuérdense que quienes lo otorgan son noruegos, que viven en otro mundo, creen que las guerrillas son como Robin Hood, son enrevesados y, al igual que los holandeses, hacen lo que les da la gana. Así que no debe poner tanta enjundia al tema, y pararle más bolas al país.

Recemos también para que Santos entienda que todos queremos la paz, y que es claro que a los guerrillos hay que hacerles concesiones, pero sin exagerar, sin darles todo lo que piden, que les están haciendo el chance y quieren manejar. Recemos para que entienda que las marchas en su contra no son estimuladas por el uribismo, sino por la inconformidad. Recemos para que remplace a sus asesores por gente con sentido común; para que bote a los de la Creg, los de la Upme, y al viceministro de Minas, única ruta para expulsar a Electricaribe; recemos para que cambie a los abogados siempre perdedores que llevan años pelechando en el conflicto con Nicaragua; recemos para que encuentre una real solución al apagón, a la economía, a todos los problemas; recemos para que acierte, y nos vaya bien. ¡Recemos!

Coletilla: Dos eventos gratos: la elección de Margarita Cabello Blanco como presidenta de la Corte Suprema de Justicia, merecido reconocimiento a su trayectoria. Segunda mujer y primera caribeña en ocupar tan alto cargo, que con ella al mando seguro se recompondrá la imagen y mejorará nuestra justicia. Y la Certificación de Calidad en Salud obtenida por la Organización Clínica Bonnadona Prevenir que, entre más de dos mil clínicas de alta complejidad, es la única costeña en lograrla. Bien por Carlos Alberto Osorio, impulsor y alma de este grupo empresarial de la salud.

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