Dorian Castro Barros ejecuta sus lanzamientos con la misma emoción de la primera vez que se subió a la lomita de los sustos. Es un simple entrenamiento, pero él le pone todas las ganas. Como pelotero experimentando coloca el ejemplo. 'Vamos, ahora damos un par de vueltas y terminamos por hoy', le dice a uno de sus compañeros mientras se acerca al dugout.
El Polaco, como es conocido en la pelota caliente colombiana, es un pitcher referente de los Caimanes de Barranquilla. Cuatro títulos con la novena currambera, y ocho en total en el béisbol colombiano, lo convierten en un jugador de respeto y admirado por muchos.
Dorian está listo para volver al ataque, por eso al primer entrenamiento con los Caimanes llegó puntual y con el deseo de seguir demostrando que aún sus lanzamientos tienen veneno. 'Llegué con las ganas de seguir haciendo mi trabajo, mostrar que aún hay Dorian Castro para seguir lanzando. Siempre trato de disfrutar esto como si fuera un niño. Esta es mi pasión, el béisbol me mueve y lo hago siempre con esas ganas y entusiasmo de ver qué más le puedo entregar a la pelota caliente', sostiene este pelotero que comenzó a practicar béisbol desde que tenía cuatro años.
Como lanzador de recorrido se atreve a hablar con propiedad, esa que sale a ratificar cada vez que el mánager le da la confianza. Aunque sabe que es prematuro para hablar de favoritismo, es consciente de que su novena siempre será peligrosa y trabaja pensando en conseguir el título. 'Caimanes siempre es un equipo que se caracteriza por traer buenos extranjeros, de afianzar buenos colombianos, pero, sobre todo, esto es una familia, donde nos entregamos por un fin en común. Quiero que el equipo esté nuevamente en las finales y que le entreguemos un nuevo título a la ciudad', asegura con entusiasmo.
Castro ha experimentado varias facetas como pitcher, pero ahora se siente más cómodo como relevista, posición que asegura le sirve para analizar a los bateadores y así llegar con más confianza al terreno de juego. 'Como relevo tengo la oportunidad de ver algunos innings y así tener una idea clara de lo que voy a hacer durante el juego. Sé que hay bateadores que tienen días malos, pero general tienen un común denominador y trato de averiguarlo lo más rápido posible para atacarlo en donde tienen su debilidad', agrega este beisbolista, que habita en el barrio San José.
Ha disputado más de una final, pero él se queda con una en especial no solo por lo que significó para su equipo sino por lo que hizo cuando estuvo en el montículo. 'Recuerdo mucho la primera final que tuvimos con Leones, la serie terminó con 7 juegos. Terminamos ganando en Barranquilla, pero estuvimos a punto de perderla, nos salvó el quinto juego que ganamos en Montería. En ese séptimo juego yo entré como relevista, saqué el cero con bases llenas y el out', cuenta con emoción.
Antes de salir a dar las vueltas con las cuales finalizará el entrenamiento, habla acerca de su compromiso con el equipo. 'Me entrego a diario y soy un pitcher que durante la semana se puede utilizar tres y cuatro veces. Siempre le pongo seriedad a mi trabajo, me gusta ganar y me esfuerzo para lograrlo', sentencia mientras se marcha.
A sus 35 años, Dorian Castro está dispuesto a seguir lanzando rectas, curvas y strikes para conducir a los Caimanes hacia un nuevo título.
Comenzaron los trabajos
Los Caimanes de Barranquilla comenzaron ayer su primer entrenamiento de cara al campeonato de béisbol, que comenzará el próximo 8 de noviembre, con 11 peloteros. Los trabajos que se realizaron en el estadio Tomás Arrieta estuvieron supervisados por Daniel Mavárez, Éver Rentería y Carlos Balcázar. 'Estamos contactando a los hermanos Solano (Jhonatan y Donovan) para ver qué posibilidad tienen de jugar, por parte de ellos está el interés, pero aún no hay nada decidido', aseguró Harold Herrera, gerente de la novena barranquillera.
Por Rosember Anaya Ramírez Twitter:@rdeportes