Es considerado uno de los basquetbolistas con mejores recursos ofensivos en la NBA. El mismo que, en su infancia, creía que el baloncesto era para niñas; el que comenzó a jugar este deporte a los 13 años; y el que falló en asistir a campamentos de novatos antes del sorteo debido a su obligación con el servicio militar de su país.
Ese es el alero de los Mavericks de Dallas, el alemán Dirk Nowitzki, el mismo que viene de liderar, con 40 puntos, la victoria de su equipo 112-105 ante los Thunder de Oklahoma para colocar la serie de la final de la Conferencia Oeste 3-1 a favor.
Le decían ‘Monstruo’. No fue hasta a los 13 años que aquel flaco adolescente empezó a enamorarse de este deporte. Y lo hizo por una razón: para huir de las burlas de sus amiguitos, quienes le llamaban el Monstruo.
“Los niños eran bien crueles. En cuarto grado ya era más alto que la maestra. Y como era de una pequeña ciudad, se me hacía difícil encontrar ropa. Podía estar con los mismos tenis todo el año”, dijo Nowitzki en una entrevista.
Las burlas llegaron a su fin dentro de la cancha ya que comenzó a viajar por distintas partes de Alemania, gracias al baloncesto. “Mis amigos no habían salido de la ciudad y ya yo viajaba por toda Alemania”, dijo el delantero. “Si no hubiera jugado, aún estaría allí”.
A los 15 años, a Nowitzki le ocurrió algo importante. El exjugador de la selección de Alemania, Holger Geschwindner, lo descubrió y lo dirigió al estrellato. Desde el primer momento que lo observó jugar, sabía que tenía un talento especial, distinto a los demás.
A partir de ese momento, Geschwindner se convirtió en su tutor. Lo entrenaba tres veces a la semana y hasta lo instó a aprender a tocar un instrumento musical y leer literatura para convertirlo en una persona más completa.
Con apenas 16 años, Nowitzki debutó en la liga profesional de Alemania, de segunda división, con el club DJK Wurzburg X-Rays. Su desempeño y mejoría lo llevaron al programa nacional de su país, debutando a los 18 años con la selección juvenil, participando en diversos torneos, incluyendo el Sub-19 y Sub-22.
“Es un genio”: Barkley. A los 19 años, el joven alemán llamó la atención en unos partidos de exhibición ante jugadores de la NBA como Charles Barkley, quien comentó “este niño es un genio. Si quiere entrar a la NBA me debe llamar”. Nowitzki continuó activo con el DJK y perfeccionando sus habilidades.
Con el pasar de los años todos los ojos gerenciales de la NBA se dirigieron hacia a él.
Llovieron las invitaciones a campamentos pre-draft, pero la obligación de cumplir con el servicio militar le impidió aceptar las invitaciones.
Aun así, Nowitzki fue seleccionado en el noveno turno de la primera ronda por los Bucks de Milwaukee en el 1998. Ese mismo día del sorteo, Nowitzki fue canjeado junto a Pat Garrity a los Mavericks por el sexto turno, Robert Tractor Traylor.
Y ahí está: a punto de ir a una final del mejor básquet del mundo.