El matrimonio mafia y narcotráfico en el fútbol colombiano no es nada nuevo. Por eso no sorprendió la noticia de que el Envigado F.C fuera incluido en la Lista Clinton que elabora el Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Este es un registro en el que el organismo gringo incluye organizaciones con vínculos con el narcotráfico, y que restringe sus operaciones comerciales. En el caso del club paisa por su supuesta relación con la tenebrosa ‘Oficina de Envigado’, una organización narcoparamilitar. En Colombia el primero de hablar de ‘dineros calientes’ en el fútbol rentado fue el entonces ministro de justicia Rodrigo Lara Bonilla, asesinado el 30 de abril de 1984 en Bogotá por el cartel de Medellín de Pablo Escobar.
Lara denunció el 21 de octubre de 1983 que Atlético Nacional, Millonarios, Santa Fe, Medellín, América y Pereira, estaban en poder de narcotraficantes, y fue en parte su sentencia de muerte.
Investigaciones posteriores vincularon también con el negocio de las drogas a los clubes Medellín, Deportes Tolima, Quindío y Unión Magdalena.
Nacional
El cuadro paisa empezó a verse relacionado con el narcotráfico en el periodo en que tuvo como presidente a Hernán Botero Moreno, extraditado en 1984 a Estados Unidos y condenado por narcotráfico y lavado de activos, todo esto relacionado con los nexos que el dirigente tenía con el capo del cartel de Medellín, Pablo Escobar Gaviria.
Bajo la sombra de Escobar el equipo ganó la Copa Libertadores en 1989, título que estaría rodeado de polémica por la supuesta mano del narcotraficante para que el club paisa ganara el prestigioso torneo.
Fue tan directa y descarada la relación de Escobar con el Nacional, que varios de sus jugadores visitaron al narcotraficante cuando estuvo recluido en 1991 en la cárcel La Catedral, en el municipio de Envigado, para jugar partidos de fútbol en una cancha ubicada dentro del penal.
‘Loco’ Barrera.
Santa Fe
En 1989 el caleño Fernando Carrillo Vallejo adquirió la mayoría de acciones. Era un personaje oscuro dedicado al negocio de las esmeraldas y acusado por Estados Unidos de tráfico de drogas. También era dueño de una cadena de droguerías que eran una fachada para distribuir insumos para el refinamiento de coca. Dos años más tarde el propietario del equipo sería Phanor Arizabaleta, quien en los 90 fue el quinto hombre en importancia del cartel de Cali. En el 2011 fue extraditado a Estados Unidos, pero solo duró ocho meses y fue devuelto a Colombia por una negociación con la Fiscalía. El club también se vio relacionado con el narcotraficante Daniel ‘el Loco’ Barrera, capturado en el 2012 y quien habría aportado dineros para el alza del equipo. También se incluye al capo Efraín Hernández, ‘Don Efra’, asesinado el 7 de noviembre de 1996.
Gacha.
Millonarios
En 1983 el presidente del equipo era Hermes Tamayo, vinculado como propietario de un cargamento de dos mil kilos de clorhidrato de cocaína decomisados en Barranquilla. Este murió en 1986, dejando las riendas del club en los abogados Germán y Guillermo Gómez, este último asesinado por quien se iba a encargar del equipo de ahí en adelante: Gonzalo Rodríguez Gacha, conocido como ‘el Mexicano’. Dos años después Millonarios ganaría su estrella número 13 en el fútbol colombiano. Gacha no fue directivo, pero sus aportes financieros le dieron prestigio al equipo Embajador.
‘El Mexicano’ es recordado como uno de los narcos más poderosos de Colombia y del mundo, integrante del cartel de Medellín y uno de los hombres más sanguinarios del país. Fue dado de baja por la Policía el 15 de diciembre de 1989, cerca de Coveñas (Sucre).
Rodríguez Orejuela.
América
Miguel Rodríguez Orejuela, líder junto a su hermano Gilberto del extinto cartel de Cali, tuvieron el control absoluto del América en las décadas de los 80 y 90. Durante esa administración, financiada con dineros del narcotráfico, la Corporación contaba con 2.600 afiliados en su mayoría empleados del América y las empresas de la familia Rodríguez. La Ley del Deporte exigía para ese momento mínimo 2.000 afiliados para la constitución de una Corporación. A partir de 1995 y después de una época gloriosa para el equipo en lo deportivo, que incluyó ocho títulos locales y tres subtítulos de Copa Libertadores, comenzaron los procesos judiciales contra Miguel Rodríguez Orejuela. En 1997 el equipo fue incluido en la Lista Clinton, sobrevivió con deudas millonarias ya que no podía contar con patrocinio a raíz de estar en la Lista Clinton. Está en la B desde 2011.
El torneo del 89 fue suspendido
El 15 de noviembre de 1989 fue asesinado de seis impactos de bala en Medellín el árbitro cartagenero Álvaro Ortega, luego de actuar como juez de línea en el partido en que el DIM igualó 0-0 con el América de Cali. Se argumenta que apostadores paisas estuvieron detrás del asesinato, que se habría fraguado una semana antes en Cali, cuando el bolivarense pitó ese mismo encuentro y con sus decisiones, supuestamente, habría ocasionado la derrota 1-0 del DIM.
Otros equipos relacionados con la mafia colombiana
Tolima, vinculado con Ignacio Aguirre, mafioso bogotano asesinado en los 80). Deportivo Pereira, fue controlado en los 80 por Octavio Piedrahíta, narcotraficante paisa que fue pedido en extradición por Estados Unidos, pero antes fue asesinado en Medellín en 1988). Medellín tuvo en los 80 como uno de sus máximos accionistas al capo paisa Héctor Mesa. Luego sería Pablo Escobar, quien supuestamente era hincha del Nacional, pero también invertía millones en el Poderoso). Unión Magdalena, fue controlado en los años 80 y 90 por Eduardo Dávila, señalado por enviar cargamentos de marihuana a Estados Unidos, Italia y Puerto Rico en la década del 80. Dávila fue condenado a 34 años de prisión por la justicia colombiana por el asesinato de una administradora de inversiones de la alta sociedad samaria. Está preso en Bogotá.