El fenómeno de El Niño no solo puso a prueba el sistema energético en Colombia, también ha medido la capacidad del gobierno del presidente Juan Manuel Santos para elegir, en menos de dos años de administración del segundo mandato, el cuarto ministro de Minas y Energía. Germán Arce, el elegido, tendrá como misión devolver la confiabilidad al país, que estuvo en amenaza de un racionamiento por factores como baja hidrología, la limitación de la oferta de gas, altos costos de combustibles y una regulación cuestionada.
Arce, economista con experiencia en la banca privada y en el sector público como presidente de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), viceministro de Hacienda y Crédito, representante del Gobierno en Isagén y la Agencia Nacional de Minería, asumió con los coletazos que ha dejado la etapa más fuerte del fenómeno y la necesidad de revisar la política pública energética a corto, mediano y largo plazo.
En el nombramiento ministerial, Santos trazó las líneas de esa política anunciando que habrá un aumento en el porcentaje de la energía que proviene de las fuentes alternativas y renovables.
Además la revisión y garantía que el esquema financiero y de oferta lleve a una adecuada provisión de energía y de gas, sumado al plan de expansión de transmisión a por lo menos 170 mil familias en nuevas zonas del país.
Con el regreso de las lluvias, el aumento del nivel de los embalses, la generación térmica, la interconexión con Ecuador y la cuota que puso el país para ahorrar y darle eficiencia a la energía, el Gobierno descartó los racionamientos.
Pasada la amenaza de apagones, actores del sector admitieron a +NEGOCIOS (+n) que ahora hay una etapa de lecciones y ajustes. El panorama del sistema eléctrico depende de que se tomen decisiones de regulación que tienen más de un año de atraso.
'Mientras no se emita la normatividad necesaria por parte del Gobierno Nacional y la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg), el panorama del sistema eléctrico no es claro', afirma el presidente de la Cámara Colombina de Energía, Andrés Taboada.
Asoenergía, asociación nacional que reúne a grandes consumidores del país, destaca que la crisis midió el respaldo de las térmicas ante el descenso de los niveles de embalse, que alcanzaron 11% y 22% los de Antioquia y Valle respectivamente, el 28 de febrero pasado. Aún con los inconvenientes que se presentaron con el daño de la central de Guatapé en Antioquia, y Termoflores en Barranquilla, que aumentó la amenaza de racionamiento, el sector eléctrico colombiano resistió, subraya la Asociación Colombiana de Ingenieros, Aciem.
'El cargo por confiabilidad pagado por los colombianos evidenció la importancia de poner a disposición al 100% la capacidad de generación térmica', afirma Antonio García, presidente de Aciem.
El dirigente considera que otra lección es que es posible adoptar decisiones estructurales y cambiar preconceptos, como mejorar la eficiencia, establecer una política de Estado y fortalecer la cultura del ahorro, la cual debe continuar para ser más eficiente en el uso de la energía y economizar en su factura.
María Luisa Chiappe, presidenta de Asoenergía, advierte que detrás de esa capacidad de respuesta térmica, el sistema de respaldo de generación eléctrica mostró sus altos costos.
El 40% de la capacidad de generación en Colombia corresponde a generación a base a gas, de combustible y líquido. Mientras la energía hidráulica tiene un costo de $50 pesos kilovatio hora, la energía producida a base gas puede costar entre $226 y $315 por kilovatio hora, y la generada a base líquidos $605 y $1.086 pesos por kilovatio hora. 'La comparación entre las cifras lo dice todo. Las energías a base de gas y de combustible son más costosas', afirma Chiappe.
Para Asoenergía estos costos son más elevados que el precio que se ofrece en la bolsa energética y el precio de escasez. El debate se dio durante la etapa fuerte del Fenómeno de El Niño, en el cual las generadoras pedían reformular el precio de escasez e incluso amenazando con las entrega de las térmicas si no se accedía a su petición, recuerda Chiappe. En octubre del año pasado, el incremento del precio de escasez, que se decretó y anunció el ministro de Minas y Energía, Tomás González, argumentó que los colombianos tenían que cubrir más de un billón de pesos por las pérdidas de las plantas térmicas. A su vez, algunas de las generadoras admitieron que no estaban listas por razones financieras.
Finalmente el costo pagado de esa demanda fue $620.000 millones. Es decir dos tercios de un billón de pesos y reveló la vulnerabilidad del sistema, subraya Asoenergía. 'Si las generadoras tienen energía y financieramente no la pueden ofrecer, estamos ante un problema de confiabilidad. De cara al futuro si no se reglamenta por parte del Gobierno, la generación de energía seguirá siendo más costosa con un gran impacto en todo el país y en regiones como el Caribe', insiste María Luisa Chiappe.
LOS RETOS.
Sergio Botero, magíster en Ciencias de Ingeniería y docente de la Universidad Nacional, destaca que el sistema eléctrico respondió ante la crisis, pero también demostró que se depende mucho de componentes aleatorios, que, en esta oportunidad, nos llevaron a una situación crítica.
Botero analiza que el cargo por confiabilidad, en su concepción básica funcionó, pero hay inconvenientes en su diseño y debe tener una buena articulación con el mercado de gas natural y que el gobierno garantice el suministro en el mediano plazo.
El Ministerio de Minas y Energía adoptó en febrero de este año el Plan de Expansión de Referencia Generación-Transmisión 2015-2029 elaborado por la Unidad de Planeación Minero Energética, que a su vez ha definido ocho posibles escenarios para la matriz energética de generación, con base en la dotación de recursos naturales, el registro de proyectos y las solicitudes de conexión. El plan precisa que el país necesita entre 4.208 y 6.675 megavatios de expansión para la próxima década.
Asoenergía señala a su vez que se necesitan 2 mil megavatios, pero que se generen a bajo costo con recursos en agua y carbón.
LAS NUEVAS CORRIENTES.
Inversionistas privados tienen registrados ante la Upme, con estudios de conexión, 13 proyectos de energías renovables desde 2014, que pueden producir 1.065,5 megavatios y podrían acercarse a los 2 mil megavatios a bajos costos que solicita Asoenergía, pero con radiación electromagnética solar y eólica, que proviene de los vientos.
Ocho de esas iniciativas son eólicas para interconectarse desde La Guajira y cinco solares, de los cuales 4 están propuestos en el Cesar, 2 en Atlántico y uno en Sucre, con capacidad para 85 megavatio. (Ver gráfico).
Cinco iniciativas están en manos de las promotoras: Isagén, la Awarala Central Eléctrica, CS III y Wayuu. Y en manos de sociedades anónimas simplificadas: Begonia Power, As II Polonuevo y CS I Valledupar.
Awarala Central Eléctrica S.A. es el de mayor capacidad de generación con el parque eólico en Uribia, pero hoy se encuentra en fase I como otros once proyectos. El único en fase II es el Parque Eólico la Guajira I, de Isagén.
El más adelantado, en fase III, es el Awarala Central Eléctrica S.A. de Tolú, Sucre. Debe arrancar generación en agosto de 2016 luego de terminar un periodo de construcción de 24 meses.
Los proyectos reafirman el potencial de la Región, que debe ser atendida como lo pidió el Presidente al nuevo Ministro de Minas, pero también dependerá de que la Creg regule y la Upme apruebe los planes de expansión en energías limpias. Ricardo Ramírez, subdirector de energía eléctrica de la Upme, aclara que los proyectos registrados dentro del plan son suministrados por las empresas promotoras y no depende de la aprobación de unidad. 'Tenemos intervención directa en la expansión, que depende de muchas variables que respondan a señales tributarias, ambientales y legales'.
Hay otras iniciativas empresariales en Barranquilla como la del Grupo Éxito que producen energía con páneles solares en el Centro Comercial Panorama en Barranquilla y Riohacha, Guajira, y Tecnoglass que anuncia con igual recurso la generación de 2 megavatio en Solartec este año. Otras generadoras y comercializadoras nacionales y de servicios públicos como Vatia SA ESP, hoy con 30.000 usuarios en todo el país, tiene entre sus clientes a Supertiendas Olímpica, tal y como lo muestra su página web.
El Gobierno da un paso para generar energía a bajo costo con la resolución 109 de la Creg, que entregará el cargo por confiabilidad solo a las plantas térmicas que permitan producir energía de forma eficiente y a precios competitivos. D darse la resolución, el paso siguiente es abrir una subasta. Asoenergía analiza que si incluyen otras energías de otras fuentes, lo primero es definir los costos de operación.
Electricaribe y la Región Caribe
El nuevo Ministro de Minas y Energía tendrá retos el de hacer seguimiento al Plan5Caribe, que el Gobierno anunció con el exministro Tomás González e inversiones de $4 billones. El Plan busca que el servicio que presta Electricaribe supere las dificultades de infraestructura y mantenimiento que han provocado apagones.