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El cambio climático irrumpió este sábado en la cumbre del G20, después de que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunciara una aportación de 3.000 millones de dólares al Fondo Verde de la ONU y pese a que Australia había excluido el asunto de la agenda.

Tras infructuosas presiones internacionales para que Australia incluyera el cambio climático en la agenda del G20, Obama eligió la ciudad australiana de Brisbane, sede de la cumbre, para revelar su aportación para ayudar a los países en vías de desarrollo, entre ellos los del Pacífico Sur, a afrontar sus efectos.

'Anuncio que Estados Unidos da otro paso importante. Vamos a contribuir con 3.000 millones de dólares al Fondo Verde para el Clima de forma que podamos ayudar a las naciones en desarrollo', dijo Obama en el discurso que pronunció en la Universidad de Queensland, en Brisbane, antes de participar en la cumbre del G20.

'Junto a las otras naciones que ya lo han respaldado, nos da la oportunidad de ayudar a las comunidades vulnerables con un sistema de prevención temprana, con defensas más fuertes contra el surgimiento de las tormentas y una infraestructura más resistente al clima', acotó Obama.

En la Cumbre del Clima de septiembre pasado se ofrecieron aportaciones por un total de 2.300 millones de dólares como capitalización inicial del Fondo Verde puesto en marcha para financiar acciones contra el calentamiento global.

El anuncio sigue al acuerdo histórico alcanzado esta misma semana entre EEUU y China sobre el cambio climático, mediante el que Washington se compromete a reducir sus emisiones hasta en un 28 % en 2025.

Por su parte, China se comprometió a que una vez que alcance el nivel máximo de emisiones en 2030 comenzará a reducirlas y al mismo tiempo a hacer que un 20 % de su energía proceda de fuentes limpias y renovables.

Pero Obama no se quedó en el anuncio de la contribución económica sino que instó a las naciones a establecer un objetivo para reducir las emisiones y mirar con objetividad los datos científicos y 'alcanzar un fuerte acuerdo global el próximo año' y apoyar acciones contra el cambio climático.

Obama también recordó que Australia y Estados Unidos emiten mucho carbono y alertó del peligro que amenaza a la Gran Barrera de Coral, situada en el noreste de Australia y declarada Patrimonio de la Humanidad, por el cambio climático.

La voz de Obama no fue la única que se hizo oír hoy antes de la cumbre ya que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, instó a los líderes del G20 a tomar acciones decididas para afrontar el cambio climático y aportar al Fondo Verde para el Clima.

'El mundo mira al G20 también para que lidere la financiación del clima. Pido a los líderes del G20 que hagan una apuesta ambiciosa para la capitalización del Fondo Verde para el Clima', dijo Ban, al admitir que esta cuestión está siendo discutida 'activamente' en la cumbre.

Por su lado, el viceministro de Finanzas de China, Zhu Guangyao, señaló a los periodistas antes de la cumbre que si la economía china se desarrolla demasiado rápido de manera que afecte la sostenibilidad ambiental 'se deberán hacer ajustes a las políticas a tiempo para minimizar el impacto en el medioambiente'.

A las voces de los políticos y las organizaciones sociales de los países del G20 (C20) se unieron hoy centenares de civiles que marcharon por las calles de Brisbane para reivindicar diversos asuntos, entre ellos la lucha contra el cambio climático y el uso de energías renovables.

El Gobierno de Australia, uno de los mayores contaminadores per cápita del planeta, ha eliminado recientemente el impuesto a las emisiones contaminantes y no se ha pronunciado aún sobre su objetivo sobre uso de energías limpias.

Además, Abbott dijo el mes pasado que el carbón 'es bueno para la humanidad' y que la industria relacionada con este recurso 'es una parte esencial del futuro económico' de Australia. EFE