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El director regional del Instituto de Medicina Legal, Eduardo Enrique Pinto Viloria, de 34 años, fue asesinado a tiros en la casa donde residía con su esposa en el barrio Cevillar, en la localidad Metropolitana de Barranquilla.

'El hecho ocurre pasadas las 3 de la madrugada', informó el general Gonzalo Londoño Portela, comandante de la Policía Metropolitana (Mebar), en rueda de prensa ofrecida al mediodía en la sede del organismo forense en esta ciudad.

La información suministrada por las autoridades indica que la esposa del funcionario, Dayana Jassir De la Hoz, declaró a investigadores que salió ayer hacia las 3:15 de la vivienda, cuando fue recogida por un auto cuyo conductor está contratado por ella para sus continuos viajes al departamento de La Guajira.

Eduardo Pinto Viloria.

LA INTERCEPTAN. Tras varios minutos de recorrido, dos hombres que se desplazaban en un taxi interceptaron el carro en la vía Cordialidad (calle 47) entre carreras 10 y 9D, y obligaron al conductor a regresarla a la casa ubicada en la calle 46 con carrera 18, donde Pinto se había quedado.

'Según ella manifiesta, por un requerimiento de un supuesto dinero que ellos debían tener', dijo Londoño.

El coronel Juan Nieto Aldana, subcomandante de la Mebar, manifestó frente a la residencia de dos pisos que los delincuentes exigieron al conductor que entrara con la mujer. 'Empezaron a preguntar supuestamente dónde estaba una cifra de dinero y buscar en la casa'.

Jassir agregó que los asesinos la amarraron y amordazaron, y la dejaron en el primer piso del inmueble, de color blanco y con rejas en su exterior. Luego subieron con Pinto al segundo piso y, al poco tiempo, le dispararon a quemarropa. 'Labores de vecindario indican que hubo dos o tres disparos', agregó Nieto.

Peritos del CTI inspeccionaron el auto estacionado a las afueras de la casa donde Pinto fue asesinado.

BUSCAN HUELLAS. Funcionarios del CTI, peritos en lofoscopia, inspeccionaron al filo de las 10: 30 a.m. el auto que transportaba a la mujer: un Kía ‘Stylus’, de placas IRY-418, que fue estacionado a las afueras del inmueble.

Los medios presenciaron la inspección al vehículo color gris, en especial a las manijas de las puertas, donde con lupas, plumillas y carboncillo se tomaron muestras de huellas que pueden corresponder a las de los autores del asesinato.

Residentes del sector aseguraron que su propietario es un vecino, quien ayudó a Jassir a socorrer y trasladar a Pinto a la Clínica Murillo, donde murió.

Dayana Jassir, esposa de Pinto, regresó hacia las 10 a.m. a la casa en una camioneta del CTI de la Fiscalía.

'UN CASO EXTRAÑO'. Londoño advirtió que dentro de la casa sucedió 'lo típico de un asalto' de algún elemento o cantidad de dinero, pero que no tienen conocimiento del monto que pretendían los homicidas.

En declaraciones a medios radiales, en horas de la mañana, el oficial aseguró que el homicidio de Pinto 'es un caso extraño' por lo que se conoce hasta ahora.

'No tenemos una sola hipótesis, tenemos varias, no nos podemos casar con ninguna. Lo que primero tenemos es lo que manifiesta la esposa, son sus declaraciones, es su vivencia; nosotros con los investigadores analizaremos todo en conjunto', agregó al mediodía.

SIN AMENAZAS. El director nacional de Medicina Legal, Carlos Valdés Moreno, se trasladó desde Bogotá a Barranquilla. 'Nunca manifestó que tuviese amenazas, alguna preocupación. Esperamos que no sean los motivos su propio trabajo', respondió en la rueda de prensa.

El funcionario informó que Pinto, quien era oriundo del municipio Albania (La Guajira), completaba 7 u 8 años en la entidad. En los últimos dos fungía como director de la regional Norte.

'No vamos a dar ningún resultado a la prensa sobre la necropsia, los resultados van a ser conocidos de primera mano por el fiscal asignado al caso, la Policía, sus investigadores y el CTI'.

Las pesquisas del homicidio fueron asumidas por un grupo de agentes de la Dijín, que llegaron a la ciudad en una comisión procedente de Bogotá por orden de la dirección de la Policía.