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El frente 59 de las Farc domina la frontera de La Guajira colombiana con Venezuela en un punto llamado Montelara. Allí les cobra a los contrabandistas de combustible una ‘vacuna’ para dejarlos pasar desde la línea limítrofe entre un país y otro.

De acuerdo con el comandante de la Policía Fiscal y Aduanera en el Cesar, capitán Pedro Isaza, la guerrilla mantiene el control en ese sector de lado y lado de la frontera, donde exige una especie de impuesto por vehículo cargado con gasolina o ACPM venezolano.

'Los datos que tenemos es que las Farc cobran un millón de pesos por camión cisterna que carga entre 3.000 y 7.000 galones; 600.000 pesos por camión 600 con capacidad para 2.000 galones, bajando a 400.000 por un camión 350 Triton que transporta 1.000 galones y 200.000 pesos por vehículos más pequeños, que llevan entre 300 y 500 galones en pimpinas', sostuvo.

EL NEGOCIO EN LA FRONTERA. El oficial explicó que el combustible viene desde Maracaibo hasta llegar al sector de La Majayura, donde está Montelara. 'Allí hay toda una red de contrabandistas que se encuentran con el frente 59 de las Farc pagándole para que les permitan el ingreso de los vehículos a territorio colombiano', dijo.

Ya en La Guajira toman camino por 192 trochas que la Policía tiene identificadas, las cuales conducen a Maicao, Uribia y otras poblaciones en el norte y sur de ese Departamento, donde arman las ‘caravanas de la muerte’. Aquí aparecen las bandas criminales que les cobran otra ‘vacuna’ a los contrabandistas ofreciéndoles 'seguridad.

'Se agrupan entre 50 y 100 vehículos que van a toda velocidad, no respetan límites, ni las señales de tránsito hasta llegar al municipio de La Paz, donde se reorganizan para redistribuir la gasolina de contrabando', dijo. Gran parte del combustible se queda en esa localidad y otra va a parar a poblaciones cercanas como Codazzi, Cuatro Vientos y Valledupar.

Según el capitán Isaza las bandas criminales ofrecen vehículos y toda la logística para la comercialización de la gasolina y ACPM de contrabando. Prácticamente se han adueñado del negocio y quienes lo hacían de manera individual, terminan trabajando con ellas, dejándoles millonarias ganancias.

LA RENTABILIDAD DE LOS PRECIOS BAJOS. En Venezuela, el galón de combustible se compra en 200 pesos, pero cuando pasa la frontera se va incrementando con los ‘peajes’ de la guerrilla y las bandas criminales hasta llegar al consumidor final a 6.000 pesos.

Cada galón va dejando una ganancia en el recorrido de 5.800 pesos. Se estima que tres millones de galones de gasolina de contrabando ingresan mensualmente al Cesar, que multiplicados por esta cifra representan ganancias por más de 17.000 millones de pesos mensuales.

Entre tanto, las pérdidas para los entes territoriales son elevadas. Valledupar ha dejado de recibir unos 10.000 millones de pesos anuales por sobretasa a la gasolina.

CONTRABANDO PERMEÓ LA COSTA. El presidente de la Cámara de Comercio de Valledupar, José Luis Urón, dijo que la problemática del contrabando de combustible ya no solo es del Cesar, sino que se ha irrigado a los otros departamentos de la Costa.

Señaló que según se lo informó el propio ministro de Defensa Juan Carlos Pinzón, la actividad está en manos de las Farc que controlan la frontera y las bandas criminales que dominan los canales de distribución en La Guajira y Norte de Santander.

'Es responsabilidad de la DIAN, de la Fuerza Pública y autoridades poner en cintura esta situación que está afectando las finanzas territoriales, la sobretasa disminuyó en todos los municipios y eran recursos utilizados para el mejoramiento de la malla vial o sea que hay un detrimento patrimonial por causa de la gasolina de contrabando', puntualizó.

Sin embargo, las autoridades mantienen una ofensiva contra la actividad. El capitán Isaza informó que en lo que va de este año, la Policía Fiscal y Aduanera ha capturado 37 personas relacionadas con el contrabando de hidrocarburos, incautado 27 mil galones de combustible e inmovilizado 49 vehículos.