Con su visita a La Guajira la nobel de paz Rigoberta Menchú quiso hacer un homenaje a todos los niños wayuu que han muerto por desnutrición y a aquellos que la padecen.
Así lo aseguró poco antes de asistir al ritual indígena al que asistieron unos 200 miembros de las diferentes etnias de La Guajira y de otras partes del país.
'En memoria de ellos podemos hacer algo como diálogos, contactos, para que las nuevas generaciones no sufran este mal', manifestó la líder indígena guatemalteca.
Dijo igualmente que le impactan las carencias que hay en el departamento especialmente la falta de agua y que por eso esta zona debería ser declarada en emergencia, para que sea atendida de manera rápida.
'Me aflige tanto esta crisis por falta de agua que están padeciendo en La Guajira, porque así las personas, los animales y las plantas sufren', indicó.
También mostró preocupación por la educación y dijo que aunque no lo pudo apreciar, se imagina como debe ser el sistema educativo en el departamento. 'Me imagino cómo debe ser esto y la perspectiva que tienen los niños, el futuro que le vamos a dar y cuál es el nivel que tienen', anotó.
Calificó la jornada en el departamento como exitosa y dijo que durante su visita no le han faltado los besos, cariños y algunas lágrimas de emoción que ha visto salir de los rostros indígenas.
'Damos gracias al creador porque en este mundo que vivimos necesitamos querernos mucho y de todas las maneras posibles para que podamos enfrentar los desafíos que nos pone la vida', afirmó.
Al pisar suelo guajiro dijo que deseaba visitar una ranchería y la gobernadora Oneida Pinto la llevó a la comunidad de Urriachi, en área rural de Riohacha. Menchú expresó que no necesitaba investigar mucho para darse cuenta de las necesidades que pasan los wayuu. 'Es palpable en la vestimenta, en los pies, en las viviendas y en muchas otras cosas', expresó.
Rigoberta Menchú también habló del proceso de paz que lleva a cabo el Gobierno Nacional colombiano con las Farc y manifestó que 'saludamos el diálogo, las negociaciones y el sueño que tienen los colombianos de que este sea un país igualitario, justo e integral'.
Agregó que hay un nivel de paz firme y duradera, que es una decisión que tienen que tomar las partes en conflicto. 'Por más que haya miles que deseemos la paz, pero si ellos no toman esta decisión y si no se hace puntualmente, no puede llegar la paz', dijo.
Rigoberta explicó también que después de que se logre la paz tiene que haber una justicia social, con resarcimiento psicosocial en el que debe estar involucrada mucha gente. 'Si no tienen que comer, sino tienen un trabajo digno es muy difícil que haya paz', manifestó la líder mundial.
Por su parte la gobernadora de La Guajira Oneida Pinto manifestó su alegría por la presencia de la nobel de paz y dijo que era muy importante porque 'este departamento sin duda tiene unas brechas muy importantes, hace falta agua potable ynuestra comunidad wayuu sufre porque hay muchos puntos que no se han podido atender'.
Aseguró que con la visita de Menchú se partirá en dos la historia de La Guajira, porque está segura que el llamado de ayuda llegará no solo a nivel nacional, sino al internacional.
'La Guajira no puede ser viéndose con lástima y al contrario, lo que necesitamos es oportunidades que debemos construir entre todos', puntualizó.
La gobernadora recibió una gran protección en el ritual
El ritual en el que la gobernadora de La Guajira Oneida Pinto Pérez recibió una gran protección y toda la sabiduría de los wayuu, se llevó a cabo en las playas de Riohacha con la presencia de miembros de los cinco pueblos indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta y de otras etnias del país.
También fue testigo la nobel de paz Rigoberta Menchú y la dirigente política Piedad Córdoba, quien invitó a la líder guatemalteca.
Los wiwas le entregaron varios cuarzos en señal de preservación del agua del departamento y los wayuu le entregaron un calzado especial, le pintaron la cara y le entregaron varios objetos ancestrales para que esté protegida todos los días y la naturaleza la conozca, pero además para que tenga una gran fortaleza que le sirva para solucionar los problemas de La Guajira.
'Con esto ella va tener una vida especial, va a tener más triunfos y siempre estará protegida, por lo que este ritual es muy importante para su futuro', aseguró Dorila Ochoto la wayuu encargada de pintarle la cara, quien tuvo que estar en ayuno para el ritual.
Junto a su hermana vinieron desde Venezuela especialmente para llevar a cabo la ceremonia especial en Riohacha. También asistieron los palabreros wayuu, los wiwas, arhuacos, koguis y kankuamos, los Nasa, Awa, Pijao, Inga, Embera, Muisca y Mocaná.