Esta entrevista, por razones de la agitada agenda del presidente Juan Manuel Santos, se realizó mediante un cuestionario escrito y se completó con un encuentro en la Casa de Nariño, el viernes pasado.
El jefe del Estado acababa de salir de un acto, en el propio Palacio, en que el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, invitó formalmente a Colombia a ingresar en el selecto club de países. El presidente no ocultaba su satisfacción de que esa invitación se hubiera producido bajo su mandato. Horas después, tenía previsto viajar a Pereira y Bucaramanga. La víspera, había inaugurado en Riohacha la ‘Maratón por el agua’, después de rehusar hacerlo en Aracataca porque las obras de bombeo no estaban listas.
¿Qué balance puede hacer de su mandato?
Hemos cumplido el 70% de las promesas que hicimos a los colombianos en la campaña y esperamos cumplirlas todas. Son muchos resultados, pero podemos hablar de los más significativos. Lo más importante es que comenzamos a saldar muchas deudas sociales. Hemos sacado de la pobreza a dos millones y medios de compatriotas y de la pobreza extrema a más de 1,3 millones en nuestro gobierno. Además, creamos más empleo que ningún otro país en América Latina. En estos últimos tres años encontraron trabajo más de 2 millones 300 mil compatriotas.
Terminaremos nuestro gobierno con más de tres millones de familias pobres atendidas con el programa ‘Familias en acción’. Y por lo menos un millón 300 mil adultos mayores en todo el país reciben subsidios y apoyo del Estado. En educación hemos logrado cobertura universal. Más de 630 mil muchachos y muchachas beneficiadas con becas de crédito cero interés. Estamos conectando todo el país con fibra óptica de banda ancha, En fin, hemos logrado importantes resultados.
¿Cuáles considera que han sido sus mayores errores, si reconoce alguno?
Claro que no estamos exentos de errores. Por ejemplo, no estuvimos encima lo que debimos de la reforma a la justicia, y tuve que hacerla hundir en el Congreso. Cada día se cometen errores, es normal, pero lo importante es que sean muchos más los aciertos.
¿A qué atribuye su baja popularidad en los sondeos?
Hay circunstancias de coyuntura que, aunque no corresponden a mi Gobierno, sino a problemas de muchos años o de décadas, como el fallo del litigio con Nicaragua o el problema del campo, acaban golpeando la popularidad, porque la gente acaba adjudicando todo al Gobierno de turno. Pero así como bajamos, estamos ya subiendo, porque las obras y los resultados se están comenzando a ver.
También soy consciente que el proceso de paz tiene un alto costo político, pero lo asumo con gusto porque sueño con un país en paz. Sueño que nuestros hijos y nietos vivan en una situación muy distinta a la que nos tocó a nosotros. Esta generación no sabe qué es vivir en paz. Han sido años de violencia y debemos darnos la oportunidad de encontrar la paz.
¿Cuáles son los principales obstáculos en el proceso de paz con las Farc?
Un proceso de negociación para poner fin a un conflicto de 50 años es algo complejo y delicado. Cada lado tiene que hacer ajustes y concesiones. El Gobierno hubiera querido que se desarrollara más rápido y en eso estamos trabajando en la mesa. En todo caso, es mucho lo que se ha avanzado tanto en acuerdos como en estructurar un proceso serio y sólido.
¿Ve alguna disposición real del ELN para abrir una negociación?
Sí, y cuando haya algo que anunciar sobre el ELN, lo haremos.
¿Por qué se empeña en garantizar a los militares el fuero que les permitirá blindarse de los procesos por falsos positivos?
Hoy tenemos unas fuerzas armadas intachables, que cumplen las exigencias en materia de derechos humanos. Lo único que yo quiero es que los miembros de nuestras fuerzas armadas se sientan protegidos frente a los intentos de algunos de imputarles acusaciones falsas o de posibles errores que pudieron cometer durante su servicio en defensa de los colombianos. Mire, en este caso hay mucha hipocresía. Hay ONG de Estados Unidos que critican que exista fuero militar en Colombia, cuando esa figura jurídica se aplica en ese país de manera mucho más extensa.
¿Cuál ha sido el peor momento que ha afrontado en su mandato?
Yo diría que la ola invernal. Y no solo para mí, sino para el país. Ha sido el peor desastre natural y que más personas ha afectado de nuestra historia. Fueron más de tres millones de damnificados. Por fortuna, pudimos obrar con eficiencia en el apoyo a las personas y la reconstrucción de la infraestructura.
¿Y el mejor?
Será porque lo tengo muy fresco, pero yo diría que la clasificación de Colombia, y con semejante partido, al Mundial de fútbol.
Hay quienes lo acusan de centralista. ¿Qué tiene que decir al respecto?
No creo que muchos lo hagan, y menos en un lugar como la Costa Caribe, donde hemos hecho tanta presencia y realizado tantas obras. Soy un convencido de la descentralización y del empoderamiento de las regiones, y por eso promoví la reforma a las regalías para que se repartieran equitativamente por todo el territorio, y la ley orgánica de ordenamiento territorial, que permite la creación de regiones y creó la figura de los contratos plan que ha sido tan benéfica. Y qué me dice del régimen municipal que fortalecimos.
¿Está convencido de que hizo bien al dar la prima por servicios especiales a los congresistas?
No había otra alternativa. Para el país hubiera sido mucho más costoso no haberla pagado, porque las demandas habrían implicado unos montos mucho mayores que lo que se paga en primas, además serian retroactivos. Hay que tener en cuenta que esta prima no es solo para los congresistas, como se ha dicho, sino también para cerca de cuatro mil funcionarios del Estado.
Si del salario de los congresistas no dependieran los de esos cuatro mil funcionarios, ¿les hubiera dado la prima?
No.
¿Qué opina de los enfrentamientos constantes que están manteniendo el fiscal general, el procurador y la contralora? ¿No cree que dañan la confianza de los ciudadanos en sus instituciones de control?
Cualquier enfrentamiento entre los órganos de control, y más entre sus cabezas, es inconveniente. Que debatan sobre aspectos jurídicos o conceptuales me parece sano, pero que no se vuelva una pelea institucional.
¿Qué ha ganado la Costa bajo su presidencia?
Durante este Gobierno, en la Costa se ha invertido la mayor cantidad de recursos en toda su historia y eso lo pueden decir sus departamentos y municipios. Esta región hoy se está beneficiando con todos los programas sociales como nunca antes, hemos ampliado cupos para jóvenes en acción, mayor atención de hogares ICBF, familias en su tierra, familias guardabosques, generaciones con bienestar, más familias en acción, red unidos, programa Resa, entre otros.
Basta mirar los presupuestos que ha recibido la Costa y compararlos con lo que ha recibido en gobiernos anteriores. Allí estamos construyendo más de 35.000 viviendas con una inversión superior a $1 billón 464 mil millones; en materia de agua potable avanzamos en ambiciosos proyectos que suman recursos del orden de los $86 mil millones, como la red matriz de agua potable en Cartagena, la optimización del sistema de acueducto en Carmen de Bolívar, la extensión redes de alcantarillado del barrio Villa Margarita y Comuna 6 en Montería, la optimización y ampliación del sistema de acueducto en Sahagún, la construcción del colector Los Olivos y redes secundarias de alcantarillado sanitario en San Juan del Cesar y el sistema de acueducto en Providencia.
Estamos haciendo una inversión histórica en corredores viales como la Transversal de las Américas, la Ruta del Sol, la vía Cartagena- Barranquilla, la Ruta Caribe, los corredores del Caribe, más y mejor infraestructura portuaria, aeroportuaria y le apostamos a la navegabilidad del río Magdalena. Esto le permite tanto a la Costa como al país entero contar con la infraestructura necesaria que hoy demanda el comercio nacional e internacional. Esto es una clara muestra de mi amor por la Costa; en este Gobierno el amor se demuestra con inversión.
¿Qué podría ganar si finalmente se presenta a la reelección?
Con la Costa, como lo saben bien sus habitantes, solo hemos tenido compromiso, cariño y recursos para su progreso, y así será hasta el último día de mi Gobierno.
¿Qué opina de lo que está ocurriendo en La Guajira, con la detención del gobernador?
Estuve en La Guajira, y los guajiros saben que no los dejaré solos y que tienen todo el respaldo del Gobierno Nacional.
Uribe se refiere a Barranquilla como una 'novia esquiva'. ¿Cómo la llamaría usted?
No me extraña que Barranquilla sea una novia esquiva para Uribe, porque Barranquilla es inteligente. Prefiere que la consientan a que la maltraten, prefiere que la persuadan a que la obliguen, Barranquilla prefiere que dialoguen con ella a que le impongan las cosas. Barranquilla ha recibido unas inversiones costosas en todos los frentes y hoy es una ciudad modelo para Colombia, con mejores indicadores en generación de empleo y muchos otros frentes, porque hemos podido trabajar de la mano. Yo llamaría a Barranquilla mi novia de verdad.
Convenza a los barranquilleros de que el fondeo les conviene.
Barranquilla será la gran beneficiada de la resurrección del río Magdalena que estamos poniendo en marcha y que requiere un esquema de transporte multimodal, con camiones y trenes que lleven carga al río. El descargue en fondeo es solo una de las posibilidades que debemos contemplar para lograr este esquema. En todo caso, como ha generado tanta inquietud, le pedí a la ministra de Transporte, que es una barranquillera a carta cabal, que convoque mesas de trabajo para que la reglamentación se haga de manera equilibrada, segura y en condiciones de sana competencia.
¿Por qué no dice ya que se va presentar a la reelección? Todos los colombianos ya lo dan como un hecho. No será usted la excepción.
Primero, porque lo estoy pensando, es una decisión importante. Y segundo, porque sería innecesario anticiparse al plazo que vence a fines de noviembre.
¿Es cierto que los sucesores de un líder terminan traicionando a este? Algunos dicen eso sobre usted con relación a Uribe. ¿Siente usted que cometió una traición con el expresidente?
A mí me duele mucho que digan eso, porque no es cierto. Sus tres huevitos –el de la seguridad, el de la inversión y el tema social– no solo los he cuidado sino que ya nacieron y se convirtieron en unos gallos grandes y fuertes. Ahora, si algunos aspiraban a que no gobernara siguiendo mi leal saber y entender, sino que dependiera de mi antecesor, ciertamente no querían un presidente sino un títere. Y yo soy un presidente.
¿A qué atribuye usted la dura oposición que Uribe le está haciendo?
Solo puedo decirle que me da mucha tristeza y lamento que haya tomado esa posición.
¿Le preocupa esa forma de oposición?
Sería mucho mejor para el país contar con un expresidente que nos ayudara a construir el camino hacia el futuro, en lugar de una agencia digital para difundir las malas noticias, que las hay ahora y las ha habido siempre. Pero igual no me preocupa. Yo estoy en lo mío que es gobernar y trabajar para el bienestar de los colombianos.
¿A qué achaca el alto abstencionismo en Colombia? ¿Le inquieta esa desafección con la política?
Esa es una pregunta profunda que ha sido tema de discusión de politólogos por mucho tiempo, pues la abstención es un problema estructural de nuestra democracia. Yo creo que si alcanzamos la paz, si sacamos el conflicto de la ecuación, la gente va a poder interesarse más por participar en la política y las decisiones del país.
¿Comparte la opinión de quienes sostienen que la última reforma electoral ha sido un fracaso?
Las normas electorales solo fijan mecanismos y sistemas de umbrales y cocientes. Lo importante para la democracia es que haya transparencia, participación y libertad, y como gobierno nos enfocaremos en procurar que las elecciones tengan estos atributos.
Muchos echan de menos los tiempos en que había un partido Liberal y uno Conservador nítidos, pues, pese a todas sus fallas y a los caciquismos regionales, había algo más de claridad ideológica. ¿Qué piensa usted al respecto?
Estoy de acuerdo en que debe ser más clara la posición ideológica de cada partido para que la gente sepa dónde situarse. Que uno sepa bien qué representa cada partido, qué tesis defiende y en qué punto del espectro político se encuentra.
¿Considera suficiente la actual normativa tributaria en Colombia o habría que reformarla?
La normativa tributaria vigente es adecuada en el contexto económico y fiscal en el que se encuentra actualmente nuestro país. Se hizo un gran esfuerzo para promover la equidad del sistema tributario colombiano e introducir las mejores prácticas internacionales que aseguren la competitividad y permitan el desarrollo económico y social del país. Se ha demostrado que con la reciente reforma tributaria se ha estimulado positivamente la creación de empleo formal, lo cual nos permite presentar una cifra de nuevos empleos cercana a los 625.000 al mes de agosto de este año y un total de 2.300.000 durante este Gobierno.
Su vicepresidente pide no ser cicateros con el salario mínimo. Y la Anif pide que no supere el 3,5%. ¿De parte de quién está usted?
Estoy de parte de la concertación entre trabajadores y empleadores. Esperamos, que ojalá este año pueda lograrse.
Mucho se ha hablado de los beneficios de los TLC. Pero, ¿cuáles son los riesgos? De momento, algo no va bien, ya que las importaciones están subiendo más que las exportaciones.
A los TLC los han estigmatizado. Los TLC lo que hacen es abrirles mercados a los productos colombianos, pero lo importante ahora es conquistar esos mercados fortaleciendo nuestras cadenas productivas para generar más empleo en Colombia. Si hay una ciudad que se ha beneficiado con los TLC es Barranquilla y eso que apenas está comenzando, porque los beneficios van a ser muchos mayores, acá habrá mucha más inversión. Barranquilla está en un momento estelar de su desarrollo.
¿Qué piensa usted del matrimonio homosexual?
Es una reivindicación respetable que la Corte Constitucional reguló en una sentencia que debe cumplirse.
¿Qué opina de la manera en que el procurador Ordóñez está persiguiendo los matrimonios homosexuales? El fiscal general ha afirmado que se trata de una 'cruzada'.
Mientras todo se haga dentro del Estado de derecho, es válido. Y creo que hasta ahora no se ha traspasado esta barrera.
¿Estaría abierto a estudiar una reforma de la ley del aborto para facilitar más a las mujeres la decisión sobre la interrupción voluntaria del embarazo?
En Colombia, la despenalización parcial del aborto se debió a una sentencia de la Corte, y desde ese momento el Estado ha implementado las medidas para garantizar el derecho a las mujeres que respondan a las causales permitidas. El Gobierno Nacional ha creado mecanismos, lineamientos y procesos de capacitación para garantizar el acceso. Las iniciativas legales deben surgir de procesos que evalúen los aspectos sociales y las necesidades de la población.
Le pido una reflexión sobre la situación de la prensa en Colombia y sobre las condiciones en que los periodistas ejercen su oficio en el país.
La prensa en Colombia, me consta como periodista que he sido, ha sido una de las más castigadas por la violencia y, por lo mismo, de las más valientes del mundo. Hoy es, sin duda, una prensa libre, sin ningún tipo de cortapisas o censuras por parte del Estado y tenemos todo el compromiso de proteger a cualquier periodista que se sienta en peligro. Yo solo quisiera dejarles una reflexión ahora que –como me recordaba el profesor Pékerman, en Barranquilla– estamos viviendo una 'nueva Colombia'. Sería bueno que el periodismo nacional y regional entienda que las buenas noticias también son noticia. Eso sería un paso muy importante.
El mandatario lee EL HERALDO, cuya portada informa de su frustrado viaje a Aracataca.
Mensaje de felicitaciones del presidente Santos
El presidente de la República, Juan Manuel Santos, destaca los valores de EL HERALDO en el mensaje de felicitación que hizo llegar a este diario (en formato de video) por sus 80 años de fundación.
'EL HERALDO son los ojos, son los oídos y es la voz de los barranquilleros, de todos los habitantes del Atlántico que saben muy bien que en sus páginas encuentran las noticias y la opinión que realmente toca sus vidas', dice el mandatario de los colombianos en su discurso, que fue escuchado por directivos y trabajadores de la empresa durante el acto conmemorativo celebrado ayer en Combarranquilla Country.
Recordó la reunión en el Club Barranquilla en la que tres amigos de mentes y de corazones liberales, Juan B Fernández, Alberto Pumarejo y Luis Eduardo Manotas, conjugaron su talento y sus ganas de servirle a la ciudad y a la región. Ahí nació la idea -dijo- de crear este 'emisario de letras rojas' que lleva 80 años tocando las puertas de los hogares barranquilleros y del Caribe todas las mañanas.
'Esos tres hombres emprendieron una aventura que hoy llena de orgullo a todos los colombianos. Y si me atrevo a usar la palabra ‘aventura’ es porque, al haber crecido entre rotativas, sé muy bien que el oficio del periodismo es tan apasionante, tan absorbente y tan exigente como la más difícil de las hazañas y de las expediciones',expresó.
En ese sentido, afirma que para sacar adelante una empresa como el periodismo hay que tener carácter, hay que tener una mente clara, una curiosidad insaciable y una disciplina a prueba de todo.
Asegura que este oficio no se ejerce de otra forma, y menos con 80 años, 'que son la mejor prueba de la seriedad y consagración con la que cumplen su labor, y la acogida que tiene entre sus lectores'.
Resalta que EL HERALDO por 80 años ha contribuido a formar ciudadanos con criterio, activos, y responsables. Es decir, ha contribuido al progreso del país desde las regiones, 'como debe ser', dijo.
'Como Presidente, pero más como colombiano, les agradezco esa prensa seria e íntegra que ustedes han construido durante todo este tiempo. Gracias por aportar a la verdad que tanto necesita Colombia, como bien lo hicieron en el reportaje por el retorno sobre las víctimas y el regreso a sus tierras. Esto es justo lo que necesitamos, un periodismo responsable y riguroso, que contribuya a que tengamos un mejor país', puntualiza Santos.